Capitulo 16 (Él de nuevo)

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Harry: En el corazón no se manda Kendra.
Kendra: Quiero mandarle.
Harry: ¿Por qué no simplemente dejas que tu corazón decida qué es lo mejor?
Kendra: Nunca decide lo mejor.
Harry: Pues si dejarás de obstruir todo sentimiento, entonces tal vez si decidiría mejor.
Kendra: Hay Harry – dije abrazándolo – no sé qué sería sin ti.
Harry: Nada – dijo riendo – pero vamos a la cafetería porque muero de hambre.
Kendra: Yo comí un rico desayuno – dije caminando de nuevo – 
Harry: ¿Te gusto?
Kendra: Me encanto.

Llegamos a la cafetería tomados de la mano, y caminamos hacia donde servían la comida.

-Hola Kendra – dijo emocionada la cocinera – Hola Harry.
Kendra: Hola 
-¿Lo de siempre?
Kendra: Oh no, esta vez es Harry el que viene a comer.
-Entiendo, ¿Qué quieres Harry?

Harry comenzó a pedir su comida y yo me quede en la esquina sosteniéndome para no caer, cuando sentí una mano en mi hombro.

Kendra: ¿Qué pasa Niall?
Niall: Kendra, amiga mía.
Kendra: No soy tu amiga.
Niall: Pues ahora eres como mi cuñada.
Kendra: ¿A qué viene eso?
Niall: Por Harry, tu sabes… es como mi hermano.
Kendra: ¿Y?
Niall: Ustedes son novios, ¿No?
Kendra: ¿Eso te importa?
Niall: Claro, como te eh dicho Harry es como mi hermano.
Kendra: Es eso o quieres hacer chisme con tus amigos, si es así lárgate.
Niall: Los eh visto entrar por la puerta tomados de la mano, pensé que seguías con Zayn en la cabeza.
Harry: Déjala Niall.
Niall: ¡HARRY! – Dijo abrazándolo – que bueno es verte.
Harry: Relájate.
Niall: Los eh visto – dijo guiñando un ojo – que bueno.
Harry: Te vi con Larissa.
Niall: Siempre la has de cagar – dijo riendo – ya me voy, ambos son unos pesados, bonita pareja.
Kendra: Lárgate.

Niall comenzó a irse y Harry me miraba con una sonrisa.

Kendra: ¿Qué es lo gracioso?
Harry: No lo soportas.
Kendra: Claro que no – dije frunciendo el ceño – ¿Eso te molesta?
Harry: No, me da risa, en toda mi vida, nunca había conocido alguien que odiara a Niall.
Kendra: No lo odio, solo me estresa él y su bola de amigos.
Harry: Sus amigos si son molestos.
Kendra: Bueno – dije caminando con trabajos – sentémonos para que puedas comer.
Harry: Buena idea, ¿Necesitas ayuda?
Kendra: No, camina, no te preocupes.

Comenzamos a caminar a una mesa vacía cuando llegamos tome una silla, pero justo en ese momento Jimena también y la jalo, me caí por falta de fuerzas.

Harry: ¡Kendra! – dijo dejando la charola en la mesa y levantándome – 
Jimena: Que torpe.

Se escucharon las risas, lo cual hizo que me enojara aún más.

Kendra: ¿¡CUAL ES TU MALDITO PROBLEMA!?
Jimena: Hay Kendra, ninguno, ¿Qué te hace pensar que tengo un problema? Y no grites, porque si puedes hablar normal, ¿no? Es que… desconozco tu estado… mental.

Me di cuenta que todos escuchaban atentos lo que decíamos, porque escuche la risa y las burlas, esta vez Jimena no me ganaría.

Kendra: Puedo hablar bien Jimena, pero con las personas, no con los animales.
Jimena: ¿Qué clase de insulto es ese? – dijo riéndose –
Kendra: Tu dímelo, zorra. 

Se escuchó la risa general y hasta escuche una pequeña burla de parte de Harry.

Jimena: Coja.
Kendra: Hueca. 
Jimena: Estúpida.
Kendra: Perra.
Nadia: Merece más insultos – dijo apenas llegando – lárgate Jimena, no me hagas patearte el culo.
Jimena: ¿Tu a mí? Por favor.
Kendra: Lo hare yo.
Jimena: ¿Con la muleta?
Kendra: Con mi puño, estúpida.
Jimena: No te engañes, tú no sabes golpear con puño, solo usas esa patadita, ¿Cómo le llamas? A si, FINIQUIT – dijo riendo – 

Esta vez no hubo burla alguna, parecía que Jimena era la única que no sabía que tan poderosa podía ser esa patada.

