Capitulo 61: Lo lograstes...

13K 489 54
                                    

P.O.V Lara

Estoy en casa de mi hijo, disfrutando del sol junto a  mi nuera, África. Hoy mi hijo se ha llevado a su padre por ahí,  a mirar nuevas máquinas,  casi obligado. Suspiro con pesar, creo que he acortado la vida de mi esposo durante estos dos últimos años. 

Han pasado dos años desde que mi hijo y África se fuesen a aquella isla paradisíaca.  Durante su estancia allí,  mi marido y yo nos encargamos de cuidar de nuestros nietos, con la ayuda de sus otros abuelos: Jaime y Estefanía. En ese tiempo,  me sentía cansada y rara. Y lo achacaba a aluvión de nietos que tuve durante quince días en casa.

Al fin y al cabo, hacía tiempo que mi marido y yo solo estábamos con Carla, y ya tenemos una edad....que no es como tener 15.
 
Me estremezco al recuerda aquel día; Lo recuerdo de forma nítida, clara, con peños y señales.
 
Flashback
 
Me levanto cansada, como siempre últimamente. Mi marido esta con su hijo, en el gimnasio, haciendo no sé qué y mi hija está en la universidad, estudiando para los exámenes que se aproximan
 
Me metí en la ducha y me enjabono el pelo, me lo aclaro y vuelvo a echarle jabón. Llega el turno del cuerpo, con ayuda del gel, me voy lavando a la vez que me palpo ciertas zonas, como siempre.
 
Cuando llego pecho derecho, me tenso. Ahogo un quejido de dolor y palpo de nuevo. Eso no estaba ahí la última vez que me palpe el cuerpo. Hay un bulto, grande, no demasiado. Intuyo que será quizás...del tamaño de uno de esos chicles de colores que venden en máquinas expendedoras, redondos.
 
Salgo de la ducha e intento tranquilizarme. Lo primero de todo, es vestirme. De forma ausente, me visto, me seco y adecento mi cara con maquillaje sutil. Salgo de casa sin avisar a nadie, iré a ver a Esteban a su hospital, le comentare lo que me pasa y volveré a casa más tranquila.
 
Antes de llegar, le llamo para saber si está en el hospital; Me confirma que sí y que no tiene ningún problema en hacerme un hueco. Sé que esto está mal, probablemente en la sala de urgencias hallan personas enfermas, más graves que yo y que posiblemente lleven horas esperando. Pero seamos sinceros, estoy asustada y quiero terminar con esto cuanto antes.
 
Al llegar, me espera sonriente y entro por la zona de médicos; Me mete en una consulta y me sonríe.
 
.-Tú dirás. Si vienes a perderme pastillas azules para tu marido...deberías traerle a él.-Comenta divertido.
 
-Tranquilo, la virilidad de mi sigue intacta y sus niveles de testosterona igual. Me rio.
 
-Me alegra saberlo. Pero dime, que te trae por aquí.-Me dice sonriente.
 
-Me he encontrado un bulto en el pecho.- su sonrisa se borra de un plumazo.-Hace un mes o así, me palpe y no estaba ahí.
 
Esteban traga saliva duramente; Y yo, retuerzo el asa de mi bolso, nerviosa, preocupad. Y aterrada.
 
Esteban no pierde el tiempo. Me hace quitarme la camisa, desabrocha mi sujetador y me palpa. Acto seguido me ordena vestirme y tras hacer un pequeño parte, me arrastra hacia oncología.
 
Me hacen todo tipo de pruebas, análisis de sangre, un TAC, también una ecografía. Mil pruebas que no recuerdo ni entiendo.
 
Me dejan ingresada, pocas horas después. No entiendo porque, bueno si, me conocen aquí por ser la mujer del sobrino de Raúl y la vecina de Esteban.
 
Mi bebe, aun no le he llamado para contárselo, porque estoy aterrada. ¿Qué le digo? Sollozo en mi habitación solitaria permitiendo liberar un poco de la tensión que llevo acumulando desde esta mañana.
 
-Maldita seas princesa.-Me dice una voz, una voz que conozco.
 
-Bebe.-Digo llorosa.
 
-Joder, ¿porque no me has avisado de que te encontrabas mal?.-Me dice furioso.-¡Me tengo que enterar de que estas enferma e ingresada por mi vecino!.
 
-Lo siento.-Sollozo.
 
-Princesa, no me apartes de tu vida... No lo hagas por favor.-Susurra a mi lado.
 
-¿Te ha llamado Esteban?.- Pregunto aterrada, ¿le habrá dicho algo?
 
-Sí, me ha llamado para decirme que has venido encontrándote un poco mal y te han dejado ingresada.-Gruñe dolido.
 
-Lo siento bebe.-Suspiro aliviada, debí ser yo quien se lo diga.
 
-¿Qué te pasa?.-Pregunta preocupado abrazándome.
 
-Pues....dios bebe.-Se me rompe la voz
 
-¿Qué pasa? Me estas asustando princesa.-Me dice cogiendo mi cara entre sus manos.
 
 
-Bebe...tengo un bulto.-El abre los ojos.- Debajo del pecho derecho.-Digo mientras el labio me tiembla.
 
-¿Que?.-Pregunta horrorizado, sus ojos son completamente opacos, sin brillo. Su rostro ha pasado de la preocupación al miedo.
 
-Bebe.-Susurro.
 
-Prince...-Intenta decir pero alguien nos interrumpe.
 
-Perdón chicos.- Susurra Esteban.
 
-Hola.-Susurro y cojo la mano de Raúl, apretándola con fuerza.
 
-Me temo...que no traigo buenas noticias.-Indica Esteban y oigo a Raül emitir un gemido de puro dolor.-Necesitamos...biopsiar el bulto.
 
-¿Eso que quiere decir?.-Gruñe Raúl.
 
-Significa, que tenemos que pinchar el bulto y sacar una muestra para determinar si el tumor...-Raúl le interrumpe.
 
-¿¡TUMOR!?-Grita destrozado, suelto un sollozo al verle así, lo que llama su atención y me atrae hacia el.
 
-Tumor...sí. Queremos determinar si es benigno o maligno.-Explica Esteban.
 
-¿Puede ser benigno?.-Pregunto sorprendida.
 
-Puede serlo. Mañana lo sabremos. Hoy te quedaras ingresada y mañana a primera hora te lo hacemos. Y tendremos los resultados, pasado mañana.-Me indica y me extiende unos papeles para que firme.
 
Cuando se va, Raúl esta inexpresivo, con la mirada perdida y todo su cuerpo tenso y duro como una piedra. Sollozo de nuevo y me abraza. Nuestros hijos, no tardan en llegar, preocupados.
 
Al mirar a su padre, sus rostros se contraen y deducen que algo no va bien. Ainhoa se acerca a mí y me coge la mano.
 
-¿Que pasa mama?.-Pregunta calmada, la sonrío, intentando aparentar tranquilidad.
 
-Cariño...-Susurro tristona.- Chicos, mama....-Busco la manera de decirlo.-He detectado un bulto en mi pecho derecho. Justo debajo.
 




Luchar para estar juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora