Algunas experiencias

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Hola hoy no les traigo recetas, pero les voy a contar sobre experiencias que he vivido ya sea en el ámbito de la cocina y en restaurantes que he visitado o trabajado.

Y bueno comenzare contándoles cuando estudiaba esta profesión, era un grupo bastante grande los que allí estudiábamos de diferentes partes de la isla y en fin una gran familia. En un día abarcábamos a hacer tantas, tantas recetas que el ambiente se ponía tenso en muchas ocasiones, pero bueno el lugar menos tranquilo del mundo es una cocina donde trabaja mucha gente y cuando se está en ajoro por terminar y realizar recetas elaboradas el momento se vuelve más estresante, entre gritos como — ¡voy caliente!, ¡cuchillo en mano!— y a decir voy caliente no nos referimos (a estar cachondos jeje) nos referimos a que cargamos algo en mano que está caliente para que todos se hagan a un lado y evitar accidentes.

 Entre tanto ajetreo estaba en mi primer semestre, apenas nos íbamos conociendo entre todos y no había mucha confianza que digamos, entre ese gran grupo había un hombre un tanto mayor  con un aspecto que muy poca confianza brindaba, hablaba unas cosas que uno se quedaba paralizado, pero bueno nunca había hecho nada por la que desconfiar o temer de él aun así lo tratábamos un poco de lejos, hasta que un día todo cambio.

En ese entonces estábamos aprendiendo sobre las salsas madres y a realizar todas y cada una de ellas con sus derivaciones, un completo despelote  terminaba manchada de salsas de todo tipo y mi uniforme blanco terminaba hecho un asco, todo el mundo andaba de un lado a otro acelerados pues contábamos con tan poco tiempo y tantas cosas por hacer.

Cruzábamos de un lado a otro de una cocina a la otra, yo iba cruzando la puerta para entrar en la otra cocina que había cuando este sujeto iba a atrás de mí me grito y empujándome para hacerse paso y cruzar a la otra cocina — ¡muévete puñeta!— Me dijo el muy descarado yo quede de piedra, no entendía ¿por qué? me hablaba así con esa gran falta de respeto hacia a mi cuando yo no le había dado ni un chin de confianza, eso me molesto tanto que me queje con mi profesora y bueno ahí se armo el me amenazo me dijo— que yo no sabía quien él era — el problema era que eso lo decía de forma amenazante, — que no hablara mentiras que él no me había dicho eso, en fin un despelote.

Ya luego no podía estar tranquila en clases pensando cuatro sandeces porque le cogí un miedo al tipo ese, pensaba siempre en evitarlo,  en que no se me acercara por la espalda ya que trabajábamos con unos cuchillos tan grandes que podían pasar a una persona de un lado a otro y como él me había amenazado pues huía del lado de él, esto provoco en mi que deseara no volver a la universidad y abandonar uno de mis sueños, pero en casa tenia gente que me apoyaba e igual en la escuela ya que muchos de mis compañeros de clase me apoyaron y cuidaban de mi espalda,  aun así mi tranquilidad no estaba completa, pero  un buen día en el segundo semestre de clases  no aprecio y así siguieron pasando los días y no volvió, echo que se lo agradezco ¡si a ti maldito lunático! si es que lees esto porque después de tu partida pude seguir con mi sueño y convertirme en una chef sin tantos nervios de por medio.

En búsqueda de conseguir un restaurante para hacer mi práctica, di a parar a uno de los más famosos restaurantes de mi pueblo, aun si haber terminado de estudiar tenía trabajo allí todo el mundo me felicitaba y yo estaba tan feliz.  Hasta que me toco mi primer día de trabajo allí, no había ningún tipo de organización una reverenda mierda, todas y cada una de las personas que trabajaban allí eran cocinera no chef y por lo mismo violaban todos los términos de salubridad un total asco, además que eran muchas personas en una cocina tan pequeña todos tropezaban por el espacio tan pequeño que había, además de que para ir a buscar los alimentos que se cocinarían tenias que salir del restaurante para entrar a un tipo de casa que era el almacén y ahí fue el colmo de todo  lo que me hizo no volver a trabajar en ese sitio nunca más, una de las muchachas que acompañaba a buscar lo que se necesitaba pisaba un cerdo que había en el piso del refrigerador gigante que había en el almacén para poder alcanzar otra cosa, ¡eso asido lo mas asqueroso que he visto en mi vida!

 A esto se le sumaba que el dueño del restaurante te velaba para que no utilizaras mucho el fregadero y gastaras agua, que tenias hora de entrada y no de salida, que no tenias break ni de 15 minutos que es lo que exige el Departamento del trabajo, además que la paga era una soberana porquería y todo el mundo te daba órdenes. En fin el peor lugar de trabajo y todo eso en un fin de semana por qué no volví.

Ahora donde hice mi práctica en un pequeño restaurante donde yo era la encargada de todo, muy bueno y tranquilo todo un amor y me gusto bastante la experiencia ya que al ser la única en el restaurante tenía que sacar las órdenes a las millas y eso me gusta, porque siento que trabajo mejor bajo ese tipo de presión, aunque siempre te vas a encontrar con ese tipo de cliente prepotente que quiere hacerte lucir mal.

Un hombre de dinero que visitaba ese modesto restaurante trato de ridiculizarme diciéndome— que él me iba a enseñar lo que era ser un chef— y diciendo esto le dijo a la dueña del restaurante que no quería que cuando él fuera allí yo le cocinara, ¿se puede ser más impropio y prepotente?

Pero ya me tocaría el día de hacerle quedar mal, una tarde en la que la dueña no estaba  el llego con su banda de amigos “con dinero” le tomaron la orden  me la entregaron y yo les cocine tan felizmente con las ordenes fuera y ellos ya habiendo ingerido lo que les cocine pase a saludarlos mirando al hombre prepotente a los ojos y diciéndole que deseaba que todo le que comió le hubiera gustado, ganas me dieron de escupir su comida, pero bueno no lo hice no soy capaz de hacer algo así… lo lindo es que el quedo de piedra y se tuvo que comer sus palabras junto con la comida que yo le había preparado y de verdad eso me hizo tan feliz fue como una pequeña guerra ganada.

Bueno iba a escribirles unas cosillas mas pero no quiero aburrirlos tanto con estas cosas aunque esto es el Diario de una chef, en fin espero les haya gustado ver como he sufrido en este ámbito xD  o por lo menos entretenido y si es así espero sus votos y cometarios.

Diario de una chefWhere stories live. Discover now