18. ¿Qué se siente ser el hijastro? (Maratón 1/4)

420K 29.1K 4.4K
                                    

Capítulo 18: "¿Qué se siente ser el hijastro?".

Emma.

— ¿Familiares de Teresa Stewart?

Al escuchar la voz de mi madre me levanté rápido y caminé hasta el doctor de bata blanca, que miraba concentrado la tabla en donde tienen los nombres de sus pacientes. Al momento de llegar a su lado carraspeo y sus ojos azules me escanean.

—Soy Emma, su hija ¿Cómo esta ella?

—Doctor soy su hijastro ¿corre peligro?

De la nada apreció Nick a mi lado. Desde aquel encuentro en la cafetería no lo volví a ver, hasta ahora. De seguro se había ido con su novia.

—Ella está bien —suspiro aliviada— Solo fue una crisis nerviosa, Teresa colapsó el día de hoy, estaba acumulando mucho estrés, pero tranquilos, las enfermeras están revisando sus signos vitales.

—El bebé ¿Cómo está él bebe? —pregunta Nick. Giro mi cabeza en tres tiempos hacia él ¿Por qué él sabía y yo no? Como dije antes, siempre soy la última en enterarme de las cosas más importantes que pasan. Me doy cuenta de que hasta mi madre no confía en decirme las cosas, prefiero decírselo a los traidores.

—Tú —lo apunto con mi dedo— ¿Quién te lo dijo?

En su cara aparece una sonrisa de triunfo. Esta la venganza de cómo lo traté hace rato, pero no iba a caer en su juego tan fácilmente.

—Deja disfrutar este momento —cierra sus ojos mientras sigue sonriendo— Oh si... —me mira— Ya veo que Teresa no confía en ti. Me dijo que lo mantuviera en secreto, que no hablara de esto contigo porque quizás ibas a tener celos de ese bebé, por ser tan... —Estaba furiosa, con ganas de arrancarle diente por diente y de paso cortarle la lengua y dársela a los perros. Lo odiaba más que nunca ¿Cómo iba a sentir celos de mi hermano? —...Inmadura —finaliza con otra sonrisa odiosa.

Ya no me pude contener más. Mi mano fue directa a su mejilla. Mi mano ardía fatal y me sentía bien, mientras que la cara de Nick se tornaba roja.

—Hey chicos, mantengan la calma, por favor —dijo el doctor apartándome de Nick, mientras asesinaba a Nick con la mirada— Pronto podrán ver a su madre para que arreglen sus asuntos, no aquí ¿de acuerdo? —mira hacia el largo pasillo— Es más, iré a ver si ya está lista.

Y el doctor se perdió entre la gente, mientras me acercaba a Nick

— ¿Tú crees que yo soy una inmadura? Entonces dime ¿Por qué no estoy contigo? —Cruzarme de brazos se estaba convirtiendo en mi escudo— Porque si fuera una inmadura, caería a tus brazos con una sola mirada tuya, pero no, me he mantenido fuerte y todo para que mi madre sea feliz junto al imbécil de tu padre ¿te queda claro o quieres otra cachetada?

No me dijo nada. Se acariciaba la mejilla golpeada mientras se iba, detrás lo seguía Sky a pasa rápido llamando su nombre, pero no la tomaba en cuenta. Yo me di la vuelta y regresé con los chicos, que por lo visto no habían captado nada entre Nick y yo.

—Hey ¿Qué tienes? Parece que te dio un ataque de furia y que además viste un fantasma—dice Dominik inspeccionando mi cara.

—Sí, lo tuve con Nick y el fantasma era una persona de carne y hueso, que parecía prostituta, que se hace llamar Sky Adams —le sonrío y me siento al lado de Camelia— Y necesito de eso —apunto su vaso de café.

—Oh, no no y no. Esto te hará empeorar, lo que necesitas es bajar las revoluciones y de paso poner en su lugar a Sky otra vez. No sé qué hace metida ella aquí, siempre que pasa alguna desgracia ella anda dando vueltas —ella suspira— Y ese imbécil de Nick corre tras ella —comenzaba a murmurar— Maldita zorra.

Todo por la revolución que hizo Mark junto a Nick en mi casa. Si tan solo Mark hubiese llegado solo, presiento que nada de esto estaría pasando, pero por algo pasan las cosas, de por sí nos tienen que dejar una enseñanza.

—Estoy agotada... —suspiro—...De ser yo quien tiene que arreglar siempre las cosas, es como si toda la culpa recayera en mi ¿y los demás? ¿Son unas blancas palomas? No, ya me harté de este juego. Mi madre y mi hermano serán mi futuro desde ahora, nada ni nadie los podrá lastimar.

Dominik junto a Camelia me miraban sorprendidos y en silencio, como si procesaran la información que recién les había dado o simplemente esa es su reacción a todo lo que digo.

—Rebobinemos —dice Dominik sentándose en el suelo— Por lo que entendí ya no quieres meterte en más problemas y que las demás personas tomen en serio lo que hacen —asiento— Espero cumplas esa palabra Emma o seré yo quien ponga en su lugar a quienes te molesten —queda en silencio— Con respecto a tu hermano ¿hablas de Nick o alguien más?

—Nunca traté como un hermano a Nick, él descartado —los miro— Mi madre está embarazada.

A mi lado Camelia pegó un agudo grito de sorpresa, mientras que Dominik me miraba con ojos de sapo, dejando ver con mayor claridad sus ojos azules.

— ¡Caracoles! Este sí que es una notición.

—En tu casa sí que pasan cosas extrañas.

Me encojo de hombros, ya m estaba acostumbrando a esta rutina.

—Dominik, Camelia ¿Qué hacen aquí? —la voz de un hombre mayor me asustó. Era el doctor que atendía a mi madre.

—Padre —responde Dominik, dejando de lado el tono burlesco que solía utilizar cuando conversábamos— Estamos acompañando a nuestra amiga Emma. Su madre está hospitalizada aquí.

Vaya, ahora si me doy cuenta la influencia que puede tener un padre estricto en sus hijos. Los dos estaban serios mirándolo, mientras que él los miraba con una ceja levantada.

—Miren, si es la señorita Emma, alias la cachetada limpia —se dirige a mí con cierto tono de ironía.

Ahora entendía de donde copiaban ese tono de voz.

— ¿Golpeaste a la zorra de Sky?

— ¡Camelia, ese lenguaje! —advierte el doctor— Emma, tu madre pide verte. Me dijo que tenía que conversar algo importante contigo —dicho esto, les da una mirada que solo un hijo puede entender y se va.

Me levanto y camino junto a él. Nos adentramos en el largo pasillo y veo como Sky le hace una seña a Nick hacia nosotros y con largos pasos se acerca a nosotros.

—Quiero ver a mi madre.

Totalmente descarado, justo ahora se convirtió en su madre.

—La paciente pidió explícitamente hablar con Emma —me mira por arriba de su hombro— ¿Cierto?

Asentí mirando a Nick con una ceja levantada.

— ¿Qué se siente ser el hijastro? —le doy una sonrisa torcida— Veamos que tiene mi madre que contarme.

Sigo al doctor y cuando miro hacia atrás veo a Nick recargado en la puerta y antes de entrar a la habitación de mi madre, él me apunta y pasa un dedo por su cuello. Eso me da a entender que estoy muerta y he roto el poco ego que le quedaba.

Bien jugado Emma.

¡No Entres Ahí! [1° TEMPORADA]Where stories live. Discover now