Capítulo 17

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Calle.

Me aferré a la barandilla del balcón respirando hondo, tragando el nudo de mi garganta. Sacudí las manos para alejar cualquier emoción que quisiera arrasar conmigo.

¿Por qué fui a su habitación? ¿Por qué tuve qué verla besando a Price? ¿Por qué cuándo ella me recalcó qué lo nuestro era un error?

Limpié la lágrima de mi mejilla llenando de aire mis pulmones al oír pasos dentro de la habitación.

— ¡Ahí estás!— Liz llegaba a mi lado soltando un resoplido. — ¿Dónde demonios estabas? Mafe casi me lanza del balcón cuando vio que te fuiste y sin ponerte el vestido.

La observé y ella alzó una ceja estudiando mi rostro.

— ¿Estabas llorando? ¿Qué pasó?

— ¿Creés qué sea buena idea seguir la boda?— murmuré.

Liz parpadeó rápidamente.

— ¿Pasó algo para qué llegarás a esa conclusión?

Me recargué en el barandal cruzándome de brazos, bajé la vista apretando los labios.

— Fui a la habitación de María José y... Se estaba besando. — Liz abrió sus ojos grandes. — Con su abogada.

Soltó un jadeo sorprendido dando un paso atrás.

— ¿Qué mierda? Espera. — se quedó en silencio. — ¿Y por qué carajos te afecta?

Rodé los ojos adentrándome a la habitación, percibí los pasos de Liz detrás de mí, me senté en la cama tomando mi cabeza entre mis manos.

— ¿Vas a decirme?— presionó. — Ustedes tienen actitudes muy raras cuando se suponen que solo iban a casarse por conveniencia y que disque cada quien por su lado. ¡Eso no es-

— ¡Me enamoré de ella!— le grité. — ¡Me enamoré tanto que solo añoro tenerla de verdad, Liz!

Mi mejor amiga echó dos pasos hacia atrás estupefacta, pasé una mano por mi frente.

— Quiero acabar con la boda porque será un infierno tenerla tan cerca y...— solté un gruñido frustrada. — Ella no siente lo mismo.

— Mierda. — arrojó mi mejor amiga. — ¿Y ibas a decirle eso hoy?

Aparté la vista sintiéndome tonta y abochornada.

Claro que iba a decírselo, a pesar de tener la mente hecha desastre al pensar todas las posibilidades en dónde ella volvería a repetir que lo nuestro es una farsa, quería tomar el riesgo e intentar por una última vez alcanzar al menos un pedacito de dónde aferrarme para estar juntas de verdad.

Los planes cambiaron al verla con Price, añadiendo que eso solo confirmó lo que ella me había dicho. Podríamos estar con otras personas y nuestra relación no se iba a ver afectada, una relación inexistente.

— ¿Qué vas hacer?— susurró Liz, suspiré.

— No lo sé. — admití. — Si pensará para mí conveniencia cancelaría la boda y me iría lejos.

— ¿Pero?— interrumpió mi acompañante.

— Eso no ayudaría a María José para tener a su hermana con ella. — me puse de pie. — Valentina no merece eso, prometí que estarían juntas y lo voy a cumplir, aunque viva secretamente enamorada de María José Garzón y tenga que verla con alguien más.

Unos toques en la puerta interrumpieron la conversación, caminé hasta allá abriendo esta, me encontré con el abogado.

— Señorita Calle, llevo buscándola un buen rato. — habló agitado. — No me confirmó nada del contrato y casi me topo con su padre.

Indeleble || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora