CAPÍTULO 16:NADA QUE TE IMPORTE

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Me quedé en blanco.

Rápido se lo arrebaté de las manos.

-¡Nada que te importe!-grité subiendo las escaleras rápidamente.

De repente noto que me cogen de la cintura y me levantan, sonrojándome por completo.

-Dime qué es.-ordenó sin soltarme.

-Nada importante. ¡Mira allí están tus cereales!-dije señalando uno de los muebles.

El me soltó y yo corrí hacia mi cuarto, ya que era mentira lo de los cereales.

Lo escondí en el fondo de mi armario. Ya buscaré otro lugar, mi madre es muy cotilla.

Bajé y me encontré la misma escena de antes: Kookie buscando sus cereales.

-Deja de perder el tiempo,me los terminé yo.-dije tranquila.

Se giró bruscamente y me fulminó con la mirada.

-Tu...-dijo señalándome.

Me fui corriendo al salón y él detrás.

-Te arrepentirás.-dijo persiguiéndome por toda la casa.

Me pilló y yo me cubrí con mis brazos. Lo más extraño es que no hizo nada, sino que empezó a hacerme cosquillas.

-¡AAHHHHHHHH, JUNGKOOK PARAA!-grité sin poder dejar de reírme como una histérica.

-¡CHICOS! ¡¿POR QUÉ HACEN TANTO RUIDO?!-oí que gritaban desde las escaleras.

Jungkook paró, me giré y vi a Yoongi, que parecía que iba a explotar en cualquier momento.

-Lo siento...-dije pero no pude acabar, Kookie hizo caso omiso a Suga y empezó otra vez a hacerme cosquillas.

-Ag, dejadlo ya tortolitos.-comentó,y yo rápidamente me alejé de Kookie y me sonrojé.

-Kookie nos tenemos que ir, se hará tarde.-dije corriendo a coger la mochila y abrir la puerta.

Me giré y vi que Kookie seguía ahí parado, en medio del salón.

-¡Vamos!-grité y el respondió cogiendo su maleta y dirigiéndose a la puerta.-Adiós Yoongi, ¡que duermas bien!-me despedí

-No tranquila, si gracias a vosotros ya no podré.-contestó antes de que cerrará la puerta.

El camino hasta el colegio se me hizo corto, demasiado.

-Jungkook, ¿hoy podríamos ir a la sala?-pregunté, tenía muchas ganas de volver a tocar el piano con él.

-Sobre eso, siento lo de ayer yo no...-

-Tranquilo, Eleanor me lo contó todo, esa Wendy es una arpía...-

-Si...Es una arpía.-respondió dedicándome una de esas sonrisas amplias y sinceras.

Una de mis favoritas.

Que digo, todas son mis favoritas.

-Bueno, me voy a clase, chao.-dijo dándome un abrazo y un simple beso en la frente.

Un simple beso en la frente que hacía que se me erizara el vello de la piel.

Caminé hacia mi clase, acostumbrada ya a las miradas de odio y asco. Pero pude sentir la de Wendy, y yo, como la gran niña pequeña que soy, le dediqué una sonrisa triunfante.

Sé que suena infantil de mi parte, pero no pude evitarlo.

Como todas las mañanas, saludaba a Min y conversaba animadamente con ella.

Lengua.

Mates.

Física.

Llegó el descanso, y me dirigía rápidamente a la sala.

Me tranquilicé al oír esa melodía.

Entré y me senté con cuidado.

-Hola Ji.-saludó sin quitar su mirada del piano.

-Hola Kookie.-le dediqué una de mis sonrisas a pesar de que no me miraba.

Me quedé observando esa escena.

Esos dedos tocando las teclas del piano, a veces moviendo la cabeza al ritmo de la melodía, haciendo caer algunos mechones de pelo por su frente.

-¿Qué tal las clases?-pregunté.

Dejó de tocar y me miró fijamente sin expresión en el rostro, como la primera vez que lo ví.

Se fue acercando lentamente y, por instinto cerré los ojos.

Cuando por fin creí que mi sueño se iba a hacer realidad, se abrió la puerta.

Nos separamos de repente y empecé a sentir un rubor en mis mejillas.

-Ji Hyeon, necesito tu ... Ups, me parece que es un mal momento. ¿Interrumpo algo?-preguntó Eleanor.

-No, no, em, ¿qué necesitas?-respondí intentando que no se notara lo nerviosa que estaba.

-¿Puedes venir un momento?

-Claro Eleanor, te veo en el almuerzo.-respondí dirigiéndome a Kookie, dándole un delicado beso en la mejilla.

-Si, si en l-la mes-sa de siempre.-dijo antes de que me marchara.

Hermanastra de BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora