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Negaba con la cabeza como si estuviera loco. No pudo haber buscado a nadie; luego de caminar por el parque para ir con Jade desvió su camino hasta el supermercado y volvió a casa con palomitas y cervezas. Necesitaba emborracharse para poder distraerse con algo que no fuera Harry. Sentía una tremenda impotencia con ese rizado. Quería correr como niño pequeño donde Liam, pero era tan imbécil que le daba miedo lo que pudiera decirle, incluso hacerle. Lo que le hicieron al rubio iba a ser sólo un juego a comparación con lo que su mejor amigo le haría. Podía incluso temblar del puto miedo.

Llegó indignado a su casa y se detuvo en la puerta. Tomó una respiración profunda, sintiéndose traicionado por su propio cuerpo cuando ladeó la cabeza, sus ojos viendo directo hacia la casa del ojiverde. No pudo apartar la vista por unos largos segundos, chasqueó la lengua y abrió la puerta, justo cuando iba a entrar la puerta de su maldito vecino se abrió, revelando la figura del mayor; Styles vestía ropa floja, tenía una banda amarrando su cabello. Lucía fresco, como si nada hubiera pasado en unas horas. Eso hizo que le diera más enojo al castaño. ¿Por qué él tenía que estar matándose al pensar lo que pasó cuando el otro idiota ni siquiera se inmutaba? Apretó los puños y lanzó las cervezas al suelo con odio, dejando la llave de su casa puesta en la puerta y salió directo hasta donde estaba ese fenómeno. Sintió su sangre hervir al ver como Harry estaba listo para volver a arreglar su jardín. Aprovechó que estaba de espaldas y arrodillado en el suelo para poder alzar su pie y dirigirlo hasta el estómago del rizado.

El impacto le sacó el aire, Styles llevó sus kilométricos brazos a la zona dañada, abriendo su boca a más no poder para intentar recuperar un poco el oxígeno. Sus ojos comenzaron a lagrimear y sin duda estaba más que vulnerable en ese momento. Miró el responsable; Louis se veía satisfecho con lo hecho.

-Así es como deberías estar, bastardo. -sonrió con sarna. Harry respiraba violentamente. No le daba la cara aún. Esperó a que lo hiciera, y cuando lo hizo la sonrisa se le borró de la cara.

Harry le sonreía burlón mientras que se ponía de pie.

-Volviste eh...-susurró a como pudo. -No tuviste suficiente, ¿quieres otra ronda o...?

Maldición. La verdad es que no entendía qué mierdas estaba haciendo ahí, pudo haberlo ignorado, pero no. Quería descargarse de alguna forma y pensó que quizás con el rizado sería perfecto, darle una paliza por lo que le hizo. Pero el muy tarado todavía no entendía que el más alto le doblaba en fuerza y estatura. Casi gritó cuando Harry lo tomó del brazo, atrayéndolo a su cuerpo para poder pegarlos juntos. ¿Por qué se sentía inmóvil? ¿Por qué demonios no podía darle su merecido y en vez de eso tenía las mejillas encendidas por tener unas manos tan grandes colocadas en su cintura?

-¿Pensaste en lo que te dije esta mañana? -delineó el labio inferior de Louis con su pulgar, viéndolo con atención y riéndose por dentro al ver que el castaño se quedaba perdido en sus ojos.

-S-Suéltame...-murmuró desviando la mirada. Que alguien le explique por qué carajos se sentía tan pequeño y delicado. La sensación le daba asco.

-Me gustas.

-S-Suéltame...

-Me gustas Louis. -dijo viendo esos ojos azules que tanto lo enojaban, pero que le encantaban.

-Te odio maldición...

-Lo sé. -sonrió Harry. -También sé por qué estás aquí. -y la cercanía comenzaba a notarse, podían respirar el aliento del otro.

Para el momento en el que sus labios se rozaban, Harry lo tenía abrazado de la cintura con una mano. Si alguien pasara por ahí podría verlos, sin embargo era algo casi imposible, pues en ese barrio nadie solía salir a convivir. En cuestión de minutos Louis cerró los ojos dejándose llevar por el beso que el mayor le estaba dando. Sus manos se condujeron solas hasta el cuello del ojiverde para rodearlo y atraerlo más a él. Harry sonrió en medio del beso y luego se dedicó a profundizar más el beso. Se sentía bien, sentía algo raro recorrer su estomago por tener al castaño entre sus brazos, besando sus labios aún cuando pensó que nunca en la vida iba a poder hacerlo. Sus lenguas se encontraron y Tomlinson juraba sentir sus piernas flaquear, si no fuera por que lo sostenían de la cintura se hubiera caído.

Homofóbico {LS}Where stories live. Discover now