Yo no soy eso.

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Narra Matias

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Narra Matias.

Había dudado mucho en escribirle a Milagros, ya que me mataba la vergüenza. Pero me decidí, total, ¿qué es lo peor qué puede pasar? Muchas cosas, pero, meh.

"Holaa, soy Mati."
"Ya se, boludo, te veo la foto, el verificado y el nombre."
Tiene razón, yo también, unos re problemas manejo.
"Bueeno che. Escúchame, ¿te copa juntarnos?"
"Dale, si queres vení a mi casa. Compro unas empanadas o algo."
"Mandale."
Me paso su dirección y fui para allá, hasta que fui interceptado por mi hermana.

- Apaa, vas muy arreglado vos. ¿A dónde?
- Voy a lo de Mili, nos vamos a juntar, tranqui.
Agus abrió los ojos como platos y se tapo la boca, dejó escapar un gritito de emoción.
- No lo puedo creer. Dale, anda, anda, pásenla lindo.
Me quedé con cara de perturbado y me fui, llegué un rato después.

- Holaaa. - nos saludamos con un abrazo, pase con cuidado y vi que tenia todo de Boca. - Ah, sos de las mías. - dije riendo.
- Boca es lo más grande que hay, Mati. - contestó, sonriendo. Me paso un tereré y arrancamos a hablar. Era todo hermoso, aire acondicionado, tereré, unas pepas y...ella.
La pasamos re bien, jugamos al FIFA, hablamos de fútbol, también de Danilo y Fuerte Apache, La Sociedad de la Nieve, series, cosas de teatro mías...parecía una entrevista.
Se había hecho re tarde, así que agarre mis cosas para irme.

- Eu, ¿no te queres quedar a cenar? Podemos salir a algún lugar. - me dijo Mili.
- Dale, re. Para que le aviso a Agus.
Agarre mi teléfono y la llame.

"Negra."
"¿Qué querés?"
"No voy a ir a comer, me quedo con Mili. Capaz llego tarde."
"APAAAAAAAAAAAAAA." - gritaba Agus. Escuché la risa de fondo de Mili y me dio mucha vergüenza.
"¿Ves que tenes problemas? Chau."
Le corté el teléfono y estaba Mili atrás mío, riendo.

- Perdonala, tiene dificultades técnicas.
- No, no, si se nota.
La acompañe en la risa y salimos a comer una pizza, obviamente nos vio mucha gente y se acercaban. Nos sacaban fotos, me pedían a mi, preguntaban, etc.
Las redes estallaron, como era comúnmente. Ninguno quiso salir a aclarar nada.

- Ya piensa que somos novios. - decía Mili riendo. - Vas a tener que saltar.
- No, no me molesta.
- ¿No te molesta que piensen que somos pareja?
- ¿Debería?
Se rió y se acostó en mi hombro.
- Sos muy tierna. - le dije.
Se rio y se tapo la cara, susurro un gracias y nos empezamos a reír. Ella, muerta de vergüenza, yo, por su reacción.
Al rato me fui, caminé unas cuadras, hasta que note que había olvidado mi abrigo. Volví y nadie me contestó, insistí hasta que abrió Mili, tenía una cara peculiar.

- Me olvide el abrigo.
- Ahh, ahora te lo traigo.
Se fue y yo entré a la casa, algo, no se que, olía mal. Y literalmente lo hacía, había un olor a porro impresionante.
Mili me dio el abrigo y me la mire, extrañado. Tampoco me preocupo mucho, es un porro, no es heroina ni cocaina.
- Milu.
- ¿Mhm?
- ¿Sabes que el porro y esa miércoles no es la solución a nada, no?
Se quedó callada y se rió, falsamente.
- ¿Qué tomaste vos?
- Podes contar conmigo siempre, pero acordate que eso no va a solucionar nada.
La abracé y me fui, algo extrañado.

2 palabras, 5 letras.Where stories live. Discover now