Luchar para estar juntos

Capitulo 14: Encerrados.

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Quiero dar mi más sentido pesame, a todas la victimas del terrible accidente de tren, ocurrido el día 24 de Junio, en Santiago de Compostela.

Media españa se acostó sobrecogida por las imagene y las noticias que iban llegando.

Estas cosas, con esta tecnología no deberían pasar.

Mucho anímo y mucho apoyo a todas esas personas, que han perdido a alguien y también a todas esas personas que aún estan muy graves, fuerza y animo.

Este capitulo va, para todas y cada una de las personas que viajaban en ese tren. Este capitulo va dedicado a todas las personas que fallecieron, ha esas 80 personas, que la vida se les fue. Y también va a dedicado a quienes gracias a dios siguen vivos y a quienes aún luchan por la vida.

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P.O.V Raúl.

Llevábamos cerca de una hora encerrados allí; Ninguno había dicho nada, ninguno había dado su brazo a torcer.

La mire, sentada en el banco de los vestidores, jugando nerviosa con sus manos, mientras su mirada permanecía ausente. Trague saliva, no me gustaba nada verla así. Todo se nos había ido de las manos, por no hablar, por no comunicarnos.

Bufe, me bufé a mi mismo por el rumbo que estaban tomando mis sentimientos; Afloraban desde el día en que vi su rostro desencajado al ver mi chupetón.

-¿No vas a decir nada?.- Pregunte serio.

-¿Qué quieres que diga Raúl?.- Dijo fría.

-No se...- Susurre molesto.- ¿Podrías empezar por explicarme porque me ignoraste? ¿Por qué me echaste de tu vida?.- Pregunté mirándola.

-No te eche.- Dijo sin mirarme.- Estuviste siempre presente, más de lo que te crees.- Dijo triste.

-¿Segura? Por que ... por más que intentaba acercarme a ti, tu siempre tenías alguna escusa para no quedar conmigo.- Dije más molesto que antes.

-Raúl.- Me miro triste.- Me costaba muchísimo decirte que no. Deje que me aconsejará alguien que solo deseaba separarme de ti y no lo supe ver.- Dijo mirándome fijamente.

-Sí, eso ya lo sé.- Bufe molesto.- ¿Cuántas veces te advertí que ese chico no era trigo limpio África? ¿Cuántas?.- Grite furioso.- ¡A mi jamás me hiciste caso en los consejos que te di!.- Volví a gritar.

-¡Lo siento!.- Grito con la voz rota.- Tenía mucha presión, y cuando me veían tan agobiada, me preguntaban. Un día le conté lo que me pasaba y....- Susurro finalmente.

-¿Y? ¡Y te comió el tarro! ¿Por qué no acudiste a mí? ¿Por qué no me dijiste a mí lo que te pasaba? . Que pasa, que soy menos que él. ¿Es eso? Cómo yo no tengo carrera, mi opinión no vale de nada.- Dije fuera de sí.

-¡No! ¡No es eso!. No podía acudir a ti porque mi problema era tú.- Dijo mirándome y me paralice.

-¡Qué bueno que me seas sincera por una vez!.- Grite furioso.-¡Así que tu problema era yo!.- Dije fuera de sí.

-No, no he querido decir eso.- Dijo nerviosa.

-Pues lo has dicho. Muy clarito además. Ya por lo menos se porque te alejaste de mi de esa forma. ¿Ya no me querías cierto?.- Dije con la respiración agitada.

-Claro que te quiero Raúl, te quiero con toda mi alma. Te amo, te amo tanto que duele. Y ahora que no estás conmigo por mi maldita culpa, me siento un ser horroroso, me doy asco a mí misma, me odio.- Dijo mientras mil lagrimas caían por sus ojos.