Kendra: ¿En verdad me vas a tratar de hacer burla con una de las armas más mortales de la lucha de por aquí? ¿Es enserio?
Jimena: Ni siquiera puedes pelear.
Kendra: Pues te invito en un mes a verme partir un culo.
Jimena: Eso es imposible, casi estas lisiada.
Kendra: Ahí está el problema, casi, pero no lo estoy, ahora LARGATE.

Ahora la burla era contra Jimena, que se alejó molesta y sus amiguitas aparecieron caminando detrás de ella.

Nadia: De nada – dijo sentándose – 
Kendra: ¿Qué? – dije confundida e igual sentándome con ayuda de Harry – 
Nadia: Te salve de la loca.
Harry: Creo que ella se salvó solita.
Nadia: Tú estabas aquí, podrías haberla ayudado.
Harry: Ella podía sola, si Jimena intentaba algo, entonces si me metería.
Nadia: Hay ahora resulta que mucha fe en Kendra.
Kendra: Déjalo Nadia.
Nadia: Solo bromeo, solo eso.
Harry: Ya Nadia, sigue con tu vida.
Nadia: Vez como él es el que empieza.
Kendra: Chicos, ya. Anda Harry come que tenemos clase.

Harry comenzó a comer y Nadia revisaba el celular, me dieron ganas de ir al baño.

Kendra: Chicos, voy al baño.
Nadia: ¿Te llevo?
Kendra: No, gracias – dije parándome – yo puedo.
Harry: Deja que te lleve Nadia.
Kendra: ¿Dónde quedo la fe? – Dije divertida – No tardo, no pasará nada.

Me aleje con cuidado hacia el baño y entre, me acerque a los lavaderos, donde había un gran espejo, me lave las manos y cuando voltee hacia arriba vi a Zayn reflejado en el espejo, espantada voltee a donde debería de estar, pero no estaba.

Kendra: ¿Hay alguien? – Grite – pero nadie contesto. 

Recorrí todos los baños, pero no había nadie, así que decidí hacer rápido mis necesidades y salir lo más rápido de aquel lugar, me sentía aterrorizada, ¿Y si algo malo le había pasado a Zayn?

Cuando regrese a la mesa llegue en un tiempo record, Harry no estaba, solo Nadia.

Kendra: ¿Y Harry?
Nadia: Por haya – dijo señalando una mesa, estaba con Niall – no sé cómo puede ser su amigo, Niall es tan tonto y Harry tan lindo.
Kendra: Cuidado – dije riendo – es mío.
Nadia: Oye tranquila celosa.
Kendra: Nadia – dije más sería – te quiero contar algo.
Nadia: Dilo.

Nadia dejo su celular, supe que me ponía atención.

Kendra: Soñé con Zayn, y estuve hablando dormida, decía su nombre.
Nadia: ¿Y cómo sabes eso?
Kendra: Se quedó Harry conmigo la noche.
Nadia: Cochina.
Kendra: ¡Nadia! – Dije en forma de regaño – no ha pasado nada y menos después de lo que decía dormida.
Nadia: Así que ha sido Harry quien te ha dicho que decías su nombre.
Kendra: Si.
Nadia: Que feo debió haber sido, ¿Se enojó?
Kendra: Dice que él entiende que nunca estará al nivel de Zayn, sentí horrible.
Nadia: Él tiene razón.
Kendra: Nadia…
Nadia: Kendra, deja de engañarte, sigues con la estúpida esperanza de que Zayn aparezca de la nada, acéptalo.
Kendra: Lo vi.
Nadia: ¿Qué? – Dijo confundida – ¿A quién viste?
Kendra: A Zayn.
Nadia: ¿A si? ¿Y en done?
Kendra: En el baño.
Nadia: Kendra, tu estas mal de la cabeza, ¿Has pensado en ir a psicólogo? ¿Cómo Zayn va a estar en el baño?
Kendra: Ya se, ya se – dije agachando la cabeza – sabes, solo quiero saber si está bien.
Nadia: ¿Eso te dejaría tranquila?
Kendra: Claro que me dejaría tranquila.
Nadia: ¿Segura Kendra?
Kendra: Obvio.
Nadia: Zayn está bien. 

Después de que dijo eso, antes de que yo pudiera decir algo, se paró y se fue, llego Harry.
Harry: ¿Por qué se va?

No podía contestar, Nadia sabía dónde estaba Zayn y me lo estaba ocultando.

Harry: ¿Kendra?
Kendra: Perdón – dije saliendo del shock – ¿Nos vamos a clase? – dije viendo el reloj – 
Harry: Si hermosa – dijo ayudándome a parar – vamos a clase.

Harry comenzó a platicarme algo sobre una fiesta en la que Niall lo había invitado, y quería que yo lo acompañara.

Kendra: No me quieren, Harry.
Harry: ¿Y? No vas con ellos, sino conmigo y yo te adoro.
Kendra: Es muy lindo de tu parte cariño, pero en verdad no me gustaría ir, pero puedes ir tú.
Harry: ¿Solo? No gracias.
Kendra: Harry, muchos van solos a las fiestas, no tienes por qué detenerte por mí.
Harry: No Kendra, mejor nos quedamos en casa o algo.
Kendra: Harry, es enserio, ve a la fiesta, ¿Si? Yo ese día iré con mi papá, diviértete.

Harry no pudo decir más el profesor había entrado a la clase y tuvimos que guardar silencio, e ignorando la fiesta, era terrible haber visto así a Zayn, no podía estar loca, yo le había visto, de eso estaba MUY segura, había sido muy real, pero… ¿Por qué? ¿A caso Zayn estaba pasando algo malo? Y luego Nadia jurando que él estaba bien, ¿Cómo debería tomar eso? ¿Nadia lo había visto?

-Señorita del Valle – escuche la voz del maestro – ¿Le ocurre algo?
Kendra: ¿Qué? – dije confundida – 
Jimena: Que si te pasa algo retrasada.

Todos comenzaron a reír, pero el profesor los mando a callar.

Harry: ¿Te sientes mal? ¿Por qué lloras?

Si Harry no me dice que estaba llorando, no me daba cuenta, me limpie las lágrimas.

-Puede salir si es necesario señorita del Valle.
Harry: ¿Puedo acompañarla?
-Si joven Styles.

Harry me ayudo a pararme y me llevo afuera, comencé a llorar sin más, había sido terrible ver así, o imaginarme así haber visto a Zayn.

Harry: ¿Qué te pasa Kendra? – Dijo abrazándome – se sincera por favor.
Kendra: No quiero Harry – dije llorando – en verdad no quiero.
Harry: ¿No quieres que, linda?
Kendra: Imaginarlo, soñarlo o pensarlo, quiero que desaparezca.
Harry: ¿Hablas de Zayn?
Kendra: Si – dije sin más – ya no quiero esta vida, mejor hubiera sido morir en ese accidente.
Harry: No digas tonterías Kendra, en verdad no sabes lo que dices, la vida te dio otra oportunidad, aprovéchala.
Kendra: Quiero aprovecharla, pero su recuerdo no me deja.
Harry: ¿Quién dijo que iba a ser fácil?
Kendra: No te quiero lastimar.
Harry: Me duele más que te lastimes tu sola, yo estoy consciente de las cosas, pero, ¿Y tú?

No podía contestar, estaba muy mal, me volvió a abrazar fuerte.

Harry: ¿Quieres que te lleve a tu apartamento?

Asentí con la cabeza y me cargo, escondí mi cabeza en su pecho y seguía llorando bajito. Camino hasta su carro y me puso en el asiento trasero, me dio un beso en la frente, aventó mi mochila y la de él y cerró la puerta, después de subió en el asiento del conductor y sin decir nada, arranco. Saque mi celular de la mochila y escribí un texto a Nadia.

Tuve que irme, me sentía muy mal, no te preocupes por mí, voy con Harry. ¡NO TE PREOCUPES! Te quiero. Kendra.

Envíe el mensaje y escuche a Harry.

Harry: ¿Le avisas a Nadia?
Kendra: Me conoces. –dije más tranquila –
Harry: Eh pasado contigo el tiempo suficiente para saber que adoras a Nadia.
Kendra: Es como mi hermana.
Harry: Son buenas amigas. Como yo con Niall
Kendra: Claro, pero Nadia no es odiosa.
Harry: Eso dices tú.
Kendra: ¡Harry! – dije en forma de regaño – 
Harry: Estoy jugando – dijo en forma de defensa –

No tardamos en llegar a casa, me ayudo a bajar y entramos a mi casa.

