Jennifer Lily Potter

Capitulo 49. El regreso de Fred.

CAPITULO 49.

-Bueno… -dije arrascandome la cabeza. –Podeís hablar con Fred aunque yo este aquí. ¿Lo sabeís verdad? –dije cambiando de tema radicalmente.

-¿De qué hablas? –dijo la abuela –Jennifer, cariño, nosotros no vemos a Fred desde la semana pasada.

-¡¿Qué?! ¿Cómo has dicho? –dije alucinando.

-Parece que esos dos renacuajos no son los únicos a los que les ha afectado el sueño ¿¿e Jennifer??–Dijo tío Ron revolviéndome el pelo, a lo que yo reaccione quitándosela de un manotazo.

-No tiene gracia tío Ron –dije yo sin darme cuenta de que le había llamado tío cosa que parecía haber alegrado a todos. -¿Acaso no lo entiendes?

-¿Y qué se supone que debo entender? –dijo con una sonrisa de suficiencia.

-Quizá que hace un semana que no ves a tu hermano ¿De verdad, ninguno os habeis enterado ya? –dije mirando a todos mientras estos me devolvían la mirada sin entender nada. -¡Esto es exasperante! ¿Ni siquiera tú tía Hermione? La verdad esperaba algo más de ti. –Dije hundiéndome en la silla.

-Jennifer, no creo que… -Empezó mi padre, pero fue interrumpido por el gritó de mi madre y tía Hermione.

-Hoy ha pasado una semana. –Dijo Hermione.

-Fred, vuelve hoy. –Continúo mi madre.

-Por fin alguien que se entera. –dije sin poder remediar la ironía de mi voz.

-Enana, no creo que debas hablarle así a tu madre. –Dijo Fred detrás de mío.

-Ya lo sé Fred, pero sabes perfectamente que la paciencia no es una de mis grandes cualidades –dije continuando con la ironía de mi voz, hasta que caí en que el que había hablado era Fred -¡FRED! –grité y me levanté de un salto mientras él se reía.

-De verdad, nunca cambiaras. –Dijo revolviéndome el pelo.

-Y tú tampoco, no sé que teneis todos con revolverme el pelo. –Dije enfurruñada como una niña pequeña. –Un momento, Fred. ¿Cómo es posible que yo te vea? –dije cayendo de repente en ello.

-Esto… -dijo él arrascandose la nuca, como si hubiera hecho algo malo.

-Mama, ¿Me puedes decir si ves ahora mismo a tu hermano Fred? –dije mirándola fijamente y ella tras reponerse de que la volviera a llamar mama (cosa que solo hacía porque estaba de los nervios y no conseguía concentrarme) me contesto un suave:

-Cariño lo siento, yo no le veo.

-¿Qué? ¡Oh, no! ¡No has sido capaz! –dijo girándome hacia Fred.

-Enana, tranquila. –dijo alargando sus brazos con las manos hacia arriaba como pidiendo piedad –Tú, solo relájate ¿Vale?

-¡FRED FABIAN WEASLY, NI SE TE OCURRA PEDIRME QUE ME CALME! –le grite, mientras me levantaba de la mesa y caminaba hacia él.

-Despertaras a los enanos. –Entonces me di cuenta de que tenía razón por lo que me acerque a él y tras ponerme de puntillas (pues él es muchísimo más alto que yo) le agarre de la oreja como mi madre hacia con mi hermano cuando éramos pequeños y lo saque casi a rastras de la casa.

-Aquí ya no me escucharan, así que habla y más te vale tener una muy buena explicación para esto porque de lo contrario me las vas a pagar. –Dije realmente enfada, a la vez que salían el resto de la familia, quienes por lo visto que yo me cabreaba tanto conseguían ver a Fred también.