Capitulo 21

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¡Hola a todos! Se que he estado M.I.A desde hace casi un mes, ha sido una locura. Tuve un funeral y dos emergencias médicas con uno de mis gatos y honestamente no he tenido tiempo ni ganas de pasarme por acá. Pero poco a poco las cosas están mejorando así que pensé en dejarles un episodio de lunes, para hacerlo un poco menos feo.

Espero que estén todos bien en casa, les mando abrazos virtuales.

Polly*

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—Toc, toc —saludó con una sonrisa, la profesora alzó la vista y sonrió.

—Señorita O'Connell —los estudiantes que estaban con ella la miraron con curiosidad—. Puedo recomendarles que busquen información sobre esto en la biblioteca, pregúntenle a la señora Perez por Geografía General de Israel Torres y si tienen dudas pueden volver a buscarme.

—Gracias, profesora —dijeron las chicas con una sonrisa.

—¡Nos vemos en unos días! —se despidió uno de ellos agitando la mano.

—¿En qué puedo ayudarle, señorita O'Connell? —la chica esperó a que la puerta se cerrara tras ellas antes de mirar a la profesora con una sonrisa.

—Con razón eres una de las profesoras favoritas de esta escuela —le dijo mientras se sentaba en su lugar habitual.

—Solo hago mi trabajo —sonrió.

—Quería disculparme... Por ponerme histérica la última vez que estuve aquí.

—Te he dicho muchas veces que no tienes que disculparte por absolutamente nada de lo que sucede en nuestras sesiones. Me hubiera sorprendido que no tuvieras reacción alguna a lo que hayas visto en tu mente.

—¿Sabes lo que vi? —ella negó.

—Solamente se lo que quieras compartir conmigo —la chica sonrió sintiendo verdadera gratitud.

—Pues... Me gustaría contártelo si aun quieres enseñarme.

—Por supuesto —le sonrió—. ¿Cuando vuelvas?

—Absolutamente. ¿Irás a algún lado estos días?

—Oh, mi prima estará de visita en la ciudad, seguro que será interesante —los ojos le brillaron mientras cerraba los cajones de su escritorio con una pequeña llave plateada—. ¿A dónde irás tu?

—A casa, con eso es suficiente. Pero antes quería despedirme —se atrevió a darle un abrazo, algo que jamás había hecho pero que encontró extrañamente reconfortante.

—Diviértete y disfruta tu familia —le dijo mientras acariciaba suavemente su cabello—, toma, antes de que lo olvide.

Le entregó una pequeña cajita de madera envuelta en un listón plateado, tenía un bonito grabado en la tapa y una pequeña cerradura plateada al centro.

—Sólo un pequeño detalle de cumpleaños.

—Gracias...

La casa tenía un dulce aroma a jazmín, el favorito de su madre, estaba un poco más fresca que el exterior y todas las ventanas estaban abiertas en un intento de atraer alguna corriente de aire. Dejaron sus mochilas en la entrada y su hermana desapareció a toda velocidad escaleras arriba, Tina sonrió antes de ir a la cocina y sacar una jarra de cristal del refrigerador.

—Preparé limonada antes de irme, es el remedio perfecto para este calor —le dijo llenando los vasos.

—¿Qué hay del aire acondicionado? —sonrieron.

La Heredera (1) El Misterio del CastilloWhere stories live. Discover now