No me hables... Besame. [ZAYN MALIK]

Capitulo 23.1 (Mamá)

Zayn: Que me ignores es peor que la paliza de Alejandro.
Kendra: Nada que no se solucione con una operación.
Zayn: Gracias Kendra – dijo sincero – te debo tantas.
Kendra: No me debes nada.
Zayn: ¿Por qué no dejaste que me matara? Pensé que estarías contenta.
Kendra: ¿Y perderme la oportunidad de matarte yo? No creo.
Zayn: Desconecta los cables 
Kendra: No, creo que hay peores muertes, aquí todavía te podrían salvar.
Zayn: La peor muerte sería que te alejaras de mi – se toca el corazón – no por favor – dijo fingiendo dolor – no te alejes – hablaba lento – de mí.

Estalle en carcajadas y para mi mala suerte me di cuenta que sin él no era nada, absolutamente nada… 

Kendra: ¿Qué me das si me quedo?
Zayn: Un regalote – dijo pervertido – 
Kendra: Zayn – dije riendo – basta, no digas esas cosas.
Zayn: Dame tu mano – dijo estirando la suya hacia mí – 
Kendra: ¿Para?
Zayn: ¿Confías en mí?

Entrecerré mis ojos y asentí con la cabeza.

Zayn: Entonces dame tu mano.

Le entregue mi mano y comenzó a acariciar mis nudillos con su pulgar.

Zayn: Eres la chica que más amo en este mundo.

Sonreí al escucharlo y nos quedamos mirando a los ojos, sentí esa vulnerabilidad.

Kendra: No te quiero lejos de mí.
Zayn: Nunca más estaré lejos de ti.

Nos quedamos mirando a los ojos y escuchamos que se abría la puerta entonces ambos volteamos.

Ester: Hola hijo – dijo llorando – que bueno que todo ha salido bien.
Zayn: Gracias mamá – le dijo con una sonrisa – 

La señora Malik me mataba con la mirada cuando se dio cuenta que la mano mía y de Zayn estaban entrelazadas, entonces intente soltarlo.

Zayn: ¿Qué te pasa? – dijo viéndome – 
Kendra: Creo que tu madre – dije por fin soltándome – tiene que decirte ciertas cosas.

La madre de Zayn se me quedo viendo aun peor, moví la silla de ruedas.

Zayn: Kendra, quédate.
Kendra: Tu madre y yo no podemos estar en la misma habitación.
Zayn: ¿Kendra?

Salí de la habitación directo a la sala de espera, me molestaba que me culpara por algo que yo no había ocasionado, Zayn se metió solo a las peleas, yo no fui. 

Lionel: ¿Hija? 
Kendra: Zayn está bien, ¿Nos podemos ir a casa?
Lionel: ¿Te ha hecho algo malo? 
Kendra: No, él no…
Lionel: ¿Quién?
Mark: ¿Ha sido mi mujer?
Kendra: Señor, es su esposa y la mamá de Zayn, yo no puedo contra ella.
Mark: No entiendo porque Ester se ha ido contra ti.
Kendra: Da igual, cuando tenga la oportunidad ustedes de hablar con Zayn dígale que nos veremos en otra ocasión.
Mark: Claro.
Kendra: Papá vámonos por favor.
Lionel: Permiso Mark – dijo parándose del sillón – en hora buena Zayn está bien.
Mark: Gracias y especialmente a ti Kendra, salvaste a mi hijo.
Kendra: No fue nada.

Mi papá lleva mi silla de ruedas hasta el elevador y llega rápido, nos subimos en silencio, pero presiento que mi padre no lo dejara tanto tiempo.

Lionel: ¿Qué te ha hecho?

Lo sabía.

Kendra: Nada papá, pero su mirada es de reproche.
Lionel: Si sabes que eso no debe afectarte a ti con Zayn ¿Verdad?
Kendra: Ni siquiera estoy segura que haya un Zayn y yo.
Lionel: Lo hay, porque sé que te ama.
Kendra: Yo también lo se papá.
Lionel: ¿Pudieron hablar?
Kendra: Al estilo de Zayn.
Lionel: ¿Y eso cómo es?
Kendra: Entre sarcasmos, chistes y verdades.
Lionel: Juraría que son muy iguales.
Kendra: Pero yo no estoy tan jodida.
Lionel: No seas grosera – dijo sonriendo – 
Kendra: ¿Crees que la madre de Zayn sea un impedimento para que él y yo estemos juntos?

