Secretos

Capitulo 35; De vuelta en casa

La leve brisa entraba por el ventanal meciendo las cortinas suavemente, los rayos del sol inundaban la habitación dándole luz .  Cristal dormía placidamente, la suave sabana acariciaba su piel y sentía el brazo de su pequeño en su cintura.  El pequeño pitido del despertador la aviso de que era la hora de levantarse y con desgana extendió el brazo y lo apago.   Bostezo y se desperezo despacio mientras sonreía, hacia mucho tiempo que no dormía tan placidamente, de hecho, esta noche había dormido incluso mejor que las otras tres en las que compartió cama con los niños y con William 

Suspiro consciente de que era el momento de levantarse y pensó en hacerlo lo mas silenciosamente posible para no despertar a sus hijos.  Solo entonces se dio cuenta de un pequeño detalle, el brazo que había sobre su cintura pesaba demasiado para ser el de alguno de los niños.  Trago saliva nerviosa y movió lentamente los pies, no, definitivamente no era ninguno de sus hijos el que estaba tras ella.  Giro el rostro y vio el rostro de William, que aun permanecía dormido.  Trato de incorporarse levemente y se dio cuenta de que seria difícil salir de allí, tenia el brazo de el sobre la cintura, pero no solo eso, su trasero estaba pegado literalmente a una parte del cuerpo de William que parecía haberse despertado muy animada esa mañana, por otro lado sus piernas estaban enredadas con las de el 

-Mierda –Susurro en voz baja mientras se removía, empujo el brazo de William y este resbalo por su trasero hasta caer en la cama.   Su rostro se tiño de rojo tras sentir esa leve caricia.  Después se arrastro por la sabana hacia delante, alejándose de su “Buen despertar” movió su pierna derecha hacia delante liberándola, pero ahora tenia un problema, la izquierda, estaba literalmente atrapada entre las dos piernas de el.

Trato de moverla pero le era imposible, se tenso al notar como el se removía y suspiraba y eso la puso aun mas nerviosa ¡¿Cómo demonios había terminado durmiendo así?! Se incorporo sentándose en la mama, en una postura un poco extraña y entonces agarro su pierna por el muslo y tiro de ella levemente, pero la pierna de el pesaba demasiado.  Apretó la mandíbula furiosa y con todas sus fuerzas movió su pierna hacia ella misma Mal calculado -¡Ah! –y cayó de la cama de espaldas

-¿Qué? –William se levanto sobresaltado, miro a todos lados y frunció el ceño al ver las piernas de ella en el filo de la cama -¿Cristal?

-Estoy bien –Ella respondió sin levantarse ¿Bien? Estaba muerta de la vergüenza, no solo por como habian dormido, sino que ahora el se despertaba y la veía despatarrada en el suelo.  Entonces sus ojos se abrieron de golpe y se levanto bruscamente -¡¿Y los niños?!

-¿Cómo? –William miro la cama vacía -¿Dónde estan los niños?

-¡Eso es lo que yo acabo de preguntar! –Histérica camino hacia la puerta que comunicaba ambas habitaciones

-Espera –William trato de seguirla rápidamente, sin darse cuenta llevo la sabana con el y sus pies se enredaron en ella, patino, pero consiguió mantener la estabilidad –Mierda sabana –La quito y tiro a un lado

-¿Cuándo se fueron a sus camas? –Cristal estaba parada en la puerta que comunicaba su habitación con la de los niños, ellos estaban allí, cada uno en su cama, durmiendo como unos angelitos

-¿Eh? No se –William frunció el ceño -¿Qué hora es?