Capitulo 2 "Esto no puede ser"

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     Maldita sea, como extraño a Joscelin, nadie me quiere decir para donde se fue, ¿por qué lo hizo? o ¿por qué no se despidió de mí?

—Ya hermano, manas tensión —dijo Carlos que se encontraba en la oficina conmigo.

      Llevo casi un puto año sin saber nada de ella, la ansiedad y la desesperación me carcome y lo peor de todo es que no sé si está viva o muerta, si esta en otra galaxia o en este planeta simplemente desapareció de un día para otro.

—¿Tu sabes? dime —le exigí a Carlos porque estoy seguro que él y todos mis cercanos saben donde se encuentra ella. Lo agarré por el cuello pues no me iba a decir.

—Ya cálmate. Ella se fue del país porque te encontró con Daniela en la cama —fruncí el ceño de confusión cuando dijo aquello. Si yo no he estado con Daniela desde que me junté con Joscelin.

—¿Qué país? —pregunté. Él negó con la cabeza.

     Estaba en un bar tamándome unos tragos con Marco, conversabamos sobre, cuando Joscelin cumpla veintidos años le pediré matrimonio, no soy una persona pasciente pero lo seré con ella.

—Bueno hermano, yo seré el padrino de la boda con mi esposa ¿me oyes? —dijo él. Sonreí pues ya estaba un poco pasado de tragos.

     Eran las 23:00, ya era hora de irnos pagué la cuenta de los dos.

—Sr. Jonshon, le invitan este trago —susurró el cóctelero.

¿Quién? —pregunté frunciendo el ceño.

Alejandro Schell.

      Lo busqué con la mirada, ¿qué hace el regalándome tragos? yo no los necesito. Miré para donde estaba, me levantó la copa que tenía en forma de brindis, tomé el vaso con el trago invitado, lo alzé y me lo bebí todo.

      Salí de ahí, dejé el auto de Marco en el estacionamiento del lugar, él estaba ebrio asi que lo llevé hasta su casa. Lo dejé con una Eleonor enojada. A ella no le gustaba cuando bebía hasta quedar ebrio.

      Conduje hasta mi apartamento, de la nada siento que todo me da vuelta, todo se ve borroso. Caminé hasta la puerta y entré a mi penthouse.

    Puta madre, restregué mis ojos esto no puede ser.

     Como pude, llegué a mi cama me quité los zapato, iba a quitarme la camisa pero no pude. Perdí la conciencia.

****

     Desperté con un dolor de cabeza horrible, estaba sin camisa no recuerdo nada de lo que me pasó anoche, maldita sea.

    Lo solté de mi agarre y caminé de un lado a otro, esto no puede ser.

—¿Qué sucede? —me preguntó

—Es que no recuerdo nada de esa noche, y cuando desperté, estaba solo como me habia dormido. Maldita sea —susurré aflojándome la corbata sentía que me ahogaba.

     Eso debe ser obra del hijo de puta de Derek, como no dejé a Joscelin nos quizo separar por su propia cuenta.

    Salí de ahí y me dirigí a casa de los Shell, esta vez si lo mataré.

—Leonardo ¿para dónde vas? —escuché a Armando hablarme. Solo lo miré. Y seguí caminando pero él se interpuso en mi camino —Te he hecho una pregunta. —dijo mirándome serio.

—A casa de los Shell, ahora apartate —murmuré intentando apartarlo.

—¿Hacer qué?

—Creo que ya estoy bastante grande como para que te vengas a preocupar por lo que hago ahora —repuse algo frustrado.

—Me vale un carajo que estes grande —dijo casí gritando llamando la atención de las persona que estaban ahí trabajando —¡Soy tu padre y me respetas! ¿Okey?

—¿Estas seguro de eso? —escuché la voz de Alejandro Shell. ¿Ahora de qué habla?

      La verdad me vale una mierda, Armando puso una cara de horror cuando lo vío. No lo entiendo cada vez que lo ve su cara es así.

—¿Por qué no le dices la verdad? Que ahora yo sé —murmuró él acercándose a nosotros.

—¿De qué verdad hablan? —pregunté frunciendo el ceño

—Díselo Armando, o se lo digo yo.

—¿De qué mierda me hablan? —dije gritando, porque no hablan de una buena vez.

—Leonardo tu no eres hijo de Armando, sino mío —espetó Alejandro brindándome un abrazo —Todo este tiempo has estado peleando con tu hermano por una estúpida niña... —dejé que siguera hablando, puta madre que no puedo creer lo que me acaba de decir, simplemente no lo puedo creer. Hice mis manos puños —...En serio, casi matas a tu hermano de sangre por una cualquiera como lo es Joscelin Wilson.

    En el momento en que dijo eso, estampé mi puño en su rostro y de manera rápida lo agarré del cuello y lo estrellé contra la pared que se encontraba ahí.

—¡Mientes! ¡Tu no eres mi padre! —grité enojado apretando su cuello con demasiada fuerza —¡Eres un maldito infeliz, al igual que Derek!

—Leonardo suetálo, todo lo que dice es verdad, ahora necesito que te calmes, para poder explicarte todo —dijo Armando pero no lo solté estaba tan furioso que no me dí cuenta que Derek estaba allí.

     Me giré a verlo sin soltar a su padre.

—Vaya hermanito... —no dejé que hablara pues de una le lanzé un puñete contra su rostro, haciendo que su labio se rompiera —¿Estás satisfecho? Bien ahora mi turno —dijo lanzandose hacia mí.

      Me valia una mierda las personas que se encuentran aquí, total yo pago su seguro de salud.

      Él me estrelló contra el suelo e intentó golpear mi rostro pero esquivé su ataque, me puse de pie e iba golpearlo de nuevo pero me quedé perplejo cuando saco un arma y quitó el seguro.

     Mi pulso se aceleró cuando escuché soltar hacia mí, causándome una herida en el brazo izquierdo, pero no me tumbó en el suelo, sonreí al parecer me queria matar pero tiene mala punteria, idiota de mierda.

     Ví lo frustrado que estaba y apunto de nuevo hacia mi.

     Ya me valia mierda todo, si quiere acabar conmigo que lo haga, mi vida es una maldita mentira mi padre no es mi padre, mi peor enemigo es mi hermano, no tengo a la mujer que amo ni siquiera se si esta viva.

      Estaba derrotado sin embargo no lo demostraba, no al frente de tantas personas.

      Soltó otro disparo hacía mí esta vez en el abdomen, sentí como la bala se enterró traspasando mi carne.

    Caí al suelo, y me dejé llevar por la oscuridad.

Mi Sexy Hermanastro 2 [+18]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα