12. Mucha información.

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Capítulo 12: "Mucha información".

Emma.

— ¿Tú crees que tu hermano me tomaría en cuenta? —le pregunto un tanto curiosa.

Ella cambia completamente su semblante, se le ve más relajada.

—Claro Emma. Te lo dije, abro comillas y mayúscula "ESTA SOLTERO", eso quiere decir que tienes todas las oportunidades de la vida.

No sería mala idea renovar ambiente con Dominik, se le ve un buen chico... ¡alto! ¿En qué estoy pensando? Quiero alejar todo tipo de sentimentalismo de mi vida y en eso caía "estar en algo" con mi vecino, cosa que no pasará, solo será un buen amigo coqueto.

—Nah, así estoy bien —me acomodo en el sillón— Tengo una duda con respecto a él.

— ¿Qué cosa?

— ¿Por qué yo no lo recuerdo cuando venía a jugar de pequeña aquí?

Ella me mira con sus ojos oscuros bien abiertos.

—Pues... Dominik es adoptado —me susurra.

— ¿¡Qué!?

— ¡Shsh! —me tapa la boca con su mano— Cállate estúpida... lo siento, es un tema delicado para él. Prefiero que nunca lo saques frente a mi hermano.

Vaya, eso explica muchas cosas, desde su color de ojos, hasta su estilo flojo que tenía. En la familia de Camelia todos son de tez morena y ojos oscuros, en cambio Dominik es pálido, ojos claro y de un porte no humano para su familia. Ahora todo tiene sentido.

—Mucha información para el día de hoy.

Me levanto y me pongo de espalda en la chimenea. Esto si es vida.

Camelia me miraba algo curiosa y divertida desde donde estaba sentada, su posición era un tanto extraña, su cabeza colgaba y sus pies estaban en donde antes reposaba su cabeza. Esta chica si es rara.

—Y espera para lo que te tengo que contar —susurra— Te volará el cerebro.

— ¿Por qué lo dices? —frunzo el ceño y cruzo mis brazos tras mi espalda.

—No quiero que te espantes, pero tengo un lado de detective muy desarrollado y en tu casa he visto cosas muy raras —cruza sus piernas y por un momento pierde el equilibrio— Maldición, se me fue la sangre a la cabeza.

Vuelve a su posición inicial y la sigo mirando curiosa.

— ¿Qué cosas haz visto Camelia?

—Primero que nada... ¿te ha pasado que tú eres el único testigo de cosas que le ocurre a la gente? En que justo estas ahí y lo ves todo ¿te ha pasado? —Asiento— Bueno, eso me paso hace algunos días cuando estaba en mi habitación mirando por la ventana... ¿te diste cuenta de que nuestras habitaciones están al mismo nivel? —Niego— Con razón... la cosa es que yo vi cuando Nick y tú tuvieron un encuentro extraño... para ser hermanastros.

Pongo la mano sobre mi boca. El beso. A paso veloz me siento a su lado.

—Mentira que viste... lo que viste —mi voz salía temblorosa.

—Si querida vecina, vi cuando Nick te succionaba en tu habitación.

Ay no. Esto debe ser una maldita broma. Los que sabían y por casualidad, eran los chicos de aquella fiesta, pero quizás ya ni lo recuerden ¿Por qué a mí me tienen que pasan estas cosas señor? Debe ser un castigo divino, por aquella vez que no coopere por los perritos callejeros, pero no tenía dinero. Eso no va al caso. Mi vida era un desastre, un desastre de aquellos monumentales.

—No le digas a nadie por favor.

—Ni de loca —hace una pausa— Sabía que en tu casa pasaban cosas extrañas ¡esto es de otro mundo! Digno de una telenovela mexicana ¿las haz visto?... le pondría de título "fornicando con mi hermano". Me haría millonaria.

—Prefiero el termino besar, además con Nick somos hermanastros. Fue solo un beso, que nadie puede saber, salvo tu obviamente.

No era de algo que me sintiera orgullosa decir en voz alta, besé a mi hermanastro, quizás en unos años más me estaré riendo de esta situación, pero ahora es grave, muy grave si alguien de mi familia se entera, sobre todo Mark, nos dejaría en la calle, mejor dicho, a mí, con mi mamá no creo que se meta. Esto es tan confuso.

Camelia parecía una chica con un serio problema mental, se balanceaba igual que una loca, hacia adelante y atrás, mientras me miraba, ella cada vez da más miedo.

— ¿Eres su novia?

—No —me encogí de hombros— Eso ya fue, en estos momentos no tengo cabeza para pensar en tener novio o algo, menos si se trata de Nick, que al parecer tiene novia —jugueteo con la alfombra del suelo. En lo profundo de mi ser si dolía y no dejaría que eso me derrumbara, solo es Nick y nada más.

—Emma, creo que este es el momento exacto para decirte algo —Ella ya estaba sentada y más normal— Es muy importante.

—Adelante —la animo.

—Se nota en tus ojos que tienes sentimientos auténticos por el —hace una pausa— Y tu decisión con estar lejos de Nick me parece la mejor de toda la vida, ese chico se trae cosas muy turbias entre manos —sabía que no andaba en muy buenos pasos, pero eso fue hace unos meses y se suponía que lo había dejado, a menos que... —Y también de su amiga, esa tal Megan —Junto mis cejas— No me mires así, ellos dos ocultan algo.

—No te entiendo Camelia ¿A dónde quieres llegar con todo esto? ¿Y cómo conoces a Megan? ¿Eres una especie de psicópata?

Mi cerebro estaba a punto de hacer corto circuito.

—Calma, como te dije antes, tengo mi lado de detective súper desarrollado, además por casualidad se las cosas —se acomoda nuevamente— Todo tiene su lógica amiga ¿has notado a Nick ausente estos días en casa? ¿Saliendo por más de dos semanas a la misma hora? Algunas veces me imagino historias...

— ¿Entonces esto te lo imaginaste? —cuestioné.

— ¡No! Déjame terminar.

—Oh no querida, ahora viene lo más importante —se inclina hacia adelante, como si me quisiera contar un secreto— Sky es su cómplice y amante.

Mi mundo se paraliza. Lo sabía, pero no lo quería asumir. Ahora hay que comprobar si es verdad o mi amiga aquí lo está inventado todo.

— ¿Tienes pruebas?

—Camelia siempre va un paso adelante —de uno de sus bolsillos saca su celular— Tengo pruebas y pruebas que prueban la realidad Emma —Esto no me sorprende del todo. Sky siempre estuvo detrás de Nick y se sabía que en algún momento lo iba a atrapar en sus garras y como él es tan fácil para engatusar no le quedo de otra que morder la carnada— Mira con tus propios ojos —Camelia puso su celular frente a mis ojos.

Un asqueroso nudo se instaló en mi garganta y estómago, sentía asco de lo que estaba viendo. Era un collage de cuatro fotos, en la primera estaba Sky junto a Nick en un taxi y él la besaba en los labios. En la otra foto venían tomados de la mano, caminando en dirección a la casa; sonreían como tórtolos. En la siguiente Nick traía a un niño pequeño en sus brazos junto a Megan y en la última, aparecía mi madre con Nick en la puerta de entrada, al parecer discutiendo.

Todo esto pasaba fuera de mi casa, en mis narices y yo ni me daba cuenta.

Las ganas de vomitar me invadieron fenomenalmente. Sentía que mis ojos se acumulaban de lágrimas. Odio es lo único que sentía en estos momentos.

—Oh joder. Ahora sabrá que con Emma Chase no se juega malditos.

¡No Entres Ahí! [1° TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora