Capítulo 41 : Todo va bien

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Hola hola! ¡Que tal! Yo sigo aquí, viva, sí. Pero mi móvil sigue muerto y mi pc... me da problemas, asique escribo cuando puedo, en mis ratitos libres en el ipod...

Otro capitulo más.. aunque dicen que antes de la tormenta viene la calma.

Espero que os guste, espero que lo disfruteis.

Quiero daros las gracias por vuestra infinta paciencia! Os adoro..!! =)

Nos vemos en Dame tiempo, no tardaré en subir capitulo ;)

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Tras aquel encuentro apasionado en el despacho del gimnasio, no habíamos vuelto a discutir. Todo estaba bien, cada día mejor por imposible que parezca.

En estos instantes, me encuentro apoyado en el marco de la puerta de la sala da fitness, donde mi preciosa mujer programa los ejercicios. Dios, me encanta ver como se mueve, como su cuerpo se tensiona y se relaja en cada movimiento.

Sonrió y vuelvo a la sala de máquinas, donde hago unos cuantos ejercicios; El tiempo se pasa volando y cuando menos me lo espero, ahí está, viniendo hacia mí.

-¿Es que no piensas comer?.- Me dice África mientras camina hacia mí.

-Claro... ¿Qué hora es?.- Digo parando de hacer ejercicios.

-La hora de comer.- Suelta una risita.- Te estamos esperando...

-Dios, lo siento, siempre que me pongo ha entrenar se me va el santo al cielo.-Le digo sonriéndola.

-Lo se.- Contesta y se sienta de lado sobre mi.- ¿Todo bien?.- Me pregunta preocupada.

-Todo bien preciosa.-Digo acariciando su cuello con mi nariz, provocando que su piel se erice.

-Raúl...- Dice soltando una risita.

-Venga, vayamos a comer.- Le digo feliz.

La hora de la comida pasa volando y pronto estoy haciendo mis entrenamientos de defensa personal. Sonrió divertido, cuando mi padre y Mario daban las clases, la mayoría eran chicas y sigue pasando lo mismo. África gruñe cada vez que se apunta alguien más.

La tarde pasa volando y tras dar mí ultima clase, me deshago de mi camiseta y me limpio el sudor con ella; Ignorando a todo el mundo, salgo de la sala y veo a África en la recepción. Cuando me mira, frunce el ceño, si ya, voy sin camiseta y eso la enfurece.

Me acerco a ella, la cojo a horcajadas y me la como a besos delante de todo el mundo. Al principio se resiste pero luego entiende mis intenciones.

-Te voy a matar..- Gruñe entre besos.

-Hazlo, pero comiéndome a besos...- Le digo divertido.

Cuando volvemos a casa nuestro hijos están allí, los mayores estudiando y los pequeños viendo la televisión. Descubro que no han hecho los deberes y les mando a su habitación para lo hagan. 

Luchar para estar juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora