Mi Sexy Hermanastro 2 [+18]

Capítulo 10 "Te Tengo"

—¿Tienen noticias? —pregunté algo desesperado.

Han pasado tres días desde la desaparición de Nicole y por lo que me contó Joscelin de Daniel, el novio de Amanda. Les prometí a las dos que los traería a los dos con vida. Pase lo que pase. Tengo una ansiedad que me carcome por dentro. Está vez si no voy a dudar en matar a esos infelices.

—¡Si! —dijo Carlos. Esa simple palabra me ha alegrado la vida. —¡Ven ya! —cerré el móvil y baje las escaleras.

Estaba en casa de Armando. Abajo se encontraban casi todos: Jane, David, Armando, Charlotte, Joscelin, Jorge, Amanda y el chico Gabriel. Todos preocupados.

Lo que no entiendo para que esos estúpidos quieren a Daniel. Él no tiene nada que ver con todo esto.

—¡Han encontrado algo! —dije mientras abría la puerta.

No quería ver a Joscelin. Estaba devastada y si la miraba me iba a derrumbar yo también y no quería eso. No es el momento para caer.

No espere respuesta y salí de ahí.

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Llegué lo más rápido a casa de Carlos. Donde ya estaba Marco y cinco hombres más. Me sentí un poco intimidado.

—Al fin llegas. Te presento a Rick, Matt, Ryan, Bradley y a Connor —iba señalándolo, mientras pronunciaba sus nombre ellos me hacían un saludo y me sonreían.

Ahora ya no me sentía tan pequeño. Son buenas personas. Estaban vestidos todo de negros.

—Cuéntame —dije mientras me sentaba en un sofá que se encontraba en el despacho de Carlos.

—Bien. Están a las afueras de la ciudad, pero no en el mismo lugar de la última vez. Están en un lugar abandonado. Nada que ve con su estilo... — miró a Marco. —Hoy vamos en la noche. No soporto un día más.

Todos los hombres asintieron. Carlos y Marco son buenos líderes. Yo también asentí. Son las 16:25 falta poco.

—Los encontráremos a los dos. Vivos —habló Marco. Asentí. Sintiendo mi sangre correr con más fuerza por mi organismo.

Se va a arrepentir de haber nacido.

Mi móvil sonó.

—¿Cómo te atreves? —era Joscelin.

—Lo siento. Tengo que hacer esto sin ti —dije. Sé que ella querrá venir pero es muy peligroso. Esa gente está demente.

—¡También es mi hija! Leonardo. Y Daniel es mi amigo —se le escuchó la voz ahogada.

—Confía en mi, por favor. —supliqué, intentando no quebrarme en ese momento. La voz de ella sollozaba y me hacía sentir mal.

   Cerró la llamada sin decirme nada. Sé que está enojada pero la entiendo yo también estaría así o peor.

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Yo me quedé en casa de Carlos a esperar la hora.

Carlos me pidió que lo siguiera, lo mismo le dijo a Marco. Y nos llevó a su despacho.

—Les diré una cosa. Esa gente que andan con ellos son mucho más peligrosos que los anteriores y son mucho más. —dijo Carlos moviéndose de un lado a otro. —No sabemos lo que nos espera. Pero tenemos que matarlos a todos y salvar a las víctimas... —sonrió.