Capitulo 23; Son mis hijos

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Cristal salio de su habitación de mal humor ¿Quién tocaba el timbre de su casa a las tres de la mañana?  Cerro la puerta de la habitación de los niños y termino de ponerse la sudadera, después atravesó el salón y aun bostezando abrió la puerta.

-¿Cuándo pensabas decírmelo? –William O´Connor estaba parado ante ella, como siempre con un impecable traje chaqueta

-¿Decirte que? –Ella lo miro con el ceño fruncido –Espera un momento ¿Qué haces tu aquí?

-¡¿Decirme que?! –entro a la casa sin esperar invitación

-No levantes la voz, mis hijos duermen –Cristal cerro la puerta y lo miro molesta -¿Quién te dijo que pasaras?

-¿Tus hijos duermen? ¿Y Brian? ¿Tambien duerme? –Observo como ella se ponía tensa y sonrió -¿Por qué no le llamas para que venga a echarme de la casa a patadas?

-Ya basta William, te estas comportando como un niño –Cristal lo miro a los ojos –No son horas de visitas

-He pensado que no importa la hora, ya que vengo a ver a mis hijos –Y la sala se quedo en total silencio

-¿Cómo dices? –Cristal empezó a sentirse realmente mal

-Digo que esos niños son mis hijos, que tu me lo has ocultado y que me has mentido, y yo como estupido te he creído –Camino hacia ella furioso –Tu no estas casadas, ese idiota no es tu marido y esos niños son mis hijos

-William cálmate –Cristal lo miro a los ojos –No son horas

-¡No son horas! ¡Eso es lo que vas a decirme! –William la agarro del brazo -¡Son mis hijos!

-¡¿Y que querías William?! ¡¿Qué querías?! ¡¿Qué volviera en tu busca anunciándote que tu gran error de aquella noche había tenido consecuencias?! –El se tenso al oír la palabra error, tal y como el lo había llamado

-¡Tendrías que habérmelo dicho! –William apretó su agarre -¡Son mis hijos! ¡Tenia derechos!

-¡¿Y que tenia yo?! ¡¿Qué se supone que era lo que yo tenia?! –los ojos de ella se inundaron de lagrimas -¡Te diré lo que tenia William! ¡Tenia dieciocho años, estaba asustada y tu me dejaste sola en aquella maldita cocina! ¡Me quitaste la virginidad y te marchaste diciendo que había sido un error! ¡¿Sabes como me sentí?! –se libro del agarre de el bruscamente -¡Lo único que yo tenia era un corazón roto! ¡Tu me rompiste el corazón!

De nuevo la sala quedo en silencio, el la miraba a ella sin saber que decir, que hacer y ella a el con rabia, con resentimiento, por primera vez en su vida había liberado todo su dolor

-¿Mami? –Alexander estaba en la puerta de su habitación mirándolos asustado

-Oh, cielo –Cristal corrió a tomar a su hijo de la mano –Todo esta bien, vuelve a la cama

-¿Estas enfadada? –El la miro con el ceño fruncido

-No cariño, no estoy enfadada –lo abrazo fuertemente –Vamos a la cama si

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