Capitulo 36; Maravillosas sensaciones

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-Es maravilloso verles juntos ¿verdad? –Cristal se sobresalto al oir la voz de Giselle tras ella, se giro levemente y la miro

-Si –sonrió y volvió a mirar por la ventana de la cocina  Fuera, William jugaba con sus hijos y con sus sobrinos, todos juntos

-¿Y? –Giselle se apoyo en la encimera mirándola sonriente

-¿Y que? –Cristal se giro hacia ella y la miro con el ceño fruncido

-¿Mi hermano? ¿Tu? –Giselle levanto una ceja –Vamos, habéis pasado unas vacaciones juntos en Paris

-Si, con los niños –Cristal entrecerró los ojos

-Ya, menos excusas –Giselle suspiro -¿Crees que no me doy cuenta? El ha estado persiguiéndote desde que llegaste y tu le huyes como un conejito asustado

-Eso no es verdad –Cristal se puso tensa

-¿Ah no? –Giselle sonrió –Lleváis aquí dos tres días, ¿Te has quedado a solas con el en algún momento? –levanto una mano –A solas, sin los niños

-He tenido mucho trabajo –Cristal suspiro incomoda –Organizar el desfile, las modelos, la llegada de Brian y las chicas

-Sigue buscando excusas que ni tu misma te crees –Giselle negó con la cabeza -¿A caso me vas a decir que no paso nada en Paris?

-No paso nada en Paris –Cristal la miro a los ojos

-Ya, misma ciudad, mismo hotel, misma habitación –sonrió –misma cama

-Misma habitación con los gemelos, misma cama, con los gemelos –Cristal frunció el ceño –Un momento ¿Cómo sabes tu lo de la misma cama? ¿Te lo contó tu hermano?

-Algo así –Giselle rió divertida

-Oh Dios mió –Cristal la miro acusadoramente –Tu lo planeaste, le dijiste a mis hijos que nos pidieran dormir todos juntos.   Y seguramente tambien fue idea tuya que se regresaran a sus camas y nos dejaran a solas

-Soy una mujer de recursos –Giselle se encogió de hombros

-No me lo puedo creer –Cristal camino por la cocina nerviosa

-Oh vamos, deja la indignación –Giselle levanto una ceja -¿Me vas a decir que no paso nada esa noche que pasasteis en la misma cama SOLOS? –recalco la ultima palabra

-Pues NO PASO NADA –Cristal respondió despacio

-Claro y yo soy la virgen Maria –suspiro -¿Nada? ¿Ni siquiera que te sentiste cómoda durmiendo junto a el? ¿No me iras a decir que durmiendo en la misma cama no te abrazo? –se acerco a ella y la miro a los ojos –Dime la verdad Cristal ¿No sentiste nada al tenerle a tu lado?

-Se me hace tarde –Ella miro su reloj y salio corriendo de la cocina.   Nerviosa y ofuscada consigo misma por salir huyendo atravesó la casa hasta llegar a su habitación, entro y cerro bruscamente, como si esa puerta pudiera protegerla

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