¡Mi vecino es stripper!

Capítulo 10.

«¡Jooooder!»

—Mmmmmm...

—¿Eso que significa? —paró de caminar.

Iba a llegar tarde a Poom's. A mi primer día de trabajo.

—N-no tengo —dije muy rápido.

—¿Qué?

Leia no me ponía las cosas muy fáciles. Era capaz de pedirme que fuéramos como amigos. Pero todo el mundo sabía que el día del baile era una excusa para llevarte a la chica más guapa a un hotel para...

«Censura, Nick.»

«Eso es lo que estoy haciendo.»

De nuevo empezaba a hablar conmigo mismo.

—No voy a invitar a nadie al baile.

«Muy bien, campeón.»

«¿A si?»

«Has remarcado a NADIE.»

«¿Y?»

«Leia es una chica lista.»

Eso esperaba.

—¡Podríamos ir juntos!

«¡NOOOOOO!»

«Asústala, tío.»

—El baile es una forma elegante y tradicional de llevarte a la virgen a casa para hacerle de todo. No creo que tu madre te deje...

—Mi madre perdió la virginidad antes que mi padre.

—¿Con cuántos?

¿Esa loca ha ligado antes de conocer a Byron?

—Con quince.

—¿En serio?

—Sí —estiró el brazo para demostrarme que no mentía de una forma un tanto peculiar. —Me gustaría ser como ella. Ya te lo he dicho.

Quedé cruzado de brazos.

—Creo que si tu madre se llega a enterar que un chico va a estar encima de ti, desnudos y jadeando, lo matará.

—¡Exagerado!

¿Por qué se reía?

Claro, ella no escuchó todas esas amenazas que me soltó.

—Ya hemos llegado. Hablando se ha hecho corto el camino —Leia buscó una mesa.

Miré el enorme reloj de la cafetería.

19:00 (LAS SIETE)

—Tengo diarrea.

Debería de haber dicho dolor estomacal.

Las cuatro viejas que tenía detrás dejaron de comer las galletas cubiertas de chocolate que les sirvieron.

—Pero si llevas horas sin comer.

—Sí, pero mi madre últimamente nos sirve la comida de un día para otro....y eso, Leia, no está bueno. A lo mejor a ti también...

Al verla sonrojada me callé.

—Voy al baño y vuelvo enseguida.

Y allí la dejé. Salí corriendo de la cafetería para visitar mi nuevo trabajo.

Por suerte estaba a dos calles por encima; no era ningún problema. Lo malo es que Leia estaría esperándome durante unas ¿cuatro horas? Sí, cuatro horas esperando a que yo saliera del baño. Seguramente esas señoras, antes de pagar su cuenta, pensarían que moriría de tanto cagar. Pero fue la única excusa que se me pasó por la cabeza.