CAPÍTULO 19:DILO POR FAVOR.

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-¿Qué es esto?-dije al ver una caja de regalo encima de mi cama.

"Feliz cumpleaños preciosa, aquí está tu regalo. Póntelo para la fiesta."
Decía la carta atada torpemente al enorme lazo del regalo.

No pude aguantarlo más, la curiosidad ganaba.

Lo abrí y me quedé con la boca abierta.

-Dios mío.-dije susurrando, sacando el hermoso vestido, el que ayer tanto miraba por el escaparate.

Flashback.

-¿En serio os dejan?-pregunté emocionada, ¡íbamos a ir al centro comercial todos juntos por fin! La agenda apretada de los chicos hacía que no pudiéramos vernos.

-Si, hemos terminado rápido en la empresa, así que nos han dejado.-dijo Jin.

-¡SIII!-aunque no pudiera comprar nada, me gustaba admirar los escaparates.

Una vez allí, no pude quitar la vista de un vestido palabra de honor, estrecho por arriba y con un poco de vuelo, era corto, pero el rojo chillón lo disimulaba.

-¿Te gusta?-preguntó Kookie acercándose con una sonrisa, mientras los demás compraban ropa. La verdad, son los únicos chicos que conozco que les gustan ir de compras.

-Me encanta.-contesté con una sonrisa, que de pronto se desvaneció. -No me lo puedo permitir, todavía estoy pagando el jarrón, ¿recuerdas?-dije apenada.

-Tranquila, lo conseguirás.

-¿Pagar el jarrón o tener el vestido?-pregunté confusa.

-Las dos.-dijo finalizando la conversación.

Mientras el veía el escaparate, yo lo admiraba a él, aunque tuviera las gafas y el gorro para intentar que no lo reconocieran, yo seguía admirando su belleza.

Fin Flashback.

-Perfecto.-dije al mirarme al espejo con el vestido puesto.

Me lo regaló él.

Ahora me gustaba más el traje por el simple hecho de que me lo regaló él.

Pero me preguntaba:

¿De qué fiesta habla?

Es domingo. ¿Quién hace una fiesta el domingo?

Eran las cinco de la tarde y ya había comido.

Los chicos insistieron en que me quedara en la habitación, y que a las ocho bajara.

No podía sacarme el vestido, me gustaba demasiado.

Pasaron dos horas.

Estaba nerviosa.

¿Por qué no querían que bajara?

¿Que hay ahí abajo que con tanto afán no quieren que vea?

Hoy era mi cumpleaños, y el único que me felicitó fue Kookie, a través de la carta, claro.

Cuando bajé, todo estaba oscuro.

Casi me tropiezo, ya que además de la oscuridad, llevaba unos tacones altos, también del mismo tono de rojo.

-¡SORPRESA!-gritaron todos, me sobresalté.

El salón estaba lleno de gente desconocida y conocida, entre ellos se encontraban los chicos, mis amigos, y sorprendentemente, Eun Kyung.

No sabía que hacer, y vi a Kookie con la boca abierta y examinándome con la mirada.

Todos empezaron a aplaudir, mientras yo bajaba por las escaleras  feliz con y una sonrisa tan grande que me dolían los labios.

Hermanastra de BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora