Capitulo 11.2 (Hoja en Blanco)

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Kendra: Pues adiós.
Joshua: Adiós Kendra, duerme lindo –dijo dándome un beso en la frente-
Deimon: Duerme princesa, te amo 

Joshua y Deimon salieron de la habitación, no tarde en quedarme dormida. Y entro al mundo de los sueños.
Estoy arriba de esa supuesta moto, veo a dos personas, si quiero pasar tendré que arrollar a alguno, pero no logro distinguir, los veo y trato de averiguar quiénes son, hasta que aparece a mi lado Nadia. 

Nadia: ¡A LA DERECHA KENDRA! ¡A LA DERECHA!

Acelero y arrollo al chico de la derecha, me bajo de la moto y siento unas manos en mis caderas, volteo a verlo, ahí está él, el hombre que tanto eh amado, que extraño y deseo. Alejandro, el amor de mi vida. 
Pero en cuanto intento averiguar quién es el otro chico, empiezo a escuchar que alguien grita mi nombre y me voy despertándome lentamente.

Lionel: ¡Kendra! –Dijo tomándome por los hombros -¡HIJA!

Me despierto por completo y me encuentro con los ojos de mi padre y siento que estoy llorando.

Lionel: Hija, ¿Qué soñabas?
Kendra: Nada… 

No me sentía lista para hablar sobre mi sueño, pero al parecer mi inconsciente no me ayudaba.

Lionel: Hija, ¿Has vuelto a tener contacto con Alejandro?
Kendra: ¿Qué? 
Lionel: Decías Alejandro en sueños cariño.
Kendra: ¿Yo? ¿En serio?

Esto no podía estas pasando, yo no podía haber vuelto a tener contacto con Alejandro, él me había dañado, y no quería nada con él.

Lionel: Ya hablaremos con Nadia –dijo inquieto –más le vale a ese jovencito que no se acerque a ti.
Kendra: Lo mismo espero papá, que no se acerque a mí.

Mas sin en cambio, después de ese sueño, sentí algo dentro de mí, y curiosidad por, ¿Quién era el otro chico?
Entro el doctor, ya era de mañana, tanto mi padre como yo, estábamos muchos más tranquilos con mi horrible sueño, mi padre sufría con lo que imaginaba y yo con lo que había soñado.

Doctor: Bueno Kendra, ya puedes regresar a casa.
Kendra: ¿Recuperare la memoria?

Era mejor ser directa, no quería que me contestara con lastima, quería que como yo, me respondiera sin darle tanto rodeo al asunto, necesitaba saberlo.

Doctor: Hay probabilidades Kendra, estas en un habitad diferente al tuyo, tal vez cuando llegues a México puedas reconocer y recordar cosas, uno nunca sabe, pero ya le eh dicho a tu padre que apenas y recuerdes algo, me llame y podamos ponernos a trabajar en ello.
Kendra: ¿Es seguro que viaje hoy mismo en avión?
Doctor: Bueno, es lógico que tenemos que acomodarte un buen collarín y tendrás que utilizar las muletas, pero no es un viaje tan largo, así que realmente espero y no haya problemas, que puedo estar seguro que no los habrá.
Kendra: Esta bien, ya me quiero ir.

Mi papá, la enfermera y el doctor, me ayudaron a levantarme, me acomodaron bien el collarín y me sentaron en una silla de ruedas que al parecer mi padre había comprado. Hablo un poco más de los cuidados que tenía que tener, pero estaba lo suficientemente perdida en mis pensamientos. Ese chico, ¿Quién era? Entonces decidí hacer una pregunta.

Kendra: Doctor.
Doctor: Si Kendra, ¿Qué pasa?
Kendra: Los sueños pueden ser la puerta de recuerdos.
Doctor: Claro que sí, recuerda que estas inconsciente cuando duermes, por lo mismo puede que te revele cosas que tu lado consiente no quiere, entonces lo vuelves sueños, ¿Has soñado algo?
Kendra: Puede que sí, me soñé en la moto.

Basta, no iba a decir más, no quería que nadie sacara conclusiones de mis sueños, tenía que averiguarlo yo cuando llegara a México con ayuda de Nadia.

Doctor: Ese puede ser un gran avance, ¿Qué hacías en la moto?
Kendra: No lo recuerdo, solo sé que estaba en la moto.
Doctor: Bien Kendra, en cuanto sueñes algo de lo que quieras hablar, márcame –dijo dándome su tarjeta –seguro que te podré apoyar.
Kendra: Gracias. 

Joshua y Deimon estaban listos para regresar, según mi padre, su socio le había prestado un avión, para que fuera más rápido y pudiera ser más seguro.

Joshua: ¿Y de quien es este avión papá?
Lionel: De mi socio, ya lo eh dicho.
Deimon: ¿Cuál de todos?
Lionel: Del señor Malik.

Voltee a ver mi papá confundida, el apellido se me hacía conocido.

