cap.8

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Al llegar a casa no esperé a que Dylan dijera algo y salí del auto,

— ¡Emma! —, escuché que gritó pero yo no le hice caso.

Entré a la casa y subí las escaleras tan rápido como pude, sentía los pasos de Dylan detrás de mí y quise correr, huir de el, me sentía perseguida, — ¡Emma! — volvió a decir y abrí la puerta de mi habitación, al momento de cerrarla con seguro Dylan empujo la puerta y el si la cerró con seguro, trague saliva ruidosamente y el me vió a los ojos, camino hacia mi e intento besarme pero yo no me dejé moviendo mi cabeza a un lado, — Emma —, volvió a decir como una orden, me tomó de la cintura y con sus manos apretaron el hueso de mi cadera, — Emma mirame por favor —, supuse que sospechaba que yo ya sabia de su romance con su secretaria, — Emma, mirame —, me exigió y mis lágrimas recorrieron mis mejillas, sentía su aliento chocar en mi cuello y mejilla, no podía verle, no después de todo, — Emma te exijo que me veas —, volvió a decirme, cerré los ojos y tuve que juntar valor para verlo, abrí mis ojos y mi mirada se dirigió a la de el, no pasaron minutos pero no podía seguirle viendo, bajé mi mirada y pude sentir como su cuerpo se tensaba, — lo sabes ¿verdad? —, me dijo refiriéndose a su romance con Juliane, saque más lágrimas y me abracé a mi misma, yo asenti con la cabeza y escuché como suspiro pesadamente, — ¿quien te lo dijo? —,

— la prueba estaba en cada camisa que traías después de trabajar — le dije con la voz quebrada, — el labial, el olor de su perfume —, me solté a llorar más, — la tencion de tu cuerpo, el motivo de que no me llevaras a las fiestas de los Richardson, todo por llevarla a ella, Tira me lo confirmó la primera vez que hicimos el amor después de meses, y ese mismo día te escuche hablar con Marcus y también cuando fui al bar a traerte ella estaba contigo, y ayer... Pude ver el labial corrido de Juliane, y luego ví tus labios con una mancha, ¡Era el mismo labial! —, le grité, me desahogue, el se encontraba sentado en la cama y yo temblaba por decirle todo,

Emma yo te amodijo,

— lo sé —, fue lo único que le dije, agarre una muda y me metí al baño, me di una larga ducha e intente no llorar más.

Al acabar me puse un vestido negro ajustado y escotado, me calce mis tacones negros de lentejuela y esponje mi cabello y lo deje suelto, delinie mis ojos y le puse una sombra color azul y negro mezclados, me puse un labial rojo intenso y sin hacer ruido salí de la casa, por suerte no me topé con nadie, ni con Dylan, ni con Brenda, llamé un taxi fuera de la residencia y me llevó a un pub, le pagué y entré, había mucha gente por doquier, busqué un lugar en la barra para sentarme y encontré uno.

Pedí un vodka, y sin pensarlo dos veces me lo bebí a golpe, quería olvidarme de todo, de él, de su romance con ella, de todo.
Pedí otro e hice lo mismo que el primero, bebí una, dos, tres vodkas y hasta más, la música estaba muy alta y el efecto de los vodkas había hecho efecto ya.

— hola lindura —, escuché la voz de un hombre detrás de mí, lo ví y era guapo no estaba mal,

— hola —, le dije con una sonrisa coqueta,

— que hace una mujer tan bella por aquí y sola —, dijo, es obvio quería ligar para una noche quizás, pero ¿por qué no darle entrada?

— solo beber y buscar un poco de diversión — el sonrió aun más, es lo que quería él,

— ya encontraste tu diversión —, dijo tomandome de la cintura, yo sonreí y lo pegué más a mí,

yo creo que yasusurré en sus labios carnosos y me llevó al centro de la pista y empecé a bailar sensualmente, bebí y bebí hasta estar completamente ebria...

Su AmanteOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz