El final.

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No.

No. No. Nononononononono.

Y esa frase de "después de la tormenta sale el sol" o como sea. ¿Dónde está mi frase?

Me había encerrado en el auto hacia diez minutos y no podían sacarme.

Solo quería llorar en silencio.

¿Por qué las cosas no podían estar bien una puta vez? Solo eso pedía, paz.

Y esto era todo lo contrario. Porque yo sabía lo que pasaría pronto.

Y no quería pasar de nuevo por eso.

/Flashback/

-¿Malas noticias? ¿Qué tipo de malas noticias?

-De las peores... Escucha... Tenemos un empleado nuevo... Y se dejó llevar por las palabras que le dijo y ahora... Ahora esta suelta.

-¿Q-Quién?- Dije con la voz temblorosa, pero yo sabía a quién se refería.

-Lara, así que ten cuidado. Ya mandamos a policías a buscarla.

/Fin Flashback/

Le envié un mensaje a Jayson. Comunicándole mis intenciones.

Imbécil♥️
16:57.

Te lo diré sin rodeos, me han llamado para decirme que Lara está suelta. Cuando quieran volver, vuelvan en los otros autos. Yo ya me vuelvo.

Encendí el motor y vi como todos se alejaban así que aproveche para salir y volver a casa.

*******

Entre sollozos me adentre en la casa, cada sonido me producía temor.

Una leve brisa, el crujido de una madera, hasta el cantar de los pájaros.

Las secuelas que Lara había dejado en mi no serían fáciles de sanar y menos sabiendo que ella estaba suelta.

Puse cerrojo en la puerta y corrí a mi habitación, podría jurar que alguien me perseguía.

Y no sabía si era acto de mi paranoia o real pero cada vez que intentaba relajarme escuchaba jadeos.

Cerré la puerta de mi cuarto y fui hacia la ventana y coloqué el pestillo pestillo.

Me dirigí al baño y, luego de fijarme detras de la cortina, cerré también esa puerta. Era mi refugio y no me movería hasta que Jayson llegase.

Me senté contra la pared y tome mis piernas entre mis brazos haciéndome bolita. Las lágrimas no tardaron en salir.

Había algo que nunca me había dejado estar en calma, aún con ella encerrada siempre estuve esperando este día. Y había llegado, Lara venía por mi.

Sentí como lentamente la puerta de mi habitación se abría y mi respiración se cortó.

Pasos lentos recorriendo cada lugar y un silbido que conocía inundaron mis oídos.

-Annie, sal de donde estes, no tiene sentido esconderse.- Canturreo y sus pasos cada vez se escuchaban mas cerca de mi.

Quería salir, enfrentarla, gritarle, vencerla pero estaba paralizada.

Mi cuerpo completo comenzó a temblar, mi boca entreabierta dejaba escuchar el sonido de mis dientes al chocar, mi cabello alborotado de pronto se sintió liviano y un frío intenso me estremeció.

-Bien Annie, si quieres jugar así... Pero me decepcionas sabes que no será lindo.

Un aire gélido salía de mi boca y un golpe al otro lado de la puerta hizo que pegase un salto.

Viviendo con el Playboy. #VCEP1 [EN EDICIÓN]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon