Epílogo 3

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20 años después

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20 años después

Llegó la hora, tras muchos años de ausencia en lo que en algún tiempo fue su mundo, ahora estaba de regreso y con más fuerza que nunca.

—Los chicos van a llegar hoy a Valfart.

Su esposo le hacía platica de cualquier otro tema con tal de mantenerla tranquila. El trayecto al hospital de Berlín era largo y se encontraban a medio camino, así que los minutos acrecentaban su ansiedad de solo volver a pisar un hospital. Y en Alemania, donde alguna vez soñó estar.

Con su examen aprobado, la especialidad la esperaba con las puertas abiertas y deseaba que las cosas fueran muy diferentes a comparación de hace más de dos décadas.

Sus hijos había crecido y cada uno a sus veinticinco años habían incursionado en sus propios estilos de vida antes de unirse a la raza de vampiros. Keid encontró su vocación en la ingeniería espacial, siendo de los hombres más jóvenes en embarcarse a los viajes al espacio para probar nuevos proyectos de la NASA. Carsten decidió seguir los pasos del tío Max y se ha convertido en uno de los mejores pilotos de carreras de los últimos tiempos, representando a la RCC. Por su parte, Garth encontró su vocación en el futbol europeo, milita actualmente con el Bayern Múnich y ya era poseedor de dos balones de oro como el mejor de los delanteros.

Sus hijos crearon sus propios caminos y aún con sus sueños cumplidos estaban deseosos por conseguir la mortalidad como sus padres, como desde niños siempre lo vieron.

Pero Gastón seguía con la incertidumbre de otorgarles los dones del Pentágono. Claro que ha habido situaciones de peligro a lo largo de estos últimos años, y todo porque no hay un Pentágono sólido que le dé una imagen de advertencia a los forasteros.

—Por fin —soltó Maddy en un suspiro—, quiero ver a mis hijos.

Tenían tres meses de solo escuchar sus voces por llamadas telefónicas, a veces ni eso; sobre todo Keid que estaba en constante trabajo.

—Este año cumplirán veintiséis ¿Quieres que sigan siendo humanos?

Maddy miró a su esposo con un semblante extraño, dentro de ella se hacía esa cuestión: Dejar que sus hijos sigan con sus vidas humanas y formen familias o... darles la bienvenida al mundo de inmortales. Son figuras públicas, Garth no podría seguir jugando por las cámaras de televisión, su reflejo no aparecería y levantaría muchas sospechas.

—Creo que será decisión de ellos, tomaron caminos bastante... llamativos.

Gastón miraba hacia el frente sin parpadear, su semblante pacífico podría significar cualquier cosa. Ya cerca del destino fue reduciendo la velocidad cuando descendían de un puente elevado.

—Sus sueños se realizaron y así quiero que siga. Desde que se abrieron camino como universitarios las cosas no volvieron a ser igual.

La nostalgia navegaba por las palabras del vampiro de la destrucción, quien se ha esforzado en estos años en ser un ejemplo de padre. La mano de su amada esposa acarició los cortos mechones de la nuca y Gastón se rindió ante ese mágico toque.

3° El amo del desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora