La Heredera (1) El Misterio del Castillo

Capítulo 26

—Hola, nerd —saludó Joseph con una sonrisa aunque sin atreverse a agitarle el cabello como cuando eran niños.

—¿Disculpa? Eres tu el que se la pasa con la nariz enterrada en los libros o... al menos espero que sean libros de texto —su hermano soltó una carcajada.

—¿A dónde vas?
—A buscar a Mel.

—Claro, no sé para qué pregunté.

—¿A dónde vas tu, por qué no estás con Julie? —los ojos le brillaron con picardía y su hermano torció el gesto.

—Tengo una revisión en dos horas, papá dijo que vendría por mi.

—¿Tan pronto?

—Han pasado cuatro meses, espero buenas noticias —sonrió.

—¿Qué hay de Julie?

—¿En serio? —Nathen asintió—. No tengo idea de dónde está... Quizá con Taylor.

—Oh, vaya, eso avanzó rápido —su hermano no dijo nada, simplemente continuaron andando—. Pensé que había algo entre ustedes dos...

—Somos buenos amigos.

—¿Seguro que es solo eso? —Joseph pareció dudar pero no lo miró, quizá porque sabía que de hacerlo, vería la duda en sus ojos.

—Totalmente, además está el asunto de Allison y no necesito más drama en mi vida, sobre todo no ahora que estoy a punto de graduarme y eso.

—Pensé que ya habías superado esa parte.

—Obviamente, pero ya sabes, darle una razón más para que se ensañe con Julie no parece ser buena idea, no quiero saber qué sucedería si se enfrentan de verdad.

—Eso la volvería, oficialmente, la ex novia más tóxica que has tenido —sonrió—, pero aún así, no tendría ningún derecho a juzgarte o a Jules.

—Si, hasta que las clases se acaben y Michael se entere que las hermanas comparten un novio —ironizó, Nathen se detuvo y lo tomó por el brazo.

—Espera, ¿qué?

—¿Qué?

—¿Hermanas?

—¿Melissa no te lo dijo? Ellas tres son hermanas.

—Estás bromeando.

—Claro que no, ¿en serio creías que todo el asunto del lago era coincidencia? —en la entrada principal ya los esperaba la subdirectora con su usual sonrisa amable, afuera se veía el coche plateado de su padre—. Me sorprende que no te lo dijera con todo el tiempo que pasan juntos... Aunque quizá es porque sus labios son los que pasan demasiado tiempo juntos.

—Idiota —le dio un empujón, su hermano se despidió enseñándole el dedo medio y la puerta se cerró.

Esperaba en verdad que le dieran buenas noticias, los entrenamientos no eran lo mismo sin su molesta presencia y usual intensidad en cada sesión, además, el equipo entero esperaba llegar al ultimo partido con su capitán original, incluso Tyler estaba de acuerdo. Luego estaba el asunto de las hermanas, que no tenían nada de hermandad, del que Melissa nunca le había hablado; por supuesto que se explicaban muchas cosas como la evidente (y antes incomprensible) rivalidad entre Julie y Allison y el cómo se evitaban tanto como era posible, había escuchado el rumor de que incluso habían tenido un encuentro violento después del show de su hermano pero supuso que era solo eso, un rumor.

Como si el destino lo quisiera, localizó a Melissa afuera del comedor con una expresión de molestia que jamás le había visto, hablaba rápidamente y sus pequeñas manos se agitaban con cada palabra furiosa que salía de sus delgados labios. Se quedó mirando, tratando de entender qué podría tenerla tan molesta pero no podía recordar nada que le hubiera dicho o sucedido en la ultima semana, al menos no algo que le hubiera compartido y en ese momento se preguntó cuántas cosas podría haberse guardado, cuántas cosas no le había dicho, cuántas mentiras grandes o pequeñas le había contado. Se preguntó si en realidad conocía a Melissa O'Connell como creía.