Ira.

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Narra Agustina

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Narra Agustina.

Con la noticia de que Mati y Mili eran novios, realmente quedé muy feliz. Con Enzo seguimos nuestra vida, de igual maneras. Aún no me olvido de lo que vi en México, y supongo que él tampoco.

- ¡Amor! ¿Me pasas el traje? - gritaba Enzo.
- Si, ahora va. - fui a buscar su traje. Tenía una cena importante de los Oscars, ambos fuimos invitados, pero él se prepara a último momento. Tome el traje, pero note algo en el bolsillo interior.
- ¡Gordo! ¿Dejaste la billetera en el bolsillo del traje?
- Ah, puede ser, por eso no la encontraba. Sacala y déjala en la mesa, ahora la agarro.
Obedecí y me dispuse a sacar la billetera...la cuál no era tan billetera.
Una pistola. Me quedé congelada, mirándola, ¿cómo mierda tiene una pistola adentro del traje? Se que es narcotraficante, pero, ¿no sabe esconder cosas?
- Enzo, vení acá. - grité, con el arma en mis manos.
- Voy, amor. - respondió. Vino acomodándose el pelo. - ¿Qué pasó?
- Tenes 5 segundos para decirme por qué mierda tenías una pistola adentro del traje y ya van 2.
Me miró, congelado. Abrió los ojos de par en par y agarro el arma.
- ¿Qué haces con esto?
- Me hago la misma pregunta. ¿Por qué tenes armas en esta casa?
- Amor, pasa que...
- ¿Qué es? ¿Para defendernos si nos quieren matar? Porque las armas que usas para matar adictos sin plata yo se bien dónde están, y con ese traje fuiste dónde estos tipos.
- Gorda, para.
- Dame eso. - me tire a sacarle el arma, lo cual logre. - Me lo voy a llevar a los Oscars. Se te acerca una mucho y le meto un tiro, adelante de todos. Si vas a tener un arma, de algo me tiene que servir.
Le entregue el traje y me fui de la habitación, sentía la mirada de él clavada sobre mí, aparte, mientras decía lo último sonrió y se mordío el labio. Agarro el arma que yo le había sacado y la guardo devuelta.
- No vas a llevar eso a los Oscars, nos van a meter presos.
- ¿Y?
- No seas imbecil. - contesto. - Vamos, estamos tarde.

Suspire y nos fuimos a esta cena, allí había muchísimos actores y actrices.
Enzo saludaba a cierta gente, yo a otra, pero siempre estaba cerca mío. Pasamos por una alfombra y escuchaba gritos de todas partes, para mí y para Enzo. Nos acercábamos y firmabamos lo que llegabamos, nos sacábamos fotos con casi todos, pero era imposible.

- ¿Tienen voz para el final del día?
- No. - contestó él, con una sonrisa.

Al cabo de media hora, me encontré con un viejo amigo, nos saludamos y hablamos de la vida, actualizandonos todo. Vi a Enzo a lo lejos, que me miraba con enojo, su mandíbula estaba tensa y apretaba los puños. Me reí.
- Él de allá es mi novio.
- ¿¡Enzo Vogrincic? Nah.
- Sí, sí.
- ¡Pero mira que suerte que tenes, hija de puta? ¿Viste que si sos linda? Te ganaste un bombón.
Nos reímos y asentí.
Al cabo de unos minutos de conversar, me gire a Enzo. A su vez, escuché un grito agudo.

- ¡Enzito! - me gire para ver a una supuesta actriz, la cuál yo no reconocía.
- Paola. - la saludo con un beso en la mejilla, yo los miraba fijo, escuchando todo.
- ¿Quién era esa con la que pasabas en la alfombra?
- Mi novia, Agustina. ¿Por qué? - frunció el ceño.
- ¡Qué envidia! A mi me hubiera encantado pasar por esa alfombra con vos... - le acaricio la cara, pero Enzo le corrió la mano.
- No me toques, vos y yo terminamos hace bastante. Y no creas que en buenos términos, si te saludo es por respeto, no te quiero cerca mío.
- Ay, Enzito, ¡qué violento! ¿Por qué eso? Vos me perseguias todo el día, te encantaba cuando estaba así, cerca tuyo. - acercó su cara a la de él, como si de un beso se tratase.
No aguante.
- Ahora vengo. - dije, con enojo, dejando a mi amigo con las palabras en la boca. Caminé hacía ellos y la empuje a un lado.
- Imbecil. - susurre. Me miró confundida, luego, se rió.
- ¿Vos sos la novia de Enzito?
- Le decis Enzito de nuevo y te parto la cara adelante de todas las cámaras. - agarre de la mano a Enzo. La gente nos miraba, confundidos. Sacaban sus cámaras y gritaban. - ¿Qué te le encimas tanto? ¿Quién te crees qué sos? Cara rota.
- A él le encantaba cuando lo hacía, ni se resistía aveces. - contestó Paola, entre risas.
- "aba", se usa para los verbos en pasado. Vos sos pasado, y del malo. Diría que un momento humilde, o para reemplazo. ¿Querés hablar de cosas qué le encantan a Enzo?
- No, bueno, amor, ya está me parece. - me agarro del brazo mientras se reía. Paola entendió y frunció el ceño, con enojo y asco.
- Te puedo dar detalles, palabras, lugares, horarios, momentos, posiciones, anécdotas...¿sabes qué? Te voy a decir una cosa, ridícula. - me acerque a ella. - A Enzito ahora le encantó yo, y no sabes como. Te vuelvo a ver cerca y te desfiguro la nariz, ¿'tamos? - la mire de arriba a abajo, chasquee la lengua entre risas y me fui con Enzo.
Todo lo que quedo de la noche, yo estuve enojada, mirando fijo a esa chica, "Paola" No se acerco más a Enzo, y yo no me aleje de él.
Al llegar a casa, yo seguía con ese humor.

