No me hables... Besame. [ZAYN MALIK]

Capitulo 20.1 (Entre las manos)

Y es como recibir el peor golpe de mi vida, se me pasa por la mente las malditas peleas, si me dedicara a no pelear probablemente no sería una niña “buena” sin más decido terminar con esta conversación.

Kendra: Si Harry acepta iré – digo a medias – pero entonces tengo que colgar para llamarle.
Lionel: Wow – suspira – suena bien hermosa, llega a casa y de aquí vamos a la casa de los Malik.
Kendra: Si, si…
Lionel: Ya lo eh hablado todo con Harry, él sabe la hora y como deben ir vestidos, debo dejarte, tengo más trabajo por hacer.
Kendra: AJA.
Lionel: Espero y no estés molesta.
Kendra: ¿Por qué? ¿Por qué citas a mi novio sin decirme nada antes? No para nada 

Y corto la llamada, que te quede claro papi, que en algún momento las cosas van a cambiar, marco él teléfono de Harry antes de darle la oportunidad a mi papá de volverme a llamar, me contesta Harry.

Harry: Genial, pensé que marcarías más temprano, ¿Tendré que ir de verdad?
Kendra: No lo decidí yo, lo juro, mi papá me acaba de llamar, en verdad estoy molesta por esto.
Harry: Da igual, ya le eh dicho que sí.
Kendra: No tienes que hacerlo.
Harry: Ya le he dicho que si a tu padre, y no dejare que la situación se les valla entre los dedos, me necesitas y lo entiendo.
Kendra: Algún día tendré que pagártelo.
Harry: Déjalo, ni todo el dinero de tu papá lo llegaran a costear, esa es la verdad.
Kendra: Me estás haciendo sentirme terrible.
Harry: Tranquila nena – dice con dolor – yo mañana paso por ti, y solo un favor.
Kendra: ¿Qué necesitas?
Harry: Zayn estará ahí, dile que se controle con sus estúpidos celos o me largare de ahí sin más.
Kendra: Se lo haré saber. 

Me cuelga el teléfono y siento cierto dolor en cómo me está tratando Harry con todo esto, me pasa por la mente marcarle a Zayn, pero la verdad es que no me apetece meterme a hablar con sarcasmos y que se lo tome todo ha juego, Harry para mí no es un juego, jamás lo fue y quiero que Zayn lo entienda, porque no quiero ver mal a Harry, entonces me acuesto y sin más me quedo dormida.

A la mañana siguiente me despierto porque Nadia está jodiendo como toda mañana en que se me hace tarde, pero hoy no hay colegio y entonces no sé porque.

Nadia: Harry está aquí, se te hace tarde, dice que para la comida.

Me paro de sopetón al recordar, sin decir ninguna palabra me meto al baño y escucho a Nadia entrar.

Nadia: ¿Qué comida? ¿Y por qué con Harry?
Kendra: Déjame bañarme.
Nadia: Ya responde.
Kendra: En casa de los Malik, por el regreso de Zayn, mi papá llamo a Harry.
Nadia: ¿Zayn no se pondrá mal?

Mierda, ya no llame a Zayn.

Kendra: No sé, estamos en casa de sus padres, no creo que se ponga mal. Salte ya termine.
Nadia: Que veloz.

Escucho que cierra la puerta y me cambio rápido, me pongo un bonito vestido floreado que sé que le encantara a mi papá, si tan solo no me sintiera culpable con él por lo que soy, las cosas serían diferentes, entonces salgo del baño con la toalla secando mi cabello y diviso a Harry en la sala, solo.

Me apresuro, pongo un moño en mi pelo y sé que estoy lista, tomo mi bolso con un poco de dinero, mi celular y salgo.

Harry: ¿Ya? – dice serio – 
Kendra: Si vamos.
Nadia: Suerte en la comidita.
Harry: Se necesitara, adiós Nadia.
Nadia: Hasta luego.

Me salgo del departamento, y siento frio, no sé si en verdad es el clima o es la tensión que hasta se podría cortar con un cuchillo, esto está de locos, Harry es frio, distante y presiento que tiene razones para estarlo, si pudiera le diría que me matara y ya, pero no.

Llegamos a casa de los Malik directamente, Harry confiesa que en eso quedo con mi papá después de hablar conmigo, estoy molesta con mi padre, esa es la verdad, entonces veo un coche rosado aparcado en la entrada de la casa, si no es que merece ser llamada mansión. Es terriblemente gigante, pero me enfoco en aquel coche rosado, trato de hacerme la idea de que es de su mamá, pero algo me dice que no.

Camino con Harry pero lo detengo.

Kendra: Pongamos reglas antes de entrar ahí.
Harry: Claro – dice sincero – 
Kendra: Evitemos los besos, únicamente nos tomamos de la mano y por favor vuelve a ser mi amigo.

