Viviendo con el Playboy. #VCEP1 [EN EDICIÓN]

Aliens (Recuerdos)

POV's Jayson

El viejo señor nos abrió la puerta y, al darle la luz, pude ver bien sus facciones.

Bajé rápidamente la cabeza. Esto no me podía estar pasando. ¿¡POR QUÉ A MI!?

Annie golpeó mi pierna y, al ver su rostro, supe que estaba asustada.

Me acerqué a su oído y, susurre muy bajito para que no escuchara

- Tranquila, es inofensivo.

-¿¡Y tu como sabes eso!?- Dijo en un tono elevado de voz. Claro, ¡como si a Ann se le pudiese susurrar!

-Shh... Mis oídos van a sangrar, dejen de gritar chiquillos.- Exclamó el viejo, el cual iba más adelantado.

-Pero si...

-Shhhhhhhhhhhhhhh...- Estoy seguro de que, de haber estado frente a frente, mi cara estaría llena de saliva avejentada.

-Bueno... Ya entendimos... Sh...- Dijo ella con su carita de nena buena.

Y estaba tan linda a luz tenue de las farolas.

Y yo no puedo estar diciendo esto, a mí no me suceden estas cosas.

Pero por otro lado, tiene una belleza tan singular. Y no hablo de su rostro. No.

Hablo de su vocabulario, su inteligencia, sus muecas, su belleza interior.

¿De dónde salieron esas palabras?

Seguramente fui secuestrado por aliens.

Sip, eso lo explica todo.

-¿Eh tú? Deja de asentir, me pones nerviosa.

-¿Eh? Oh, claro...

-Sabes chico, tu voz me recuerda a la de un sobrino que tengo... Claro que el no es un vándalo como tú.

Y agache nuevamente mi cabeza.

Solo espero que no se lo cuente a mis padres.

-Él es uni... Una voz muy, muy común.- Dijo Annie luego de un rato.

Se estaba comportando tan raro.

¿Los aliens la habrían secuestrado también?

-Sabe señor, podría darme a la fuga y dejarle a este chico en sus manos. ¿Hacemos un intercambio? El vándalo favorito por mi libertad.- Arqueo las cejas y me mostró su lengua a signo de burla.

Esto no eran aliens, era algo más peligroso, me estaba enamorando.

******

POV's Annie.

¿Que se me pasó por la cabeza?

Estuve a punto de decir que era único.
Y lo que más me asustaba en realidad es que lo era, a mis ojos al menos.

-Ann, ¿por qué siempre haces esas cosas? Me ponen nervioso.- Susurró Jay en mi oído.

Tu me pones nerviosa.

-¿Qué cosas? Oh Dios, ¿dije algo en voz alta?

-No, negabas repetidas veces con la cabeza. Me asustas.

-No más que él.- Dije y al instante Jayson bajo la cabeza.

Después la rara soy yo.

-Díganme. ¿QUE HACÍAN EN MI PARQUE?

Y un destello cruzó por mi mente.

Fue como un flash, y dado que mi única creencia era la frase vive el momento le hice caso.

Tomé a Jayson por el antebrazo sin darle tiempo a sentarse y salí corriendo.

El señor dió un respingo pero no hizo nada más que echarnos maldiciones.

-¿¡Qué has hecho!?

-¿Qué que he hecho? ¡Nos salve el pellejo eso hice!

-¿Y si recuerda nuestros rostros?

-No los recuerda. Habría reconocido a su sobrino, ¿no crees?

-¿Lo sabes?

-Lo deduje, dah. Cada vez que hablaba o amagaba con darse la vuelta mantenlas la cabeza gacha. ¡Y que coincidencia que su sobrino tenga tu voz!

-¿Por eso casi dices que soy único?

Se me heló la sangre por unos instantes.

-Si ya sabes, quería entregarte y salirme yo pero probé con un método menos cruel que terminó por no funcionar.

Tragame tierra y escupeme en Júpiter antes de que la embarre más.

No supe como, ni cuando había comenzado nuestro feroz beso, así como no supe cuando se había terminado.

-Yo... Eh... Lo siento.

¿Lo siento? ¡Idiota que eres Jayson!

-Eh si, mejor volvamos.

Había recibido el mejor de muchos besos y un lo siento. ¿Acaso no le hervía la sangre como a mi?