Encapuchado『Hoodie』

Oculta la verdad y la estarás enseñando

Hoodie quería saber la respuesta ahora pero, ¿Quería en cambio, yo decirla?

Miré hacia un lado y luego hacia el otro mientas pensaba una forma de escapar, aunque lo tenía difícil con sus dos brazos obstaculizando cualquier salida.

—yo...  —comencé a hablar.

—Sí, tu. Dímelo ya —ordenó seco.

Sigue siendo igual de idiota incluso después de haber estado cerca de morir.

—Esto es ridículo, ¿Por qué quieres saberlo? ¿Acaso te importo? —Respondí dolida.

Él acercó su cara más a mí.

—Casi pierdo mi vida por intentar salvarte, más te vale que me respondas como mínimo —Respondió ya irritado.

Ahí tenía razón.

—¿Y por qué lo hiciste? ¿Realmente te importo? ¿Te ordenó Slenderman? ¿Quizás te...

—¡Aquí las preguntas las hago yo! —Exclamó haciendo que retrocediera pero fallé porque estaba prácticamente pegada a la pared.

En estos momentos Hoodie me daba miedo, mucho miedo.

Tragué saliva y respiré hondo.

—A ver... Yo... Echaba de menos mi ciudad, bueno, la ciudad en la que me mudé al poco tiempo antes de estar aquí y... Quería salir a dar una vuelta —mentí.

Hoodie se quedó unos minutos en silencio... Cómo analizando la situación.

—Eres una gran idiota... —respondió bajo, pero con un tono que hacía temblar hasta al más valiente —por culpa de tus impulsos de niña tonta has hecho que todos estuviésemos preocupados, ni siquiera avisaste, nisiquiera fuiste acompañada por alguien, ¿Te das cuenta de la gran estupidez que has hecho? ¿Que casi muero por culpa de un ser tan inmaduro como tu? ¿¡Cuando te vas a tomar las cosas enserio!? —Respondió y me dejó atónita, después se fue malhumorado a su cuarto.

Mis lágrimas amenazaban con salir pero no quería llorar, no quería que sus palabras me afectasen. ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué solo con él? ¿En qué momento dejé en mi corazón entrar a ese... Cabrón?

Toby's PoV

Sabía que Gem mentía, ¿Por qué? Porque sabía la verdad.

Ahora mismo estaba encaminándome al cuarto de Hoodie, debía explicarle todo.

Sí, escuché toda la conversación que tuvieron Hoodie y Gem. ¿Soy un cotilla? Quizás, pero no me importa.

Llamé a la puerta pero no me abrió, así que entré sin avisar.

—No quiero ver a nadie, vete. Y si eres Gem, ni siquiera des un paso más a mi cuarto o te arrepentirás —Respondió. Estaba tirando en su cama, dándome la espalda, por eso no sabía quién había entrado.

—Soy Toby y voy a entrar, quieras o no —Respondí y me senté en el borde de su cama.

—Idiota —Le escuché decir.

—¿Qué eran esos gritos que escuché antes? —Pregunté.

—No es de tu incumbencia. Si has venido a cotillear más vale que salgas porque no te voy a contar nada —Respondió aún dándome la espalda.

—Así que Gem se fue porque extrañaba su ciudad —Respondí sonriendo.

Hoodie se dio la vuelta, ahora sí estaba mirándome.

—Esa idiota inmadura... ¿Por qué no le da por pensar aunque sea una vez en su vida? —ya estaba hablando con el tono un poco más irritable.

—demasiado idiota que es, para que sientas algo por ella y encima le hablas como un hijo de puta —Respondí ahora un poco más serio.

—¿Ahora eres un consejero del amor?

—Solo te digo que... Ella te ha mentido, no se fue por esa razón —Le hice saber.

Hoodie se levantó de su cama y me agarró por mi sudadera.

—¿¡Qué!? ¿¡Y como sabes que estaba mintiendo!? ¡Más te vale que me digas la verdad ya! —Exclamó furioso.

—Para empezar, no me grites, segundo, sueltame y tercero, cálmate —Respondí tranquilo.

Me soltó pero algo me decía que no iba a estar tranquilo.

—¡Venga dímelo! —exclamó aún furioso.

—Primero, prométeme que no gritarás más a Gem.

Hoodie se lo pensó.

—Está bien —Respondió.

—No sé si fiarme pero espero que con esto trates mejor a tu chica. Me encontré a Gem llorando como tú ya sabes antes de que se fuera, ¿Verdad? —Hoodie asintió con la cabeza —Bueno, no echaba de menos ninguna ciudad, ella se estaba enterando de la conversación que tenías con tus compañeros momentos antes.

—¿Qué conversación?

—¿Recuerdas que entré y pregunté de qué estábais hablando? ¿Y me dijisteis que estabais hablando sobre el beso que le diste a Gem? ¿Y que dijiste que no sentías nada por ella? Bien pues ella lo escuchó todo y por eso se fue —Respondí sonriendo.

No me malinterpreteis, solo me lo estaba pasando genial por hacer ver a Hoodie que es un idiota.

Se quedó callado un buen rato.

—Y... ¿¡Por qué no me lo dijiste antes!? ¿¡Por qué me mintió ella!? —Exclamó levantándose de su cama y comenzó a pasearse por la habitación.

—Porque si ella no regresaba con vida, no quería que te sintieras culpable y seguro que te mintió porque no quiso quedar como una idiota. ¡Y es normal! ¿Qué creerá ella que dirás o pensarás después de confesarte aquello? Si ella cree que no le importas, quedaría como una tonta, quedaría como la persona que cree que es por tu culpa. Una inmadura que se deja llevar por sus sentimientos. Pero eso eres tú, eres un inmaduro que se deja llevar por sentimientos de odio para tapar tus verdaderos sentimientos hacia ella, y en vez de acercarte más a ella, estás alejándola. ¿Quieres que se vaya otra vez? Después de casi dejarte la vida para salvarla, lo último que puedes hacer es llevarte bien con la persona que amas, porque estoy seguro que ella siente lo mismo, o sentía porque quizás ahora te esté odiando por cómo le hablaste hace minutos atrás, así que yo que tú la buscaba y le pedía disculpas como mínimo —respondí ya exasperado.

—Soy un idiota... —respondió mirando a la pared —pero es tan difícil cuando la tengo cerca... Me siento débil y es raro porque no me gusta sentirme así, entonces me enfado conmigo mismo y lo pago con ella, porque ella tiene la culpa de hacerme sentir así —respondió alzando la voz en las últimas palabras.

—¿Y por qué no le dices eso a ella? —Pregunté.

Hoodie se acercó a mí.

—No... Es... Tan... ¡Fácil! —Respondió.

—Bueno, pues espera a que ella se aleje más de ti y no quiera saber nada.

—No... No lo va a hacer, no me metas ideas absurdas en la cabeza.. —Respondio Hoodie con miedo.

Es tan.... Gracioso todo esto.

—¿Y a qué esperas? —Pregunté.

—Después de cenar se lo diré —Respondió —bueno, lo intentaré.

Me acerqué a él y le di un abrazo.

—Así se habla.

—¡Quita! —Exclamó, me empujó y salió de su cuarto con prisas.

...

Hice el capítulo un poco rápido así que está un poco mal, lo siento.