Harry: Que cansado estoy.
Kendra: ¿De qué?
Harry: Pesas, gordita.
Kendra: Eres un grosero Harry – dije riéndome – voy a mi habitación a ponerme la pijama.
Harry: Kendra, es temprano.
Kendra: Lo sé, pero tengo flojera.
Harry: Entiendo – dijo riendo – prepare algo de botana.
Kendra: Eso suena bien.

Camine con cuidado hacia mi cuarto y Harry fue hacia la cocina, a él le encantaba cocinar, era una de sus pasiones, y lo hacía muy bien, entre a mi cuarto y cerré la puerta, fui directo al pequeño cuarto donde estaba mi ropa y saque la pijama, camine de regreso a la cama y estaba mi venta abierta, abrí los ojos de más, yo nunca dejo mi ventana abierta, NUNCA, ¿Se me había olvidado cerrarla? No, eso era imposible, gire a ver a todos lados, pero que estúpida estaba siendo, ¿Cómo alguien escalaría 3 pisos? Seguro que se me había olvido cerrarlo, si eso debía ser, sin más camine para cerrar la ventana, con tantas cosas en mi cabeza, era lógico que se me fueran los pequeños detalles, regrese a la cama y me puse la pijama, me sentía más cómoda. Regrese a la sala, estaba Harry viendo tele.

Kendra: ¿Cómodo?
Harry: Me falta el pijama – dijo en forma de burla – 
Kendra: Que chistoso – dije sarcástica – 
Harry: Relájate – dijo riendo – anda, ven acá y acuéstate conmigo.
Kendra: Suena tentador – justo cuando me iba a acostar escuche un grito de afuera – ¡ES NADIA! – Grite espantada – 

Harry me tomo en brazos y salió corriendo del departamento, en tiempo record había llegado abajo, me puso con cuidado en el piso, estaba Nadia y Dante.

Kendra: ¿Qué pasa? – dije espantada – 
Nadia: No, nada – dijo nerviosa – solo, bueno, estábamos, ya sabes…
Dante: Jugando.
Kendra: ¿Jugando? – dije confundida – 
Nadia: Si, eso, jugando, Dante me cargo y por poco me tira, solo eso.
Harry: Te escuchabas realmente espantada, ¿segura que estas bien?
Dante: Solo jugábamos, en verdad.
Kendra: Que jueguitos – dije molesta – ¿No deberías estar en la escuela Nadia?
Nadia: Si, recibí tu mensaje y me salí.
Kendra: Te dije que no te preocuparas.
Nadia: Me pides cosas imposibles.
Harry: Estaba conmigo.
Nadia: Y confió en ti Harry – dijo poniendo su mano en el hombro de él – pero tenía que ver cuál era el problema.
Dante: Le dije a Nadia que no se preocupara, pero ya sabes como es.
Kendra: Pues que se controle.
Nadia: No te enojes Kendra. 
Kendra: Te juro que intento no enojarme Nadia, pero me has metido un buen susto.
Nadia: Relájate, no fue nada, solo un juego.
Harry: Ya linda – dijo tomando mi mano – regresemos arriba.
Kendra: Si, vamos.
Nadia: ¿No les molesta que nosotros también entremos?
Dante: Entra tu linda, yo tengo que ir, a ya sabes – dijo en un tono extraño – 
Nadia: Oh si – dijo sonriendo – suerte cariño.
Dante: Los veo luego Kendra, Harry – dijo despidiéndose – cuídate muñeca – dijo dándole un beso a Nadia – 
Nadia: Tu igual amor.

Dante se alejó y regresamos los 3 al apartamento.

Nadia: Oye Kendra.
Kendra: ¿Qué?
Nadia: Vamos a la fiesta de Niall el sábado.
Harry: Ya vez cariño – dijo abrazándome por detrás – vamos.
Kendra: ¿Vas a ir Nadia? – dije con asco – 
Nadia: Será divertido, vamos.
Harry: Ya vez cariño, vamos.
Nadia: No seas aguada – dijo riendo – te prometo que será una excelente noche.
Kendra: Lo voy a pensar.

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No me hables... Besame. [ZAYN MALIK]Where stories live. Discover now