Kendra: ¿Ya lo eh conocido?
Lionel: ¿Por qué lo preguntas, hija?
Kendra: El apellido me suena, pero no creo que sea de alguien que haya conocido de más tiempo, seguro que fue en los 3 meses.
Lionel: Tuvimos una cena en casa linda.
Kendra: Una cena –dije como tratando de recordar -¿Hace cuánto?
Lionel: Como 2 semanas.
Joshua: Lo aprobabas para socio de mi papá.
Deimon: Si, todo estaba bien.
Kendra: De acuerdo, tal vez en otra ocasión pueda verlo y agradecerle por el avión.
Lionel: Si, tal vez hija.

Sentía que me ocultaban algo, yo conozco a mis hermanos y a mi padre como a nadie, pero no quería moverle más al asunto, estaba cansada, pero por suerte ya íbamos en el avión camino a México. Me quede dormida en el camino, según mi padre no tardaríamos en llegar a México.
Entre el sueño e ir jugando con Deimon y Joshua el viaje fue muy rápido, cuando me ayudaron a bajar del avión, me subieron al coche de mi padre, me dolía el cuello y la cabeza, pero no quería comentarlo. Seguro que me dolía la cabeza de tanto pensar y simplemente quería dejar de hacerlo.

Joshua: Te quedarás con mi papá unos días.
Kendra: ¿Y la escuela?
Deimon: Te llevare e iré por ti todos los días, necesito saber que estas segura.
Joshua: No queremos que nada malo te pase.
Kendra: Tengo unos hermanos sobre protectores.
Lionel: Y un padre, será como Deimon dice, pero si tu no quieres ir a la escuela, no hay problemas, puedes quedarte a descansar.
Kendra: ¿Y cuándo veré a Nadia?
Joshua: Podríamos llamarle, aún es temprano, tal vez podría ir a casa a pasar la noche.
Kendra: ¿Se puede papi?
Lionel: Claro nena.

Llegamos a casa, Deimon me tomo en brazos y me sentó en el sillón, me paso el teléfono. 

Deimon: A Nadia le gustara escucharte.
Kendra: Eso espero.

Le marque, sonó 2 veces y contesto.

Nadia: ¿Si?
Kendra: Hola Nadia
Nadia: ¡KENDRA! –Dijo exagerando su grito –Que bueno que me marcas, estaba muy espantada, en verdad no sabía cómo estabas y todos estamos preocupados por ti.
Kendra: ¿Todos? –dije confundida-
Nadia: Si bueno –dijo nerviosa –me refiero a Dante y a mí.
Kendra: ¿Dante?
Nadia: Dante, es mi novio Kendra. ¿Estás bien?
Kendra: No, Nadia, no estoy bien. No recuerdo nada de lo que pase en 3 meses.
Nadia: ¿No recuerdas nada de lo que pasaste en 3 meses? –repitió-
Kendra: ¿Con quién estas Nadia?
Nadia: ¿Yo? Con nadie.
Kendra: Venga Nadia, no conozco a alguien que te conozca más que yo.
Nadia: Bueno, pues… estoy con Dante.
Kendra: ¿Nada más?
Nadia: Y su primo.
Kendra: Oh, te iba a decir si venias casa de mi papá a pasar la noche, pero creo que estas ocupada.
Nadia: No, claro que puedo ir.
Kendra: ¿Segura? No quiero interrumpir.
Nadia: No seas boba, estaré ahí. 
Kendra: Tal vez puedas traer a Dante, sería bueno que valla recordando su cara.
Nadia: ¿Por qué lo dices?
Kendra: Porque me contaron que lo conocí, puede que me traiga recuerdos.
Nadia: Me llevara, vive cerca de casa de tu padre.
Kendra: Te espero.
Nadia: Ahí te veo.

Colgó y aunque sé que Dante es su novio, ese nombre no me suena a que lo haya conocido, tal vez si lo veo sepa quién es y recuerde algo. Era horrible tener que volver a ver a alguien que ya había compartido algo, solo porque no puedes recordarlo, y necesitas repuestas y llenar 3 meses de tu vida. Estaba claro que habías pasado cosas, o eso me “gustaba” creer, ya que gracias a eso había pasado el accidente, y era la única respuesta que tenía por ahorita y no me hacía sentir tan mal.

Lionel: ¿Qué paso linda?
Kendra: ¿Con qué?
Lionel: ¿Vendrá Nadia?
Kendra: Si, vendrá a dejarla su novio.
Lionel: ¿Y tú, linda?
Kendra: ¿Qué?
Lionel: ¿No tienes pensado conseguir novio?

Comencé a reírme, era tan raro, la mayoría de los padres querían que sus hijas no tuvieran novio, pero mi padre era al revés, en verdad necesitaba que consiguiera uno, y ahora. 

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No me hables... Besame. [ZAYN MALIK]Where stories live. Discover now