Encapuchado『Hoodie』

¿Dónde estoy?

Sin pensarlo dos veces agarré un cuchillo y salí de la cabaña para buscarlas.

A saber si ese maldito payaso anda por ahí y a saber qué es capaz de hacerles.

Pero antes de cruzar el bosque, llega Slenderman y me comienza a hablar.

-¿A dónde te crees que vas?

-Al bosque -Respondí seco.

-¿Ah sí? No recuerdo haberte dado permiso -Respondió aquel hombre sin rostro.

-Pero Gem, Nina y Jane están en peligro.

-¡Tonterías! ¿De dónde crees que vengo? ¡Del bosque! Ya he rastreado la zona. No hay ningún enemigo cerca. Así que deja de decirme excusas baratas y métete en la cabaña.

-Pero...

-Ni pero ni nada. ¡Haz lo que te digo! -Respondió Slenderman más cabreado aún y le hice caso. Ya buscaría alguna forma de salir.

Gem's PoV

-¡Miradme, soy un mono! -Exclamaba Nina, que estaba subida a un árbol mientras agarraba una rama más alta que ella y se mecía.

Jane y yo la observábamos mientras nos reíamos.

-Venga, bájate ya, Nina que te puedes caer en cualquier momento -Le advertí.

Ella hizo un puchero.

-Pero... ¡Mirad que vistas! Se puede ver hasta la cabaña desde aquí.

-¿Y si subimos y las vemos? -Propuso Jane.

-¿Qué? Pero yo no sé subir a los árboles... -Me quejé. Esto ya me estaba recordando a muchas cosas.

-Pues ya es momento de aprender ¿No crees?

Miré al árbol, luego a Nina y por último a Jane, que estaba mirándome con los brazos cruzados.

-Sí, creo que sí... -Afirmé.

Después de haberme caído de culo unas pocas veces y clavarme astillas en las manos conseguí subir y además, aprender a subir yo sola.

Puse mi vista en el hermoso paisaje que el bosque nos ofrecía y abrí mi boca con admiración.

-Es... Precioso... -Dije asombrada.

-Os lo dije -Respondió Nina sonriendo.

-Valió la pena caerse cincuenta veces para ver esto ¿No es así, Gem? -Respondió Jane burlona.

Yo la miré y sonreí.

-¿Te estás burlando de mí, Jane?

-¿Yo? Que va, que va.

Todas nos reímos y nos quedamos un tiempo observando el paisaje y después bajamos con cuidado para seguir con el paseo.

Más adelante nos encontramos un pequeño río y decidimos sentarnos y mojarnos los pies en el agua.

Comenzamos a hablar sobre cosas triviales hasta que Jane cambió de repente el tema.

-Gem... ¿A quién prefieres? ¿A Toby o a Hoodie?

Yo me puse colorada enseguida. ¿Qué clase de pregunta es esa?

-¿Co-cómo? ¿Que a quién prefiero? -Pregunté.

-Sí -Afirmó Jane que se veía interesada por la respuesta al igual que Nina.

-Yo... Yo...-Miré a Nina, luego a Jane y por último mis pies meciéndose en el agua- ¡A ninguno! ¡No me gusta ninguno! -Exclamé avergonzada. ¿Por qué tendría que decirles eso? Ni siquiera yo lo sabía.