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Liam estaba caminando hacia la casa de Louis con bebidas. Quedaron es pasar la tarde juntos, y ver una película de acción. Louis estaba en su cuarto, mirándose en el espejo, su torso bronceado estaba siendo opacado por varios moretes. Bufó indignado antes de darle un pequeño golpe al espejo y comenzar a vestirse. Estaba demasiado molesto, y adolorido. Le había quedado una marca morada en su ojo y una ceja partida. Pero lo pero era que sentía como si lo hubieran humillado.

Ah, cierto. Así fue.

Se colocó la camisa sin mangas, un short deportivo y sus pies descalzos antes de dirigirse hacia abajo. Al parecer su amigo había llegado, ni siquiera sabía qué le diría a Liam, porque la pelea no fue un empate, él había terminado perdiendo. Y eso lo indignaba más. Un asqueroso homosexual lo había vencido. Eso era demasiado para su orgullo.

Abrió la puerta para darle la espalda a su amigo. Todavía no sabía qué inventarle. El castaño entró y se dio la vuelta para cerrar la puerta, se quitó sus vans, dejando sus pies al descubierto. Un escalofrío lo recorrió cuando pisó el mármol frío. Este estaba con un pantalón azul, una camisa blanca, y un suéter azul también. En su mano traía una bolsa con las compras que había hecho y la película dentro. Observó a Louis en la cocina sin saber qué hacía exactamente, así que caminó al sillón y espero a que su amigo llegara. A los minutos un olor a palomitas se coló por sus fosas nasales y aspiró con una sonrisa.

-¿Por qué andas tan callado? -preguntó cuando Louis se sentó a su lado y le entregó unas palomitas con caramelo.

El ojiazul se sentó y tomó el mando, seguido encendió la televisión. Sin contestarle a su mejor amigo. Este frunció el ceño y lo miró.

-¿Pasó algo? -murmuró comiendo. Louis se preguntó si debía de decirle.

Mejor no. Que se diera cuenta solo.

-Aparte de que tienes un morete y una ceja partida. -continuó comiendo y sin mirarlo. Louis se atragantó con la coca-cola y lo miró.

-Hummm, no nada. -dijo nervioso, definitivamente no estaba preparado psicológicamente para hablar.

Se quedaron en silencio, Louis pensando y Liam esperando a que pusiera la película. Ambos estaban con sus pies subidos en el sofá, con un tazón lleno de palomitas entre sus piernas.

-¿Y bien? -preguntó Liam.

-¿Qué?

-¿Qué? ¿En qué andas pensando? ¡Que empieza la película! -dijo un tanto exasperado. Louis abrió sus ojos con vergüenza y le dio play.

Estaban viendo rápidos y furiosos.

Dos horas después terminó la cinta y se quedaron hablando de cualquier idiotez. Hasta que dio la noche, Liam se estaba poniendo sus zapatos, literalmente sentado en el suelo. Louis estaba recostado en la pared, apoyando su hombro y con la pierna cruzada. Observando cada movimiento de su amigo, terminando de planear una noche de chicos con Zayn. Hace mucho que no tenían una.

-Hablando del negro, ¿dónde se metió? -preguntó Liam colocándose su otro zapato. Louis frunció el ceño, tampoco sabía nada de él.

-Follando de seguro. -rió el de ojos azules, contagiando a su amigo.

Se levantó del suelo y sonrió, dándole un golpe amistoso al más bajo en el pecho. Louis abrió la puerta cortésmente mirando hacia afuera sin borrar esa sonrisa. Pero lo que vio hizo que su cuerpo se tensara y sus labios formaran una línea. Liam miró como la espalda de su amigo se tensaba y frunció el ceño. Caminó hacia donde él y salió afuera, se olvidó de Louis concentrándose en la figura rizada al otro lado de la calle, al parecer estaba paseando a su mascota.

El joven estaba de espaldas, entretenido con su teléfono mientras que el animal hacía sus necesidades. Completamente ajeno a que lo observaban. Louis estaba apretando los puños, aguantándose las ganas de ir a partirle la casa, por su culpa estaba con dolor en el vientre. El castaño miró a su amigo y de vuelta al chico en la otra calle.

Liam decidió ignorar esa extraña actitud de Louis, le palmeó el hombro llamándole la atención antes de empezar a caminar hacia su casa, alejándose del barrio en el que vivía Louis. Éste simplemente seguía clavándole la mirada, vigilando cada movimiento que daba, si el animal se movía llevándolo con él pero sin despegar la vista de su teléfono.

Y entonces algo se cruzó por la mente de Louis. No muy seguro, caminó en silencio hacia el chico rizado, que se encontraba más distraído que nunca. Harry se detuvo en seco, provocando que Louis también, sus pies descalzos le ayudaban para no hacer nada de ruido. Pronto volvió a su trabajo, al parecer estaba revisando twitter.

Con mucho cuidado y nervios le colocó la mano en el hombro, haciendo que el ojiverde se volteara para mirar quién lo tocó. Pero no fue más que el puño de Louis chocando en su nariz. Soltó el teléfono y la correa del animal por inercia llevando sus manos a su nariz. Había sido fuerte, Louis sonrió.

-Lo que te mereces. -dijo contento. Harry se estaba revolcando en el suelo, su nariz sangrando y la mascota.

Louis comenzó a caminar hacia su casa de vuelta, sintiéndose orgulloso.

(...)

-¿Y qué haces? -preguntó el chico al otro lado de la línea. El moreno estaba recostado en su cama, con el teléfono en el oído y acariciando su gato.

-Estoy hablando contigo y acariciando mi gato. -dijo con una sonrisa. Niall rió.

-Me gusta tu gato. -admitió bajito.

-Es muy gordito. -contestó acariciando la panza de Tom, su mascota.

-Como el dueño. -dijo el rubio aguantando la risa.

-¡Oye! Yo no estoy gordo. -se quejó Zayn haciendo un leve puchero aunque su amigo no lo viera. .Tom sí.

-Era broma, tú estás lindo.

En ese momento la línea se quedó en silencio, Zayn procesando lo que acababa de escuchar. Niall estaba en su casa muriendo de la vergüenza, eso definitivamente había salido de sus labios, no lo había controlado. Se cubrió la cara con las manos antes de hablar.

-L-Lo siento... no quise...-fue interrumpido por la voz del moreno.

-Tú también estás lindo, Niall. -articuló con un susurró. Los ronroneos de Tom le revolvían el estómago, o tal vez fue la confesión que le hizo al chico.

-G-Gracias... yo... te veo después, ¿sí? -el tartamudeó lograba que su acento se notara más de la cuenta, haciéndolo sentir un idiota.

-Sip. -y con eso la llamada finalizó.

Zayn suspiró y se acostó de lado, atrajo al gato a su cuerpo, este se levantó estirando sus patitas para acomodarse mejor en los brazos del morocho.

-Tom. -lo llamó, su minino alzó la cabeza mirándolo. -No sé qué me pasa.

El gato simplemente lamió su cara, para después empezar a hacer movimientos con sus patitas sobre su pecho, justo en el corazón. Y luego volvió a lamerlo antes de acomodarse en los brazos del morocho. Zayn se quedó pensando en eso, Tom lo había confundido.

¿Acaso estaba empezando a sentir algo por Niall?

Homofóbico {LS}Where stories live. Discover now