Perfectos Desconocidos

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Raven P.O.V

Aún cuando parecía que había pasado una eternidad desde que lo había visto por última vez, él se mantenía imperturbable, como si lo que tuviera en frente no fuera la persona a la que juró amar sino, una simple extraña. Él no cambió su rostro, no puso expresión alguna, mientras que yo lucía como si hubiera visto un fantasma.

Volvimos a sentir pasos, pude ver detrás de sus hombros la figura inconfundible del lobo de Cherrie. Ese pelaje rojizo, y la manera altanera de caminar, ella era la Luna y estaba haciéndomelo notar. Yo en cambio, estaba muy tranquila con Quillan a mi lado, pero no negaré que mi sonrisa ladina apareció cuando la figura imponente de Ryan se alzó tras de mi, podía sentirlo desprender su esencia de Alfa y no me molestaba en lo más mínimo, por primera vez a su alrededor me sentía segura.

Deamon pegó un respingo y noté sus ojos brillar , jamás lo había visto así, creo que llegó a gruñir pero realmente no le presté atención, en su lugar me concentré en la más grande perra que había conocido. Al final ella había ganado.

Vi todo tan rojo que empecé a reír como una desquiciada. No sabía si estaba al borde del asesinato, no sabía si solo se trataba de una horrible impotencia, solo quería y ansiaba que todo se consumiera rápidamente, verlos arder. Quería desquitar toda esta furia, esta ira contenida que me llenaba de sentimientos que no reconocía propios de mi. Yo no era así y lo sabía, pero nada me importaba, él me había traicionado de la forma más horrible y cada marca o rasguño dolía como el infierno.

No sé en qué momento empece a gritar, no sé en qué momento corrí hacia él, solo sé que ella no pensaba moverse, y sin embargo a último momento, cuando iba a saltar, ella me empujó. Me tiró al río y caí sobre unas cuantas rocas en un golpe seco. 

No me interesó en lo más mínimo el dolor de mi espalda,  sólo me levanté y clavé mis ojos en los ojos amarillos de ella, yo sabía que disfrutaba de haberme sacado de mis cabales pero estaba tan furiosa, me sentía tan derrotada que no podía simplemente dejarlo pasar. Ella sería el lobo cuya cabeza yacería en mi pared y yo habría ganado, tarde o temprano.

El sol del mediodía estaba en mi contra, a penas si podía abrir los ojos para ver la silueta de la loba, que al parecer debido a su nuevo cargo se había vuelto más grande. Vaya, quizás si estaba en problemas.

El peso de mis botas de caza y de mis ropas de entrenar era aún mayor de lo que suponía, mierda, debería haberle hecho caso a Ryan cuando me explicaba las cosas que debía tener en cuenta al momento de una lucha. Puedo verlo por el rabillo del ojo caminar ansioso en el borde del río, pues bien se que los Alfas no pueden cruzarlo, significaría la guerra inmediata entre ambas manadas, para el resto es zona neutral. Y todo ésto se cruza por mi cabeza en milésimas de segundo.

Cuando la loba está a punto de atacar, yo me lanzo a su cuello, y en un movimiento que admito no creía me fuera a salir, consigo subirme sobre su cuello y tirar de su pelaje. Embravecida, sacudió su cuerpo hasta que logró hacerme volar por los aires (no sin antes verse con varias heridas), logrando que cayera en el punto justo donde la profundidad del río ya no me deja hacer pie, y donde el agua se vuelve un rápido porque inicia la pendiente. 

Escuché el aullido del lobo de Ryan a penas el agua me tragó; la corriente y la contracorriente me habían enredado y mi cuerpo se vio envuelto por grandes fuerzas que tiraban de mi hacia lados contrarios. Tenía que salir de ahí y rápido, pues el río no cesaba su velocidad.

En un intento desesperado, alcancé la superficie y pude divisar a mi altura por sobre la orilla al lobo de Ryan siguiéndome de cerca; Quillan parecía querer meterse pero le resultaba imposible, estaba demasiado profundo. Segundos después de comprobar que no había ningún lobo negro a la vista, el agua volvió a tragarme. 

Se supone que hay que dejar que el río te lleve y aproximarse hacia las orillas ¿pero qué pasa cuando el río te arrastra hacia abajo en su lugar? Las ropas pesaban demasiado y no había roca por la que no me hubiera golpeado, ni siquiera podía ver porque la textura lodosa del río me hubiera afectado seriamente a la vista, estaba siendo arrastrada a ciegas y tenía que salir ya.

El agua me escupió por unos pocos segundos más durante los que alcancé a agarrarme con fuerza de una roca enorme. La pendiente no estaba lejos, y el agua aumentaba su fuerza, estábamos en época de deshielo y el mediodía era un momento clave en el crecimiento del río ¿por qué carajos no había pensado en eso antes de saltarme como una posesa sobre la cabeza de una arpía? Porque era una tonta sentimental, evidentemente. Entonces pude divisarlo, un lobo corría hacia mi con toda la fuerza de sus patas y me asombré al notar que no titubeé para llamarlo:

-Ryan! Auxilio! Ryan por favor! - mi mente no procesaba lo que mi boca decía, aclamaba por mi captor y no me importaba. Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver cómo gruñía y aumentaba el ritmo de su paso exigiéndole más a sus propias patas, mientras que mis dedos sangrantes cedían en la roca conforme la piel se desprendía de ellos. - Ryan!!

Una ola un poco más fuerte que las anteriores me golpeó de lleno el estómago, y el ímpetu consiguió desprenderme de la roca, rodar entre la corriente del río expulsando todo mi aire, y finalmente golpearme contra una de las últimas rocas previas a la pendiente.

Todavía no entiendo como hizo para salvarme.

Las filosas fauces del lobo de Ryan conectaron con mis prendas, y por alguna especie de milagro, antes de que éstas se desprendieran ya estábamos en la orilla. Y mientras escupía todo el agua de mis pulmones me había dado cuenta de varias cosas:

Ataqué a una loba.

Deamon nunca se movió.

Casi me mata la loba que se quedó con mi mate.

Grité el nombre de Ryan por ayuda.

Ryan me salvó.

Ryan cruzó el río para salvarme.

Ryan acaba de comenzar una guerra, por mi estupidez.


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Como siempre gracias por la espera, se que están un poco (más bien muy) ofendidos por mi ausencia pero, les juro que no es chiste que la universidad te saca toda vida social, y puesto que ya está terminando, yo voy volviendo despacito.

Recientemente me di cuenta de que mi falta de inspiración en esta novela era porque yo quería darles un camino fijo a mis personajes, pero ellos se revelaron y yo tengo que dejar de tomarles la mano. Sea el resultado que sea confío en que algunos lo harán bien y otros... bueno, lo dejamos pendiente.

Nuevamente gracias, y me esforzaré para estar subiendo el próximo capítulo pronto.

Saludos! N.

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