Sé que le sorprenden mis palabras, pero lo necesito, es como mi hermano, en verdad que necesito de él.

Harry: Kendra yo… - se toca el cabello incomodo – bueno, siento si me eh portado como un estúpido.
Kendra: No Harry, yo lo entiendo – digo al fin – pero te necesito de regreso, me haces falta, te siento tan distante.
Harry: Kendra… 
Kendra: Hablo en serio Harry, llevemos la fiesta en paz.

Harry suspira y me toma la mano sin más, tocamos y nos abre una muchacha, del servicio supongo.

-¿Si?
Kendra: Soy Kendra de Valle. 

Y no término la señorita me recibe sin más y me hace pasar, la casa es gigante y Harry suelta su primera burrada de la noche.

Harry: Ahora sé porque lo quieres, el dinero – dice en voz baja con voz juguetona – 
Kendra: No seas tonto – digo dándole un pequeño golpe en el brazo – 

Y vuelvo a sentir que recupero a mi amigo, el ríe y la señorita que nos abre la puerta nos indica que la sigamos, recorremos una casa enorme y en ese momento aparece Deimon.

Deimon: ¡Chicos! – Grita emocionado – que bueno que veo gente normal por aquí.

La señorita sonríe y nos deja solos.

Kendra: ¿Y papá?
Deimon: No ha llegado, dice que no tardaba, Alexander y Lorenz llegaron tarde y se arreglaban, ya sabes que así suele pasar.
Kendra: Lose.
Deimon: Un gusto verte Harry – dijo saludándolo efusivamente – me alegro mucho.
Harry: Digo lo mismo Deimon – contesta igual de efusivo – 
Kendra: ¿Y los padres de Zayn?
Deimon: La verdad es que no se, hay un montón de gente haya afuera, seguro que también son empresarios y esas cosas – dice en un tono gracioso – pero bueno, no eh querido pasar solo.
Harry: ¿Llegaste solo?
Deimon: Iba a pasar por mi hermana y en eso recibí la llamada de mi padre diciendo que tú vendrías con ella, debo decir que siento alivio de que llegaras con ella.
Harry: ¿A qué se debe?
Deimon: El mimado de esta fiesta no me gusta.

Se refiere a Zayn, hay hermanito, a mí me encanta.

Harry: Que te puedo decir – dice incomodo – 
-Hija.

Escucho la voz de mi padre atrás de mí y lo veo llegar con Lorenz, Alexander y Joshua.
Kendra: Hola papá, hola chicos.

Nos saludamos todos y como siempre reciben muy bien a Harry, entonces mi papá nos dice que pasemos sin pena y llegamos al jardín, en una mesa dice “DEL VALLE” está justo al lado derecho de la principal, entonces recuerdo el coche rosado, que estúpida, aquí hay un montón de gente, y doy gracias, porque algo más íntimo sería muchísimo más incómodo, entonces siento que Harry platica animadamente con Alexander y Lorenz, y siento envidia, mejor con Harry llevan una verdadera conversación y mi papá platica cosas con Deimon, Joshua me saca de mis pensamientos. 

Joshua: Engaña a todos, pero te noto nerviosa.

Volteo y me encuentro con un Harry totalmente metido en una conversación que obviamente no puedo seguir y volteo de nuevo a Joshua.

Kendra: Me conoces.
Joshua: ¿Y?

No puedo contestar cuando aparece en nuestra mesa la madre y el padre de Zayn, nos ponemos de pie todos y nos saludamos, el padre de Zayn me saluda cordial como siempre, y la mamá de Zayn me abraza, pero sé que algo oculta entonces se acerca a mi oído…

-Acompáñame Kendra, vamos a platicar tantito.

Asiento y sin avisar me alejo con ella, entonces me lleva a una parte del jardín donde nadie nos escucha.

Ester: Mira Kendra – dice sin rodeos – sé que tú y mi hijo se traen algo.
Kendra: ¿A qué se refiere? – digo intentando sonar confundida – 
Ester: ¿Me negaras que te gusta?
Kendra: Su hijo me gusto señora Malik, eso es todo.
Ester: Lo sé, y sé que tú a él, no había problemas hasta tu curioso incidente en la moto y tu padre queriendo matar a mi hijo, claro que admiro a tu padre, yo hubiera enloquecido el triple si Zayn tiene un accidente así.
Kendra: No sé a lo que quiere llegar.
Ester: Sin rodeos Kendra, creo que tú sabes la vida de mi hijo.
Kendra: No la sabía hasta que entre a esta gran casa.
Ester: Me refiero a su vida exterior Kendra, me han contado que pelea.
Kendra: ¿Pelea?
Ester: Igual que tú.
Kendra: Señora – me interrumpe – 
Ester: Me lo ha contado mi nuera, Rosario.

El corazón me da un vuelco y tengo ganas de vomitar, pero obvio me contengo.

Kendra: ¿Y? 

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