Una Historia De Princesas.- Camren

Capitulo 12

"–Joder...– Maldijo Camila apenas la vio, entonces, una sonrisa de lado apareció en el rostro de la ojiverde. Ella había maldecido– ¿Estas acaso, loca?

Lauren frunció el ceño, ¿ella le había gritado susurrando? ¿Acaso eso era posible? Cualquier cosa que ella había hecho, era divertido. La forma en la que su nariz se infabla del enojo era divertido, al igual que sus ojos, era puramente gracioso.

–¡Lauren!

–¿Perdona?– Atino a decir..

–¿Que demonios haces aquí?– Y ahí estaba de nuevo, pensó Lauren.

Pero entonces, cuando vio ademas de enojo, su rostro preocupado, entendió que esto era serio. Que no debería estar riendo, que debería darle el sobre, era por lo que había venido. Entonces, torpemente, busco en el bolsillo de su chaqueta, sacando el sobre de igual manera.

–Esta un poco arrugado– Señalo, un poco triste y con un puchero en sus labios, extendiéndoselo a Camila, quien estaba incluso mas confundida.

–¿Que es esto?

Lauren miro el conjunto que Camila estaba vistiendo, no estaba vistiendo vistiendo ese horrible onesie color rosa que la ojiverde ademas encontraba adorable, en su lugar, estaba vistiendo un pantalón corto, y Lauren podia jurar que estaba temblando por el frío que chocaba contra sus piernas. Se maldijo un poco ante esto. Tal vez si ella no la hubiera hecho bajar, Camila no estuviera temblando del frío, sin embargo, era hoy o nunca. Lauren sabia que mañana el efecto del alcohol habría pasado, no se podía arriesgar.

–¿Lauren?– Ella levanto su mirada para conectarse con la suya nuevamente, sonriendo un poco al ver sus ojos, una parte de ella diciéndole que realmente esta era una buena decisión, que no se arrepentiría y que lo hubiera logrado sobria.

No importaba mucho después de todo.

–Solo léelo– Fue lo ultimo que dijo, dándose vuelta, dispuesta a abandonar el jardín delantero de la castaña para caminar unos cuantos metros mas y llegar a su casa, pero entonces sintió a alguien tomándola de la muñeca, era Camila.

–¿Que haces?

La ojiverde frunció el ceño.

–¿Caminando?– Respondió obvia, y una media vuelta fue lo suficiente para que perdiera el balance, tambaleándose tal vez demasiado. Camila la atrapo en sus brazos, ayudándola a que se estabilizara de nuevo.

–Te quedarás en mi casa..– Simplemente dijo– Honestamente no entiendo como demonios viniste hasta acá en este estado.

–No está muy lejos..– se excusó ella.

Camila decidió ignorarla, echándole un último vistazo a la calle enfrente de ellas. Estaba completamente sola, y Camila realmente se preguntaba como había llegado a salvo si apenas podía ponerse de pie. En definitiva era algo así como suerte, pero ella no estaba dispuesta a que la ojiverde la tentara más.

Tomó la mano de Lauren, instantáneamente sintiendo su mirada fija en ella.

–¿Funciono?

Ella le lanzó una mirada confundida pero después recordó que estaba ebria así que no tenía mucho sentido. Llevo el sobre arrugado que Lauren le había entregado, aún sin saber que significa, a sus labios, reteniéndolos entre ellos para que pudiera abrir la puerta principal que por el viento se había cerrado. Se maldijo un poco cuando eso sucedió.