Mi Sexy Hermanastro 2 [+18]

Capitulo 5 "Desesperado"

    Me estacioné alfrente de la casa, ella se subió a horcajadas sobre mi regazo y besandome.

—Quiero que me hagas tuya —susurró sobre mis labios. La agarré por el cuello con un poco de fuerza de la necesaria. Ella gimió —No sabia tu lado sádico muñeco

—No soy sádico, ahora vamos adentro —dije apartándola, la ayudé a bajar y caminamos hacia la casa.

     Le dije que me esperara en la sala que volvia en un momento. Caminé hacia la alberca donde era la fiesta. Eran como las 12:30. Busqué a Joscelin.

     Le pedí que me siguiera ella lo hizo a regañadientes pues no lo quería hacer.

     Cuando Daniela vió a Joscelin, su rostro se deformo por ¿miedo? Fruncí el ceño, mientras tanto Joscelin la miraba con odio puro.

—Daniela, me podrias explicar a mi y a Joscelin que paso la noche de un domingo hace un año —dije seguro

—Me hicistes tuya —afirmó. Mierda me desespera esta mujer.

     Caminé hacia ella, tomé su mentón y la hice mirarme.

—Dí la verdad —susurré con voz dura y amenazante, bajé mi mano hasta su cuello y la apreté, porque no iba hablar.

—Esta bien —dijo en un susurro —Pero sueltame que me lástimas —la solte, se acarició su cuello y respirando el aire que le quite unos instantes —Entre él y yo no hubo nada esa noche, todo fue planeado por Derek, él te drogó —se pausó—Por eso no recuerdas nada.

     Miré a Joscelin y tenia sus lágrimas afuera, y luego me miró, no hice esto para que llorara solo para que se diera cuenta lo que realmente pasó. Dió media vuelta y se fue.

    Daniela me miraba con odio, al fin me odia, no quiero que me busque más, que se olvidé de mi.

—Eres un perfecto idiota —dijo abofeteando mi rostro, sonreí —Pero eso no se queda asi te vas arrepentir —susurró.

—Siempre con tus amenazas. ¡Ya déjame tranquilo!

—Siempre te he amado, pero ese amor se acaba de convertir en odio y no sabes de no que soy capaz —dijo con lágrimas inundando su rostro.

—Oh si sé. Estas completamente loca.

—Ya te lo estoy diciendo. Esto lo que me hicistes ¡No se va a quedar asi, te vas arrepentir Leonardo Jonhson!

     La vi desaparecer, subí las escaleras hacía mi habitación y me acosté en mi cama sintiendo que todo me daba vueltas, es inquietante no saber que piensa Joscelin, en serio que la amo.

**JOSCELIN**

     Iba llegando a mi casa, le pedí a mi papá que me trajera. Gabriel vino conmigo no soportaba estar mas allá. Cuando escuché a Daniela decir que nada pasó entre ellos, lloré por sentirme aliviada en el fondo pensaba que él no era capaz de hacerme eso.

     Cuando lo ví asi, desesperado por saber y decirme la verdad no pude contener mis lágrimas de emoción. Pero no podia decirselo.

     Sé que él tiene que saber sobre la existencia de su hija, pero simplemente no quiero decirle, o sea si quiero pero no sé como decirle. Mi mamá también tiene que saberlo no le he dicho. Mi mente está estresada.

      Ya habiamos llegado asi que bajé del auto con la ayuda de Gabriel. Mi papá se fue, pues regresaria a la fiesta. Estaba cansada.

      Al entrar me encontré con la nana de mis hermanitos con Nicole llorando en sus brazos, corrí asustada hasta donde estaba.

—¿Qué sucedió? —pregunté tomando a mi bebé, estaba rosadita de tanto llorar. Desde que la tomé en mis brazos dejó de hacerlo.

—Eso, señora que la extrañaba —dijo la nana que no sabia como se llamaba —Si me disculpan —susurró hacia mí y Gabriel para luego retirarse

     Subí las escaleras con mi bebé dormida, llegué a la habitación de Alex y Arthur y la acosté. Me despedí de ella con un beso en su delicada frente. Y salí hacia mi habitación.

     Me encontré con Gabriel, me acorraló entre la pared y su cuerpo. Me miró por un instante y luego me besó hambrientamente. No debería responderle.

     De una u otra manera siento una pequeña atracción hacia él, pero solo eso.

      Respondí a su beso timidamente, se separó de mi y juntó su frente con la mia con sus ojos cerrados y su respiración acelerada al igual que la mía.

      No articuló palabra alguna y me besó de nuevo, tomó mis piernas y las colocó en sus caderas, ahora él estaba entre mis piernas, pude sentir su erección presionar contra mi sexo, tomó mi mano y la colocó sobre mi cabeza y entrelazó sus dedos con los mios, mientras el besó se volvia más intenso.

—Quiero tenerte —me susurró besando ahora mi cuello. Mordí mi labio nerviosa. Quiero pero no puedo.

«Claro que puedes y también quieres, total es solo sexo» —susurró una voz en mente, que no sabía que existía hasta ahora.