Anxiety | Max Verstappen

Capítulo 1

"Rivales desde niños"

Recuerdo perfectamente la primera vez que había visto a Max.

Tan solo éramos unos niños.

Mi padre, Nicholas Watson, tres veces campeón del mundo de 1991-1993, fue él que me impulsó a correr desde pequeña.

Recuerdo haber llegado a la pista, con tan solo cinco años.

Ya había aprendido a conducir autos para niños pequeños desde antes, pero jamás había asistido al Karting.
Al llegar, me di cuenta de cómo sería todo, era la única niña entre todos los niños.

Nerviosa, jalé a mi papá de su pantalón, y él bajó su mirada a mi.

Estaba tan aterrada, sentía que no encajaba ahí.

—Ve con los demás niños, linda—se agachó mi a mi altura—preséntate y luego regresas conmigo.

Asentí lentamente, no quería decepcionarlo.

Me acerqué a los demás, pero no hablé con nadie, en cambio, me quedé sentada en una llanta esperando por instrucciones.

Fue ahí cuando se me acercó un niño.

Ojos verdes, cabello castaño y una gran sonrisa.

Lo que no sabía es que ese niño terminaría siendo mi mejor amigo.

Charles Leclerc fue la persona que se acercó a hablarme en el primer momento.

—Hola—sonrió—mi nombre es Charles, ¿Cuál es el tuyo?—preguntó

—Hola Charles—sonreí—Mi nombre es Camille, pero puedes decirme Cam.

—Un gusto Cam.

Desde ese momento somos inseparables.

....

Había pasado un año en el que había comenzado a acostumbrarme a la vida en el Karting, algo que no me costó mucho, todo porque contaba con el inmenso apoyo de mis padres, además que competir al lado de Charles hacia que todo fuera mucho menos aburrido.

Un día de prácticas, se presentaron muchos niños nuevos.

Charles y yo estábamos platicando de lo que haríamos después.

Probablemente iríamos a comer helado o ver una película, dependiendo de lo que autorizaran nuestros padres.

De pronto sentí que alguien tocaba mi hombro.

Un niño rubio de ojos azul brillante.

—Disculpen que los moleste, pero, ¿Podría quedarme con ustedes un rato?, no tengo amigos aquí.

Charles y yo intercambiamos miradas y le sonreímos al niño que estaba enfrente de nosotros.

—Claro, no hay problema—habló Charles primero.

—Mi nombre es Max.

—Un gusto Max—saludó Charles.

En el momento en que iba a presentarme, se escuchó el grito de un hombre.

—¡Max Emilian regresa aquí ahora mismo!

El semblante de Max cambió por uno de tristeza.

—Lo siento—dijo antes de irse.

Charles y yo solo nos encogimos de brazos y nos concentramos en las prácticas

Por mi parte llevaba un buen ritmo y las llantas casi no estaban desgastadas.
Me gusta ser estratega y rebasar en el momento adecuado.