Homofóbico {LS}

10

No hay duda de que la vida se encarga de hacer mierda a las personas, algunas, a otras no. Jake tenía eso muy presente cada día que transcurría. ¿Cuál era el problema en su vida? Louis Tomlinson. Desde el segundo año en la universidad ese desgraciado lo empezó a acosar con sus amigos. Soportaba los insultos y las burlas pero todo cambió cuando empezaron las agresiones físicas. Otro nivel que por desgracia lo afectaba de sobremanera. Es decir, dañar el cuerpo puede traer serios problemas.

El pelinegro bajó la mirada con temor cuando su acosador se puso en frente de ambos chicos, mirando a Harry con recelo y a Jake como si fuera a regañarlo. Evidentemente estaba molesto por la desobediencia del chico. Comenzaba a dudar si Jake era masoquista o algo. El rizado frunció el ceño al verlo de pie con la frente arrugada del enojo, miró a Jake y antes de que dijera alguna palabra el castaño se adelantó.

-Jake, acompáñame un momento. -dijo con rudeza en su voz.

Harry observaba todo con desconfianza. Sin saber qué pensar exactamente respecto a la petición del mayor. El ojiverde le dio una mirada a Harry para que se tranquilizara, justo cuando iba a levantarse este lo tomó de la muñeca haciendo que por inercia casi volviera al suelo. Jake lo miró con ojos sorprendidos y Harry no despegaba la mirada de Louis, quien parecía tener dagas venenosas en los ojos.

-¿Estás seguro? -preguntó en tono desconfiado, sin quitar la mano de la de Jake.

Jake se soltó del agarre lentamente sonriéndole con ternura.

-No te preocupes, será sólo un momento.

-Tranquilo marica, que ya lo traigo de vuelta. -escupió Louis enojado mientras apretaba los puños.

Con eso empezaron a caminar hacia la primera dirección que se les ocurrió, dejando a un alterado y preocupado rizado en el césped. Jake caminaba tembloroso detrás la espalda del ojiazul preparándose mentalmente para los siguientes puñetazos. Todavía sentía un poco de molestia en el cuerpo, así que no estaba seguro de cómo terminaría después de esto.

El menor se alarmó más cuando vio que se dirigían a los baños abandonados de la universidad, rogaba para que Louis no se pasara. En especial si Harry podía llegar a verlo.

Sin cuidado el ojiazul empujó al pelinegro dentro de los baños, Jake le dio la cara a este sin esperarse la cachetada que le proporcionó, se pudo escuchar el eco seco perfectamente. Se llevó la mano a la zona dañada, volviendo a ver como Louis se acercaba, con todas las intenciones de agredirlo hasta dejarlo en el suelo en muy mal estado, por cada paso que el castaño daba el menor retrocedía lo más que podía.

-Te juro que él me buscó...-susurró con miedo sintiendo como su mejilla pulsaba.

Louis ignoró aquellas palabras y continuó caminando a su objetivo, Jake se quedó quieto cuando tocó la pared con su espalda, el pánico estaba inundando su cuerpo. Louis dejó caer su mochila y tomó el cuello de Jake para acorralarlo entre la pared y su cuerpo. Luego el sonido de los puñetazos y quejidos del menor fueron el sonido que llenaba esos abandonados baños.

Louis se detuvo cuando vio a Jale hecho bolita, tratando de protegerse, no podía expresar con palabras cuánto odio le tenía al chico, simplemente se lo demostraba, con cada moretón en el cuerpo del más bajo le daba una gran satisfacción de saber que le daba su merecido, él y cada gay del planeta debería ser golpeado hasta que mueran y dejaran de estorbar. Louis no toleraba la homosexualidad y la desobediencia del chico. Siempre fue de esas personas que les gustaba tomar el control de las situaciones, ser el que domina y manda, que las cosas se hagan a su manera y que no repliquen. Una mierda total.

Louis estampó su puño en la nariz de Jake sin cuidado, el anterior dio un ligero grito al no soportar el golpe, definitivamente le había quebrado la nariz, lo supo cuando la sangre de los vasos capilares rotos empezó a descender hasta su barbilla. Jake lloró con más fuerza pero eso no era lo suficiente para detener al animal que tenía a su lado brindándole golpes tras golpe. Le dio una fuerte patada a su pierna ocasionando que el menor doblara su rodilla pegándola en el suelo, quedando así con su cuerpo arrodillado, Louis aprovechó para tomarlo del pelo y alzar su rostro, observando los ojos verdes de Jake soltando lágrimas sin parar. El ojiazul lo levantó y lo colocó contra la pared una vez más antes de unir sus labios con los del menor. El mayor metió su lengua en la boca de Jake sin medirse, pronto comenzó a morder desesperadamente, tratando de lastimarlo. El menor ceró los ojos sin dejar de llorar esperando a que Louis se separara pero se dio cuenta de que se quedaría así un buen rato.