Capitulo 4

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Entonces, Cam pensaba cambiar un poco la forma en la había estado narrando su historia, ya que, Jane se les había unido ahora, y no quería aburrir a su prima mayor narrando la misma historia cómo se la había estado narrando a la pequeña; en el que las casas eran los diferentes castillos, y aquella señora Lee en realidad era un aterrador ogro. ¿Qué? ¿Así son los cuentos, no es así? Además, era para Ally después de todo.

Entonces, ¿no piensas seguir con la historia?.– Preguntó Jane de repente, cuándo vio cómo Cam estaba perdida en sus pensamientos.

–Si, por supuesto.– Ella pensó sólo un poco más, tal vez ahora podía contar la historia cómo su mamá Lauren se la había contado hace poco... No, en realidad no podía, es decir, Cam no sabía lo que su madre sentía en ese momento, así que no. Mala idea.

Mañana saldrían de campamento con la familia de Camila, quién, anteriormente, había pedido permiso a los padres de la respectiva chica para qué le dieran permiso. En realidad no era cómo si fueran a acampar en un bosque, hacer una fogata y caminar a las orillas del río, no, sólo irían a la nueva casa de Verano que la familia Cabello había comprado, aún con estar relativamente lejos el verano. Lauren estaba más que confirmada desde un principio, y al poco tiempo también Dinah, para después Normani y Ally, las chicas que se habían unido a su 'grupo' desde que el nuevo grado comenzaba. Ally era la más grande, con 14 años, mientras que Normani y Lauren seguían, con 12 años, después Camila, y hasta el último Dinah, quién era la más pequeña. Cosa qué siempre sorprendía a quién lo supiera.

¡No puedo esperar!.– Gritó Camila, desesperada en el asiento de atrás de la camioneta de los Cabello, compartiendo el ancho asiento con Lauren, quién veía a su mejor amiga con una enorme sonrisa, que hacía que pequeñas arrugas en sus ojos aparecieran por lo tanto que sonreía.

–Tranquila, Camz. Ya mañana es.– Sinu las veía desde una sonrisa en el asiento del copiloto, divertida ante la impaciencia de su hija. Todos iban de camino a la casa de los Cabello, dónde Lauren dormiría, cómo tantas veces lo había hecho antes, para mañana madrugar y pasar por las chicas, para después empezar su tan esperado fin de semana.

–No puedo esperar, simplemente no puedo.– Lauren tenía esa misma sonrisa. Jamás se iba cuándo compartía momentos con su amiga.– ¿Lolo?

¿Si?

¿Llevas tu traje de baño, cierto? ¡Hay piscina allí!.– Al ser nueva aquella casa, ninguno la había visto más que su padre, entonces, sería toda una sorpresa, lo qué hacía a Camila más emocionada.

Si, Camz. Debo recordarte que tu lo pusiste en mi bolso.

Habían llegado finalmente a la casa, dónde la hermana menor de Camila estaba esperando con una de sus tías, Sofi las recibió con una sonrisa, quién era una adoración para las dos, y desde el momento en el qué había nacido, las dos chicas, incluyendo Dinah, se habían comprometido a cuidar.

Cenaron un poco de pizza, y después de dar las respectivas buenas noches, Camila y Lauren subieron hasta la habitación de la más pequeña, dispuestas a dormir para mañana “tener toda la energía”.

¿Quieres la orilla de la cama?.– Le preguntó Lolo, sabiendo muy bien que Camila se sentía un poco asfixiada cuándo dormía del lado de la pared, pero también, se caía cuándo lo hacía de la orilla.

–Si, he estado entrenando, y no me caeré esta vez..–Se quedó pensando.–En realidad, tu eres siempre, siempre, siempre la qué me empuja.– Ella tomó la almohada más cercana qué encontró, y se la lanzó a la ojiverde quién estaba riendo histericamente. Si, siempre Camila se caía de la cama por su culpa.

–Perdona, esta vez te puedo abrazar. Así no te caerás.– Y por una razón que era extraña, Camila se ruborizo, haciendo a sonreír a Lauren genuinamente.– Tomaré eso cómo un si.

Las dos chicas se fueron a la cama, dejando, cómo siempre, la lampara encendida, ya que la más pequeña, a pesar de “su edad” odiaba la obscuridad, sin siquiera molestarse un poco en ver un poco de televisión, enserio estaban agotadas.

¿Crees que pasamos mucho tiempo juntas?.– Preguntó de repente la ojiverde, cuándo estaban de frente, Camila soltando un pequeño 'Ohh' de sus labios.

¿Porqué lo dices?.– Lauren se encogió de hombros.

Chris me ha estado diciendo eso, siempre me molesta contigo..–Y la verdad era qué no había ningún secreto entre ellas.– Creo que le gustas.

Ughh.. ¡por supuesto que no!

–¿Qué pasa si si?.– Contrarrestó Lauren.

–Sería raro. No me gustan los chicos--

Entonces, ¿te gustan las chicas?.- La interrumpió.

¡No! No me dejaste terminar, iba a decir que no me gustan los chicos todavía.. Quiero decir, es mejor hacer amigos.– Lauren asintió.– Bueno, tal vez sólo no me gusta tu hermano.

¿Qué quieres decir?

–¿Conoces a aquel chico que comparte clase con Normani?

¿Austin?.– Ella asintió.–¿Te gusta?

–Es lindo.– Se encogió de hombros.– Pero no, no me gusta. Nadie me gusta aún.– La ojiverde soltó un suspiro que no sabía que estaba reteniendo. Cosa que enserio la descoloco.

Pero, entonces.. ¿no pasamos demasiado tiempo juntas?

–No, por supuesto que no. Somos amigas, las amigas pasan un montón de tiempo juntas.. Además, me gusta pasar tiempo contigo, Lolo.– Lauren sonrió, acercándose a Camila sólo un poco.

También me gusta pasar tiempo contigo, Camz. Eres mi mejor amiga.

¿Aún mejor que Alexa o Vero?.– Lauren rió.

Si, aún mejor. ¿Y yo soy aún mejor que Dinah? 

–Tal vez..– Las dos rieron. –¿Lolo, me puedes abrazar?.– Lauren lo pensó un segundo, desde la última vez que ellas habían dormido juntas, esta vez en la casa de Lauren, ella la abrazó, porqué estaban en plena obscuridad total al la luz ser cortada por la repentina tormenta, y en definitiva, se sintió diferente. Era algo totalmente extraño para la ojiverde, era cómo si jamás quisiera soltarla mucho más y protegerla, si, por supuesto que había sentido eso antes cuándo personas de grados mayores querían molestar a Camila por el gran moño qué a veces usaba, pero esa vez fue diferente. Tal vez sólo hay una palabra para describir aquello: Raro. Sin embargo, finalmente respondió:

–Por supuesto.– Camila dio la vuelta, y Lauren envolvió sus pequeños y delgados brazos en el torso de Camila, mientras que la más pequeña se acurrucaba con una sonrisa. ¿Qué podía pasar? ¿que tenía de malo abrazar a tu mejor amiga cuándo dormían? Además, no es cómo si se fuera a enamorar de su mejor amiga. 

Una Historia De Princesas.- CamrenWhere stories live. Discover now