Jennifer Lily Potter

capitulo 27. Quiero que vengan conmigo...

  CAPITULO 27.

Jennifer P.O.V.

Llegué y me tomé un segundo para respirar el aire frió del horrible barrio en el que había pasado los últimos diez años, y para ser sinceros hacia un frio de narices. Estábamos en pleno Noviembre y yo no llevaba más que un puñetero chándal. Todos mis pensamientos se disiparon en cuanto ví como el enorme edificio que había sido mi hogar durante el último año estaba calcinado, y sin más comencé a correr en su dirección en busca de los que eran mis compañeros de orfanato, pero para ser justo a quien realidad buscaba era a Nick y a Jack. Estaba a mitad de la calle cuando oí a lo lejos como me llamaban, pero ni siquiera me giré para mirar quien era pues acababa de distinguir a lo lejos a todos los niños y corría como una posesa en su dirección. Llegué junto a ellos y me lancé al suelo de rodillas para abrazar a Nick quien también corría hacia mí, seguido de Jack a quien también abracé con todas mis fuerzas mientras ambos lloraban sobre mis hombros. El primero en apartarse fue Jack quien se seco las lágrimas y tomo esa pose que le hacía parecer mayor de lo que era. Jack era muy alto para su edad que junto a sus ojos oscuros y su cabello negro como el azabache, le hacía parecer mayor de un niño de su edad; por el contrario Nick era pequeñín con unos grandes ojos dorados y el pelo marrón clarito el cual le hacía ser el niño más encantador que hubieras visto jamás. Me levanté, cogí a Nick en brazos y pase mi brazo sobrante por los hombros de Jack quien era casi de mi altura (como ya he dicho muy alto), para dirigirme hacia el resto de los niños los cuales también me abrazaron. Finalmente bajé un momento a Nick para poder abrazar a Dorotea, la mejor monja de todos los tiempos. Cuando me separé de ella, volví a coger a Nick en brazos a la vez que todos los que me habían perseguido a gritos llegaban - eran los mismos que me habían perseguido por el colegio- y de mis labios solo salió:

-¿Se puede saber qué coño hacéis aquí?

-Jennifer esa boca. -me regaño Dorotea.

-Perdón. -dije a la vez que agachaba la cabeza.

-No me creo lo que acaban de oír mis oídos. ¡Jennifer, pidiendo disculpas! -gritó James, haciendo que yo lo fulminará con la mirada. - Está bien, no me comas. -dijo a la vez que levantaba las manos a modo de rendición- De verdad hermanita, no pensarías que te iba a dejar venir sola. -dijo de manera pícara.

-¿Cómo que hermanita? - preguntó Nick, mirándome con sus precioso ojos, los cual cualquiera envidiaría.

-Veras chaval, yo soy James. El hermano de Jenny, y estos son sus padres. -dijo señalando a Harry y Ginny.

-Entonces tú eres el imbécil que la abandonó.- Dijo Jack acercándose a Harry amenazadoramente.

-Jack, por favor - la avisó Dorotea, pero este la ignoró y siguió acercándose a Harry.

-¿Cómo se puede ser tan cobarde y mala persona, para abandonar a una niña en la calle? ¿Sabes por todo lo qué ha pasado Jennifer, por tu culpa? -dijo a la vez que se abalanzaba sobre él. Pero antes de que hiciera algo, me interpuse en medio en un rápido movimiento dejando a Nick en el suelo y poniendo ambas manos sobre los hombros de Jack. A la vez que decía:

-Jack, ya basta.

-No Jenny, no basta. Por culpa de ese a ti te han... -pero no le deje acabar la frase poniendo mi mano en su boca, no quería que ninguno se enterará de eso. Él se enteró de casualidad, al igual que Nick y no permitiría que ningún otro niño se enterara.

-No, Jack. No merece la pena.

Estábamos comiendo unos perritos calientes en uno de los pocos sitios, en los que la comida era aceptable. Mientras los niños comían distrayéndose de todo lo que acababan de suceder, yo hablaba con Dorotea.