Llego el elevador al sótano donde estaba nuestro coche estacionado y bajamos comenzando a buscar el coche.

Lionel: No lo sé preciosa, esperemos que no, lamento decirte que esta ocasión Zayn es el que tiene el poder de decidir. 
Kendra: Uy! Creo que me fregué.
Lionel: Relájate.

Llegamos al coche y mi papá me ayudo a subir al asiento del copiloto, cerro mi puerta y tomo la silla de ruedas subiéndola a la cajuela, regreso al coche subiéndose en el asiento del conductor.

Lionel: Sabes tendré que dejarte sola en casa un rato – dijo arrancando el coche – tengo que ir a la empresa.
Kendra: Entiendo papá, estaré bien.
Lionel: ¿Por qué no le hablas a Harry? Tal vez él pueda hacerte un poco de compañía.
Kendra: Suena bien, le llamare.

Saque mi teléfono y marque el número de Harry.

Harry: Hola Kendra, ¿Ya salió Malik de la operación?
Kendra: Si.
Harry: ¿Y como esta?
Kendra: Bien, se estará recuperando.
Harry: ¿Sigues en el hospital?
Kendra: En realidad voy para la casa de mi papá, ¿Crees poder ir?
Harry: Claro, estoy muy aburrido, las vacaciones no me sientan muy bien.
Kendra: Bueno, por lo menos tú no tienes un yeso.
Harry: Jajajaja, ya depresiva, voy para haya entonces.
Kendra: Gracias.

Cuelgó y volteo a ver a mi papá.

Lionel: ¿Qué paso?
Kendra: Si puede venir.
Lionel: Harry me agrada, es la clase de personas que quiero cerca de ti.
Kendra: ¿Y a Zayn?
Lionel: Aunque no lo quiera cerca de ti, creo que siempre estará cerca de ti, aunque yo intente evitarlo y hasta aunque tu intentes evitarlo.
Kendra: Puede que tengas razón.
Lionel: Agarra la onda – dijo riendo – 
Kendra: ¿Quién te ha pegado esa frase? – Dije riendo – suenas como todo un chavo ruco 
Lionel: No seas grosera conmigo Kendra – dijo serio – 
Kendra: Hay ya papá, agarra la onda 

Los dos comenzamos a reír, extrañaba a mi papá, en estos momentos era el único y Harry que estaban cerca de mí.

Llegamos a mi casa y me dejo mi papá, casi 10 minutos después llego Harry.

Harry: Pensé que no llegaba, había un tráfico terrible.
Kendra: Sucede…
Harry: Te veo apagada, ¿Qué te pasa?
Kendra: La mamá de Zayn me culpa por lo que paso.
Harry: ¿Necesito decirte que tú no tienes la culpa?
Kendra: Yo sé que no tengo la culpa, pero… sonara raro, pero la verdad es que…
Harry: ¿Qué?
Kendra: Si Zayn me pide que regresemos… regresaría con él.
Harry: Eso no es una novedad, ¿Cuál es el problema entonces?
Kendra: Que… siento que su mamá nos querrá separar.
Harry: Déjame serte sincero… si mi mamá se tratara de entrometer en mi vida, la obedecería.
Kendra: ¡Vez!
Harry: Déjame terminar, pero por como es Zayn… la va a apartar, por algo tenía la vida oculta Kendra, no seas mensa… ese hombre haría cualquier cosa por ti, yo lo sé, se le ve.
Kendra: Hay Harry – dije suspirando – espero que nada nos impida estar juntos.

En ese momento sonó el timbre y Harry fue a ver.

Harry: Kendra – dijo viendo por el picaporte – es una mujer pelirroja y con ojos verdes.
Kendra: Es mi mamá – dije sería – 
Harry: ¿Qué?
Kendra: Es mi mamá 

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