Enzo Vogrincic, actor famoso, interpreta a Numa Turcatti en "La Sociedad de la Nieve". Saltó a la fama y es el dueño de internet.
Curiosamente, su amigo, Matias Recalt, tiene una hermana.
El resto es historia.
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Narrador omnisciente.
- Porfavor, Matias. - suplicaba Milagros. Estaban en los Bosques de Palermo, se habían juntado ahí para hablar todo.
- No voy a cambiar de opinión. Lo nuestro se termina acá. - contesto el castaño, sin ninguna expresión facial.
- ¡Pensá en lo que decís, por amor a dios! ¡Me ibas a pedir matrimonio!
- Ibas, pasado.
- Te lo suplico, te prometo que voy a cambiar, no tires 8 años a la basura.
- ¿Yo? ¿Vos me estás jodiendo? - gritó. - ¿Yo soy el que tira ocho años a la basura? ¿O fuiste vos al volver a drogartde? Hace 8 años hablamos esto, 2 en terapia y 2 en rehabilitación estuviste. Ya me entere que dejaste y que nunca te dieron de alta. Nunca estuviste dispuesta a cambiar por mi, nunca. Yo te lo dije miles de veces, y estuve dos mil acompañandote.
- Entonces no me amas de verdad. Si me amarás, me perdonarías.
- Te amo más que a mi mismo, que a mi hermana, que a todo lo que tengo. Pero tengo claro mi futuro y en que condiciones quiero a mi futura esposa. - hubo algunos segundos de silencio mientras Mili se rompía aún más. - Fue lindo mientras lo pudimos mantener, nos vamos a volver a ver cuando estés dispuesta a cambiar. - dijo fríamente, alejandose.
- No, ¡Matias! ¡Yo soy capaz de dejar todo por vos, escuchame! - grito Milagros, agarrandolo del brazo.
- ¿Y por qué no lo hiciste en estos ocho años? - ella se quedo muda, sin contestar.
- Mati, porfavor, entendeme.
- Te entendí todo lo que pude, hasta que pasaste mis límites. No te quiero volver a ver hasta que estés rehabilitada con un certificado firmado por un experto o experta. Chau, suerte. - sin decir más, Matias se alejo de las suplicas de lo que fue su pareja, dejandola destrozada en aquel pasto verde y mal cuidado de la Ciudad de Buenos Aires.
- Pero, Mati, ella te ama con todo lo que es. - murmuró Agus, cebando mate. - Entendela.
- No, no puedo seguir entendiendola. - contesto él, secandose las lágrimas. - Yo la amo muchisimo, pero no quiero a mi lado alguien así, me hace acordar a lo que fui.
- Pero vos cuándo eras eso tenías compañia, siempre. Tomo un poco de mate y se quedo en silencio, llorando aún más.
- Sí, la tenía. Pero, ¿sabes cuál es la diferencia? Que yo me dejé ayudar y estuve dispuesto a cambiar. - suspiro, secandose las lágrimas devuelta y agarrando la mano de su hermana. - Antes sentía que ella me amaba más que a todo, ahora también lo siento, pero si me hablas de un gramo o kilo de cocaina me quedo callado. - la contraria chasqueo la lengua.
- ¡10 años lleva enamorada de vos, Matias! ¿Sos tarado? ¡Esa piba te ama más que a su propia vida! No le hagas esto, no te hagas esto, no se hagan esto. Pensalo, por dios.
