¿Que coj...?

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"Las balas no pudieron llegar al cuerpo de Rubén ni al de Mangel, cierta chica con poderes mentales las había detenido al tiempo que hizo que dieran la vuelta para que se incrustaran en el cuerpo de los soldados, haciéndolos caer."

Mangel yacía tirado en el suelo, en cambio, Rubén seguía erguido, con la frente en alto, mirándome.

Mierda, por muy herócico que haya parecido eso, el muy idiota reveló que yo seguía ahí. 

Miré a Josué, buscando por todos lados entre la gran cantidad de gente de las dos filas, todas, con los ojos como platos, sin poder creer lo que acababan de ver, y nadie le prestaba atención a los pobres hombres tirados en el suelo, todos heridos por las propias balas que habían tirado ellos mismos, todo lo que das vuelve, literal.

-Bueno, está aquí, vamos a hacer que el campo de batalla sea más interesante,- se le escuchó decir a Josué por el megáfono- muchachos, suelten las minas.

En ese momento, otro grupo de orangutanes con armas salieron de detrás de la plataforma, ¿cómo cojones salen de ahí?, y ubicaron un tipo de red transparente con varios círculos puestos en distintos lugares de ésta, no se distinguian bien, lo que hacía muy difícil saber si ibas a pisar una o ibas a salir vivo de allí.

Rubén ayudó a Mangel a levantarse y salieron de la escena, Eddy los llamó disimuladamente y fueron con nosotros, cuando llegaron, nos metimos en el centro comercial para dar el adiós.

-Rubén yo l...

No pude terminar la oración, Rubén ya me había besado y abrazado, mientras nos abrazábamos, dijo:

-No vuelvas a abrandonarme.

-Tendré que hacerlo ahora.

-No dejaré que te lleven.

-No puedes enfrentarte a las fuerzas alemanas y americanas, para colmo, juntas, no.

-Entonces haré lo que mejor puedo hacer por tu bien, llevarte, meterte en mi casa de nuevo y hacer como que esto nunca pasó.

-¿Y crees que ahí se terminará todo? ¿Crees que se rendirán? ¿Qué solo por escaparme van a dejar de perseguirme? Esto es matar o morir, amor, y no quiero ser yo quién termine muerta.

-Alex, amor, por favor, no salgas.

-Lo siento, pero si quiero libertad, tendré que pelear por ella.

-¿Y si pierdes?

-Supongo que perderé todo lo que amo, así que estoy obligada a ganar, y no puedes hacer nada más que desearme suerte.

Creí que mi reencuentro con Rubén sería más emotivo, pero no quería ilusionarme con todo eso, porque debía hacerle frente a mi destino y pelear por lo que quería, no iba a dejar que unos idiotas con dinero y armas se apropiaran de lo que es mío, mi vida.

Salí del centro comercial y me dirigí hacia donde empezaba el pasillo que iba a la plataforma, donde casi le disparan a Rubén, cuando Josué se enteró de mi prescencia, me miró y sonrió, una estúpida sonrisa irónica, burlona y estúpida.

-Bien, aquí estoy.

-Acércate, Alex, no te escucho muy bien.- Dijo Josué desde su megáfono.

-Acércate tú, no estoy acostumbrada a los escenarios, tengo pánico escénico, idiota.- Grité irritada.

-En realidad, me gusta aquí, voy a poder disfrutar del show desde primera fila.

-¿Show?

En el momento en que hice la pregunta, Josué asentía y se bajaba de la plataforma, dejándole el paso a esos orangutanes amaestrados a medias llenos de armas. 

Pero eso no era todo, las paredes traseras de la plataforma se abrieron, dejando paso a Josué, montado en lo que parecía ser un robot de unos 4 metros, ¿esto es en serio?

Si, si lo era, ¿lo mejor? no era el único, pero siendo una de las agencias policiales más reconocidas de todas, algo debajo de a manga debían tener.

Conté en total 8 robots y 20 orangutanes.

Ni en ese punto era todo lo que tenían, noté que todos los orangutanes se equipaban unos extraño lentes, que no eran solo lentes.

-Suelten las minas.- se le escuchó a Josué desde su robot.

Decenas de círculos metálicos diminutos cayeron desde detrás de la plataforma, y descubrí que los lentes servían para ubicarlas, y yo no los tenía.

Los orangutanes se abalanzaron contra mi dándome con todo su arsenal de armas, traté de desviar todas las balas pero una me dió en el hombro.

Me tomé el hombro mientras seguía desviando las balas y me agachaba en el suelo para no caerme.

Escuché un grito de Rubén y lo miré tratando de tranquilizarlo.

«Tranquilízate, estoy bien.»

Le llegó, no lo dudo, había olvidado mi habilidad de leer mentes, pero básicamente no lo recuerdas cuando te dan un tiro en el hombro.

 Traté de levantarme y me vengué de todos los orangutanes, antes, las balas solo caían al suelo porque no sabía a que dirección mandarlas por miedo a herir a alguien inocente, pero ahora fijé bien su rumbo.

1...2...4...7...9...16..., los 20 orangutanes cayeron con 3 o 4 balas incrustadas en sus pechos.

Ahora me quedaban los robots, eran más complicados de derrumbar porque su armamento era poderoso y rebuscado, lo que hacía difícil hacer que cayeran.

No sé como cojones lo hice, pero cerré los ojos y todo se detuvo, vi la máquina desde dentro, vi todos los engranajes, las bujías, los resortes y cosas que no tenía idea de que eran.

Impulsé, no sé que, pero lo impulsé, iba hacia delante, muy rápido y destrozaba al robot desde dentro, haciéndolo estallar.

Cuando abrí los ojos, el robot yacía en el suelo pedregoso de la calle, la cabeza me dolía, pero no me detuve, aunque me estallara, seguiría destrozando un robot uno por uno, y el úlitmo sería el de Josué.

Uno a uno, las diferentes partes de las masas de metal salían disparadas hacia diversas partes, y las que quedaban se desplomaban en el suelo.

Terminé con los 7, solo quedaba uno, la cabeza me ardía, me dolía demasiado, el hombro ya no sangaba pero dolía y no podía mover el brazo del todo.

Mi respiración era acelerada y trataba de mantenerme en pie, miré a Josué, su mirada mostraba desesperación.

«Terminaré con esto rápido, no te preocupes.»

No me esperaba una respuesta, no me esperaba que me contestara, no me esperaba lo que sucedió, no esperaba absolutamente nada de su parte.

«No si yo lo termino primero, preciosa.»

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No tengo computadora :'(

Me divertí mucho escribiendo este capítulo, espero que les guste.

La novela está por cumplir un año! Si, eso es lo que me toma escribir 46 partes de una historia, soy un fracaso.

¿Sáben de quién es el cumpleaños en unos días? SI, DE MI BEBITO, ES EL CUMPLEAÑOS NÚMERO VEINTICINCO DE RUBÉN DOBLAS GUNDERSEN.

Nótese que acabo de actualizar el prólogo, mi forma de escribir cambió bastante, disrútenla :)

Bueno, no tengo nada más que decir, ojalá les haya gustado el capítulo.

Saludos y buenas noches <3.

Psicópata. (elrubiusOMG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora