El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock.
Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que demostrar que se merece ese asiento en Mercedes, pero un neerlandés no se lo hará tan fácil.
Camill...
Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
23/noviembre/2022
Un toque en el hombro, el sonido de alguna máquina, una persona caminando cerca, cualquier cosa hacía que mi sueño fuera interrumpido. No había podido dormir bien en días, desde la ansiedad que tenía antes de la última carrera hasta estos últimos días en el hospital.
Así que el flash de una cámara hizo que abriera los ojos de golpe y escaneara la habitación con el peor de los miedos. Lo único que me encontré fue a mi madre sentada en la cama de hospital volviendo a tomar otra foto.
—Dios casi me da un infarto creyendo que era la prensa— susurro para evitar levantar a Max que seguía dormido en mi hombro.
—Oh no, para nada linda, solo estaba tomándoles una bonita foto— dice con una sonrisa inocente.
—¿Para que?— trato de no elevar la voz y no moverme mucho.
—Porque si en un futuro siguen juntos, estoy segura que querrás ver estas fotos, te prometo que te harán sonreír Camilita.
Era nuestro cuarto día en el hospital y como Max había prometido, no se había separado de mi en ningún momento. No sabía cómo agradecerle, tuvo que haberse metido en una enorme cantidad de problemas para estar aquí a mi lado.
Mañana darían de alta a mi madre, ella volvería a la clínica de recuperación y yo tendría volver a la fábrica para dar unas entrevistas, ruedas de prensa y un montón de cosas mas para justificar mi ausencia en Abu Dhabi.
—Tienes mucha esperanza en nuestra relación, mamá— incluso más que yo, pienso.
—Pues estos días Max se ha comportado como todo un caballero, he visto como te trata y la manera en que sonríes cuando habla, no lo sé tú, pero tal vez podría ser el indicado.
Sus palabras me dejan pensando, ¿Qué acaso no es evidente que sería muy difícil que nosotros salgamos como una pareja formal?
—No lo sé.... Es muy complicado, Max es muy dulce y es todo lo que cualquier mujer desearía, pero nuestro trabajo nos lo impide.
—Bueno Camilita, yo solo sé que parece que el te quiere a ti, ¿Tu no lo quieres a él?
Volteo a ver a Max, sigue recostado sobre mi hombro, tiene los ojos cerrados, su respiración es tranquila, el cabello dorado cae por su frente, tiene los labios ligeramente abiertos y transmite una paz indescriptible. Me quedo pensando, jamás me lo había planteado, ¿Puedes querer a alguien sin tener una relación formal con esa persona? El silencio se prolonga, así que mi madre se encoge de hombros.
—Le pediré al enfermero que me de una vuelta por el hospital con la silla de ruedas— presiona el botón que alerta a enfermería, alguien llega con una silla, la ayuda a sentarse y en menos de tres minutos ya está afuera de la habitación.
