Capitulo 6: Lips

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DaeHyun manejaba su automóvil último modelo intercalaba su mirada en la calle frente a él y en su copiloto quien estaba sumergido en sus pensamientos, odiaba verlo con ese famoso L, detestaba la manera que ese sujeto observaba, lo trataba, nunca fue egoísta en su vida, siempre le gusto ser compartido con los demás pero YoungJae era distinto solo quería que lo mirara a él, que dependiera de él, estaciono el auto de golpe el copiloto se giró preocupado.

—¿Que sucede? ¿Olvídate algo?—Cuestiono preocupado el menor.—Dae contesta.

—Sabes deberíamos ir a festejar mi puesto en el equipo.—Se volteo el castaño tomando el rostro de su amigo entre sus manos.— Vamos a comer a mi casa, mis padres no están, te mostrare mi habitación, quiero pasar la tarde contigo.

El corazón del pelinegro no dejo de latir desesperadamente, tenerlo tan cerca era una tortura, esas palabras, esos labios lo volvían loco, se animó acercar un poco más su rostro hasta que sus respiraciones fueron mezclándose, moría por besarlo, en descubrir que sabor tenían esos sensuales labios, se fusiono en esa mirada, ahogándose en su interior, solo asintió levemente.

—Eres lo más hermoso que he visto en mi vida.—Dijo sin pensar el castaño mientras acariciaba ese delicado rostro.—No quiero que nadie te toque, no quiero que te lastimen, no quiero verte llorar, Jae quédate a mi lado, deja que yo cuide de ti no quiero que nadie más lo haga.

—Está bien.—Contesto el menor escondiéndose en el cuello del castaño.—Pero ¿qué vas hacer cuando debas cuidar de JongUp?

YoungJae se pegó más sus mejillas en ese morena piel, sintió como se tensaba, era obvio que siempre elegiría a Up sobre él, el peliazul era su primer amor mientras que él solo era su amigo, deseaba que lo protegiera pero no podía hacerlo, los minuto pasaron en silencio, el mayor deshizo el abrazo para encender el vehículo, ninguno de los dos hablaron hasta que llegaron a una enorme mansión, el pelinegro bajo el vidrio para admirar ese lugar, nunca en su vida había visto tanta riqueza junta, tanta elegancia, se sacudió el uniforme se sentía tan pequeña, tan insignificante ante tanta elegancia, cuando se estacionaron frente la entrada apareció un hombre de avanzada edad usando un smoking muy elegante, le abrió la puerta haciendo una reverencia.

—Hola Sr. Lee hemos venido a comer, él es mi amigo Jae.—Salía emocionado el castaño presentando al pelinegro quien contestaba con una reverencia.—Él es el Sr Lee, ha cuidado de mi desde muy pequeño es como mi abuelo.

—Mucho gusto Sr Lee.—Comento con una sonrisa el menor.—Lo admiro por soportar tanto al latoso del chocolate negro.

El hombre estuvo a punto de contestar pero quedo sorprendido por la reacción del pequeño Jung ya que había abrazado al pelinegro pellizcando sus mejillas, ese joven era tan distinto al resto de los integrantes de la Familia, con un corazón puro sin perjuicios pero nunca había llevado un amigo a casa, en ese aspecto era cerrado, temía que sus padres o hermanos juzgaran e incomodaran a sus amigos por eso lo evitaba, el mayordomo observo detalladamente ese joven de lentes, no era del mismo nivel, eso se notaba a simple vista.

—Bueno pediré que lleven la comida a la piscina, es una tarde muy cálida—Hablo el hombre al notar que Dae cargaba las cosas del pelinegro.—Sus padres llamaron avisando que llegaran hasta mañana.

—Gracias.—Contesto emocionado el castaño jalando por la mano a su amigo.—Vamos a cambiarnos.

YoungJae fue arrastrado a las escaleras para después ser llevado a una gigante habitación, se quedó admirado, había muchos trofeos, fotos, medallas en ese cuarto, algunos juguetes de colección, una cama lo doble que la suya, se sentó en el borde, ni en sus mejores sueños había imaginado tanto glamur, al sitio más caro que llego a ir fue hace unos meses cuando estuvo en la Isla Jeju, su hermano trabajaba como mesero en un elegante Hotel así que en las noches se escabullían para dormir en alguna de las habitaciones desocupadas era complicado ya que no podía tocar nada, se levantaban temprano en la mañana dejando todo en orden, de seguro era maravilloso despertar todos los días envuelto en esas suaves sabanas, rodeado de tanta belleza, se dejó caer cerrando sus ojos y sonriendo. DaeHyun salió de su baño usando unas bermudas grises con una camisa negra sin mangas que se adhería perfectamente a su cuerpo al ver a su amigo recostado en la cama se animó a recostarse a su lado, le quito los lentes acomodándolos en el buro cuidadosamente, delineo su perfil con su dedo, el pelinegro no se removió ni un centímetro disfrutaba ser mimado de esa manera, ser acariciado tan dulcemente, era la primera vez que alguien mas que YongNam lo hacía, Guk era a veces muy frio en ese aspecto, lo abrazaba, lo consolaba pero era más reservado, sentir esa piel sobre sus labios, sobre sus parpados, sobre sus mejillas, era gratificante, disfrutaría los momentos que el destino le estaba regalando después de tanto dolor, de tanta tristeza por primera vez era bendecido con algo hermoso.

Never give UpWhere stories live. Discover now