- ¿Qué pasó, amor? - pregunto Enzo, sacándose la corbata.
- Nada, estoy bien. - me saque los tacones bruscamente y los tire contra el armario.
- ¿Te quedaste enojada? - dijo mientras se reía. Suspire, frustrada.
- Sí, sí. ¿Querés qué te diga la verdad? Sí. La odio, la detesto. Forra de mierda, la debería haber matado ahí mismo. - chasquee la lengua mientras Enzo se reía, me saque el vestido, quedando en ropa interior. - ¿De qué te reís? - lo empuje y fui al armario a buscar mi pijama.
- Bueno, amor, ya esta. - me abrazo de la cintura, a lo cual no respondí. - Es una tarada, no le des bola. - me dio un beso en el cachete, pero seguí buscando ropa.
- ¿Dónde mierda metí los pijamas? - grité, me agarre la cabeza con las manos y me tire para atrás, chocando con Enzo.
- Amor, tranquila. - dijo mientras se reía. Me tape la cara y resople, soltando un sollozo. - ¿Amor? - preocupado, me dio vuelta y descubrió mi cara, para confirmar mi cara. Tenía lagrimas en los ojos. - ¿Por qué lloras? - preguntó, escondiendo mi cara en su pecho mientras acariciaba mi pelo.
- Porque la odio, la odio con todo mi ser. - contesté, entre sollozos. - Se viene a hacer la canchera porque fueron novios...la concha de mi vieja. - me volví a tapar la cara y Enzo hizo una mueca de enojo.
- Amor, no te pongas mal por esa imbecil. Sos mejor que ella. - me sacudió, intentando que vuelva a la realidad.
- Y bueno, ¿qué queres que haga? Son todas unas estupidas, es imposible no enojarse. - me seque una lágrima y me solté del agarre de Enzo, que me miraba, confundido y preocupado.
Me encerré en el baño y me senté en el piso. Así estuve durante 1 hora. Enzo venía y tocaba la puerta, lo hizo por la hora seguida. Incluso, creo que se sentó afuera a esperarme.

- ¿Puedo pasar? - preguntó una voz de la nada.
- ¿Hace cuanto estas acá? - contesté, levantándome despacio.
- Desde que te encerraste. Amor, déjame pasar.
Me levante, resople y abrí la puerta. Entró preocupado, me vio y suspiro, enojado.
- Amor...- dijo en un susurro, me levanto a upa como si de una bebé se tratase. Me sacó del baño y se sentó en el sillón, conmigo arriba. Me envolvió en un abrazo mientras me acariciaba el pelo, intentando tranquilizarme.
Deje de llorar y apreté los puños, ahora sentía rabia. No tristeza ni enojo, rabia, ira.
- Le voy a arruinar la vida.
- No le vas a arruinar la vida a nadie, calmate. - me agarro las mano y me sonrió. Le devolví la sonrisa.
- Tenes una sonrisa tan linda...- susurré. Se rió y me beso. - Es mía esa sonrisa.
- Anda, tonta. Estas muy celosa últimamente, te molesta que respiren cerca mío. ¿Cómo es eso?
- Es una más puta que la otra, me quieren sacar a mi futuro esposo. Las odio, manga de zorras. - Solto una carcajada. - ¿Qué te reís? Es verdad, vos no te das cuenta porque sos boludo.
- Amor, nada que ver.
Resoplé y me le acomode en sus piernas, mientras lo besaba y lo abrazaba, todo a la vez.
- Bueno, bueno. - se separó de mi. -¿Qué querés? - pregunto, riendo. Me encogí de hombros, sonriendo. - No, hoy no.
Abrí los ojos de par en par y frunci el ceño, chasquee la lengua y lo solté.
- Anda. - me fui de la habitación con Enzo atrás, mientras se reía. - No, salí ahora, por estúpido. - me tire en la cama boca abajo, evitando mirarlo.
- Amor, dale, no te podes enojar por eso.
- Sí, lo estoy haciendo. Salí. - me di vuelta, evitando mirarlo. Sentía su sonrisa y su mirada clavada, me agarro del hombro, lo cual ignore.
- Amor. - no hubo respuesta, resoplo y saco la mano del hombro, rindiendose.
- Mentira, bobo. - lo abracé con fuerza, él solo puso cara de malo. - ¿Pedimos sushi?
- Chi. - susurró. Nos reímos y fui a pedir la comida.

...

Lo besé y le acaricie el pelo. Me recosté en la cama y me tape con las sábanas, dispuesta a dormir.
Se tiro para atrás y suspiro.
- Te amo.
- Yo más.
Le agarre la mano y él hizo lo mismo, nos abrazamos y nos fuimos a dormir.

🎀 ᪲᪲Pido disculpas, pero sentía que esta aventura necesitaba un poco de esto

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🎀 ᪲᪲
Pido disculpas, pero sentía que esta aventura necesitaba un poco de esto. Se vienen muchas cosas nuevas, muchos dramas sin resolución, muchos problemas y misterios. Esta vez se viene con todo, lo que vieron al principio es literalmente el principio, ni se imaginan.
Espero les haya gustado, besos y cuídense.
Atentamente, Athina.

2 palabras, 5 letras.Where stories live. Discover now