4 - ATRAPADOS

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—Hemos llegado— Cristian acariciaba suavemente mi mejilla. Mmmm que bien se sentía. Su tacto en mi piel. Lentamente abrí mis ojos, me había quedado dormida luego de las cosquillas. Me enderece en el asiento.  Mire a mis alrededores y estábamos en... la nada, mucho césped, mucha naturaleza y una pequeña cabaña a lo lejos.

—Donde estamos?— pregunte mientras me estiraba y bostezaba

—En el campo, una cabaña que me  regaló mi padre, aquí vengo cuando estoy mal o necesito tranquilidad— Algo en su mirada me decía que venía bastante seguido. Por un minuto intente imaginar situaciónes en las que Cristian se sentiría mal, una chica quizás. Un pleito con su padre tal vez.

—Oh, en verdad hay tranquilidad— no sabía si era idea mía o que, pero una gran calma se sentía en el lugar. No había ruidos más que de la naturaleza misma.

Bajamos del auto y fuimos a un pequeño cerro, frente a un lago, la luz de la luna nos iluminaba. Era una noche mágica, las estrellas, la naturaleza, todo solo para nosotros. Cristian se sacó su chaqueta y la colocó sobre mis hombros.

— Traes muy poca ropa Kels, te comento que soy un hombre celoso — Me imagine por un momento a Cristian haciendo una escena de celos, la discusión con Iván hace unas horas me vino a la mente.

Nos sentamos en el césped que estaba algo húmedo por el rocío. Sentí frío en verdad. Tirite y al parecer Cristian lo noto.

— Aguarda aqui si? Iré por alguna colcha — Asenti. Cristian corrió hacia la cabaña. Mientras iba por la colcha reflexione sobre las últimas semanas. Realmente no parecía mi vida, nunca me vi a mi misma cometiendo una locura semejante. Sentir lo que siento en tan corto tiempo y menos por un maestro.
Por un momento pensé lo que mi madre opinaria de algo así, de un novio algo mayor que yo. Detuve mis pensamientos, Cristian no era mi novio. Quizás me estoy imaginando mucho, quizás el solo me ve como una aventura pasajera.
Cristian volvió con dos colchas.

—Creo que con esto será suficiente como para estar cálidos

—Lo será — Acomodo una colcha sobre el césped, se acostó sobre ella y tendió su mano, la tome y me recoste a su lado, con una mano sobre su pecho y mi cabeza sobre su brazo. Cristian nos tapó con la otra colcha.

— Cuéntame más de ti Kelsie, de tu familia, parientes locos, actividades, no se. De ti — Cristian quería saber de mi, así como yo quise saber de el.

— Pues no hay mucho que contar, ya te hable de mi madre, mi padre, mi única amiga y mis gustos no son para nada peculiares. Amo la música, como cualquier adolescente. Me gustan las películas románticas y las de acción. Los libros son mi manera de alejarme del mundo estando en el.
No soy una persona muy interesante — al relatar mi vida, realmente me doy cuenta que no hay nada, pero nada en divertido en ser yo. Aunque monótona y todo, me gusta mi vida.

— A mi me parece muy interesante señorita Jones, dime y yo donde encajo en ese relato — es cierto, Cristian en que parte de mi vida estas? Ni yo lo se.

— Quizás en la parte complicada 

— Complicada? Y eso por que?

— Porque tengo el presentimiento que darás vuelta mi pequeño mundo — No me importaria que así fuera, siempre cuando estuviera en él

— Pues dejame decirte que tu ya diste vuelta el mio — Y son palabras que siempre quise que alguien me dijera, incluso es aún más perfecto de lo que jamás imagine.
Quien en esta vida nunca deseo ser el caos de alguien.

Nos pasamos horas hablando sobre nuestras vidas, gustos, en fin... De todo un poco. Ya estaba incluso amaneciendo.

—Es hermoso— Estaba en verdad asombrada. Parecía de película, un gran sol apareciendo lentamente tras las montañas. Me sentí inmensamente completa, sería quizás por ver algo que jamás antes habia visto o por estar con Cristian, tal vez ambas.

AMOR PROHIBIDO PERO DESEADO #Terminada Where stories live. Discover now