Maratón.

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Estoy tan decepcionado de wattpad, ayer cuando publiqué me di cuenta de que me borró la mitad del capítulo y pues me enojé y lo dejé así, perdón.

Maratón 1/3.

Ocho de la mañana del miércoles y Louis se encontraba despierto, sus ojos azules se abrieron de apoco, sintiendo una molestia cuando el sol chocó en su rostro. Suspiró con pereza y se frotó la cara siendo cuidadoso al pasar por su mejilla y ceja. Si no más recuerda estaba feliz, el puñetazo que le dio a Harry había sido tan placentero que le brindó un sueño fantástico. Se sentó en el borde de la cama, recuperándose del mareo repentino y poniendo sus pies en el suelo.

Caminó a la ducha totalmente expuesto, la ropa no era su amiga la mayoría del tiempo. Hoy tenía que ir a la Universidad. Anoche luego de su encuentro tuvo que hacer un ensayo completamente en italiano y no fue nada fácil, sabía un poco pero el tema necesitaba investigación y todo estaba en otro idioma.

Abrió la regadera y sintió el agua tibia chocar en su cabello, pronto pasó el shampoo por este para lavar su melena castaña. Últimamente toda su vida había dado un giro, desde que el imbécil de Harry había aparecido. Su cuerpo estaba adolorido, bueno, más que todo su vientre, ese maldito había logrado dejarlo con moretes donde siempre se había cuidado, lo peor era que se veían marcas moradas por el color de su piel casi morena.

Pasó el jabón por sus piernas terminando así la ducha, tomó la toalla y salió secándose el cabello primero, mientras que unas gotas caían en el suelo. Estaba pensando que tal vez hoy podría follarse a Eleanor de nuevo, le hacía falta el sexo.

Pero aparte había algo más, esas ganas de desquitarse con alguien, y sabía a quién se refería. Se alistó y salió sin desayunar, de paso se compraría algo. Esperaba ver a Jake hoy, se volteó para cerrar su casa con llave, una vez listo se giró echándole un ojo a la casa del rizado, por alguna razón queriendo que saliera también. Pero no, simplemente se quedó intacta, sin nadie y todo en silencio como de costumbre en ese barrio.

A los quince minutos a pie, llegó a la universidad, todos estaban metidos en sus asuntos y otros corriendo de aquí para allá con papeles en las manos, en estas fechas ya se decidía quiénes pasaban el cuatrimestre y quienes se quedaban. Por suerte el castaño nunca ha tenido problemas con eso, pasa los años como cuando estaba en la secundaria. Llegó a su clase, unas veinte personas dentro.

Que empezara el día.

(...)

Zayn estaba pintando, hoy la profesora había encargado hacer algo que últimamente les llamara la atención, no sus gustos en particular, sino algo que les haya gustado en el transcurso de estos días. Se quedó pensando en qué hacer con el pincel en sus labios, un gran cuadro delante suyo estaba en blanco y esperando a ser relleno con pintura, Observó a sus compañeros que ya estaban trazando líneas en los cuadros. La vieja que estaba como encargada pasaba analizando cada uno de estos y deteniéndose en uno que otro estudiante.

Pasó saliva cuando la vio acercarse a su puesto, maldijo en voz baja, preparándose para una regañada pues su cuadro seguía en blanco y el tiempo corría. La señora se acercó un poco y eventualmente se detuvo en el puesto de Zayn. Frunció el ceño al ver que no llevaba nada, y si más no recuerda él era uno de los mejores de su clase.

-¿Pasa algo, niño Zayn? -preguntó acomodándose sus lentes. El morocho se mordió la mejilla.

-Verá... no sé qué me gusta últimamente... -dijo con pena rascándose la nuca.

-Pero si eres un niño muy inteligente y pintor de maravilla. ¿Cómo es eso? .contestó tomando asiento a su lado. -Dime, ¿qué has hecho en tu tiempo libre?

Zayn la miró y se puso a pensar en todo lo que ha hecho. Poco a poco una sonrisa se le escapó de los labios al recordar lo bien que la había pasado con Niall.

-Sabía que había algo, pillo. -dijo la mujer sonriendo y poniéndose de pie. -Dibújalo antes de que la hora termine.

El moreno asintió empezando a dibujar con una sonrisa. Estaba decidido en dibujar lo que más le había gustado en estos días, fue aquella vez donde estaban sentados el rubio y él mientas el sol se estaba escondiendo y Niall miraba una mariposa distraído pero sonriente. Esa imagen le revolvió todo y sin duda quería plasmarla.

Al cabo de cuarenta minutos había terminado, dejando sólo los detalles finales. Muchos ya estaban en proceso de evaluación por la señora profesora, él todavía necesitaba terminar los detalles. Sus manos estaban completamente cubiertas de diferentes pinturas. Faltaba la sonrisa del menor y listo.

Sus dedos pasaban por los labios de la pintura, mientras que terminaba de moldear. Al fin quedó una hermosa imagen, Niall estaba mirando hacia el atardecer, una mariposa en su cabeza y una sonrisa tan hipnotizante. Tanto que hasta el mismo pintor se quedó admirando su trabajo, sin despegar las manos de la boca en la imagen. Acarició eso labios imaginarios con sutileza pensando en que quizás Niall lo estaba volviendo loco.

¡Eran hombres, joder!

Le frustraba que de un momento a otro un chico que apenas conoce le moviera un mundo, más cuando se supone que su orientación sexual estaba clara. Suspiró derrotado sin saber qué pensar pero algo estaba mal, quería arriesgarse pero no estaba seguro si hacerlo.

No quería ni imaginarse las reacciones de sus amigos al saber que estaba dudando se su sexualidad.

Era un caos. La vieja llegó a su lado para evaluar, se acomodó los lentes y miró la pintura. Un chico rubio observando el atardecer. Una mariposa en su cabello y una sonrisa hacia la nada. Con que eso era lo que estaba sintiendo el chico.

-Como siempre me sorprendes. -dijo dándole su nota final.

Cabe decir que gracias a Niall pasó el cuatrimestre.

Homofóbico {LS}Where stories live. Discover now