CUENTOS CORTOS DE TERROR [COMPLETA]

SLENDERMAN

Hace muchos años, en un pequeño pueblo rodeado de densos bosques, había una leyenda que helaba la sangre de quienes la escuchaban. Se decía que en lo más profundo del bosque habitaba una criatura sin rostro, alta y delgada como una sombra, con brazos alargados que se extendían como tentáculos en la oscuridad. Se la conocía como Slenderman.

La leyenda contaba que Slenderman acechaba a aquellos que se aventuraban demasiado en el bosque, atrapando sus almas en la oscuridad para siempre. Nadie sabía de dónde venía ni qué quería, pero todos temían su presencia.

Una noche, un grupo de jóvenes decidieron desafiar el mito y adentrarse en el bosque en busca de emociones fuertes. Armados con linternas y valentía falsa, se adentraron en la oscuridad, burlándose de las historias que sus padres les habían contado.

A medida que avanzaban entre los árboles retorcidos, una niebla espesa comenzó a rodearlos, envolviéndolos en su abrazo gélido. Los sonidos del bosque se desvanecieron, dejando solo el eco de sus propios pasos y el latido acelerado de sus corazones.

De repente, una figura oscura se alzó entre los árboles, alta y amenazadora. Era Slenderman, su presencia helando el aire a su alrededor. Los jóvenes retrocedieron, pero era demasiado tarde. Slenderman los había atrapado en su mirada vacía.

Uno a uno, los jóvenes comenzaron a desaparecer, arrastrados por las sombras hacia un destino desconocido. Los gritos de terror resonaban en el bosque, pero nadie acudió en su ayuda. Estaban solos, a merced de la criatura sin rostro que acechaba en la oscuridad.

Al amanecer, solo quedaba un rastro de lo que una vez fue un grupo de valientes. Sus linternas yacían en el suelo, la luz extinguida para siempre. La leyenda de Slenderman había cobrado nuevas víctimas, y el bosque guardaba silencio como testigo de su poder aterrador.

Desde entonces, nadie volvió a adentrarse en el bosque en busca de emociones fuertes. La leyenda de Slenderman se convirtió en un recordatorio sombrío de lo que acechaba en la oscuridad, esperando a aquellos lo suficientemente imprudentes como para desafiarlo. Y así, la historia de aquellos jóvenes perdidos en la oscuridad se convirtió en un cuento que helaba la sangre de quienes se atrevían a escucharlo.