No nos volverás a ver

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HOLAAAAA! Se que me extrañan y que se están comiendo las uñas desde el último capítulo. También se que me odian horrores por no subir, pero la cuestión es que el colegio me funde, y quema todos mis circuitos creativos..

Sin embargo, aca he vuelto, con un capítulo más...espero que les guste!!! "Lithium" de Evanescence en multimedia...creo que refleja bastante lo que Deamon y Raven sienten...

Por cierto...chicas voten!! No se dan una idea de lo importante que es eso..y aunque agradezco que muchas de ustedes lean, voy a ser media hincha y les voy a pedir que marquen sus votos, porque así me motivan...

Cuando hoy abrí LBD y vi los 42K se me paró el corazón!! No saben cuan feliz me hacen!!

Bueno, no las molesto más...Saludos pandix!

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Raven P.O.V

Me había pasado todo el día con Bastian...

La mayor parte de ese tiempo habían sido silencios largos, y sonrisas disimuladas, mientras se encargaba de todas mi quemaduras. Pero como dicen, parece ser que los Buscadores sienten lo que los de su especie, o las persona más allegadas a ellos sienten, es por eso que siempre descubría mi estado de ánimo, y la razón por la cual exactamente hoy, no le podía mentir.

Miren lo que se aprende, pasando toda una tarde con tu mejor amigo el hombre lobo. Interesante, diría yo...

Bastian se encargó de curar todas y cada una de las heridas que tenía a rojo vivo, sobre la piel, mientras que en mi corazón se abrían nuevas. Siempre confíe en mis instintos, pero hoy? hoy era uno de esos días en los que deseaba que sólo fuera una sensación pasajera, que nada sucedería, y que la mirada de Bastian se iría conforme la hora pasaba. Pero, como mi suerte es grande, no sólo la mirada de Bastian no se iba, sino que se oscurecía cada vez más. Me daba miedo, lo que sea que le rondara por la cabeza, que le generaba esa mirada tan terrorífica; tanto, que por primera vez en la historia de nuestra amistad, no me atreví a preguntarle qué lo tenía mal...

Quizás también, temía a su respuesta.

La hora no se detuvo, pero parecía empeñada en avanzar lentamente, causando mayor desesperación en mi sistema, y alterando el sensible carácter de Bastian, por lo que ambos concordamos en que dormiría un buen rato.

Ojalá hubiese podido.

Cuando cerré mis ojos, me vi sumida en un sueño, tan real, que sentía la textura, el olor, y los sonidos que me rodeaban, no como en los sueños normales, que uno ve y oye, pero no siente ni escucha. Lo que yo vivía era incluso más sensitivo que la realidad.

Me veía en un claro, a lo Bella Swan, sintiendo cada diminuto pastito, flor, y hasta los mosquitos que zumban y te picaban...llegué a preguntarme si ésto no era real, y si yo, no estaba caminando sonámbula y lo que me rodeaba era una mezcla de mi imaginación con lo verídico. Pero de nuevo mi instinto florecía, y de alguna manera sabía, que me veía atrapada en ese sueño.

De las sombras oscuras de los árboles, que rodeaban el claro, vi salir al lobo negro que días antes, supuse me había intentado atacar, pero que luego, al despertarme entre su pelaje, y oler su aroma, descubrí que no era nada más y nada menos que el cuerpo animal de mi mate. Deamon.

Se acercaba lentamente a mi, era una bestia elegante, a pesar de su tamaño de caballo. Su porte físico fuerte, fibroso, se destacaba en los movimientos que resaltaban, bajo un pelaje negro azabache brilloso, que no era común entre los, lobos normales.

De alguna manera, me di cuenta que en sus ojos, se escondía el sufrimiento...Esos ojos lloraban por algo que sentía tenía que ver conmigo, pero yo no entendía, qué cosa especificamente.
Hasta que de alguna forma, mi cerebro conectó, las evidencias.
Me apresuré a llegar a él, y logré tocar su pelaje. Tan suave, tan espeso, tan negro. Disfrutaba al máximo acariciarlo, y parece ser que él disfrutaba ser acariciado. Vaya redundancia.
Sin embargo, en un momento dado, se separó de mi como si ese toque le molestara, y conforme se alejaba,yo decidí no seguirlo. No hacía falta, algo me decía que quedarme quieta era mi mejor opción; entonces giró su rostro hacia mi, y vi caer un lágrima, por lo cual me decidí por correr hacia él. Pero me desperté.
Toda sudada y con el corazón a mil, quise levantarme, pero cada músculo, me dolía como si hubiese corrido una maratón por largo rato. Parece que los sueños tienen efectos colaterales.

La Bestia DecideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora