Capítulo 28: Una Boda De Mentira.

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CATALINA



Me estaba poniendo unos pendientes, cuando sentí los pasos inconfundibles de él, vi que se apoyó en el marco de la puerta del baño.

— ¿Hace cuánto se quedó dormida? — lo miré a través del espejo, se ve tan hermoso que llega a doler.

— Una hora, la dejé dormir, así tendrá energía hasta tarde — me asintió enderezándose y se giró saliendo del baño, lo seguí dentro de la habitación, Arthur parece un verdadero príncipe — ¿Por qué tenemos que ir tan arreglados a una comida en una casa?

— Porque sospecho que no es una simple comida, no se por qué tengo la intuición de que Hunk le pedirá matrimonio esta noche a Louise, es oficialmente soltera, Hunk anda demasiado nervioso — sonreí imaginando ese momento. Merianne se movió y me concentré en ella.

— Despierta corazón — me acerqué dándole besitos suaves, sonrío durmiendo.

— No puedo con tanta ternura — sonreí mirando a Arthur — Te juro que Merianne me tiene con la baba colgando — me puse a reír suave.

— Amor mira esta papá aquí — Merianne sonrío estirándose con mucha flojera diciendo "Papá"

— Oye princesa tienes que despertar — Arthur se sentó en la cama quitándole los calcetines gruesos que le puse para que no se le enfriaran sus pequeños pies — Mira estos pies tan adorables — me puse a reír mirando esos pies tan pequeños — Y si me como estos pies — Arthur comenzó a morder sus deditos de forma suave y Merianne comenzó a reír de forma tierna.

— Despertó adorable, eso es una buena señal — Arthur siguió comiéndole el otro pie, Merianne estaba con ataque de risa — Ya que la vas ahogar — Arthur le soltó los pies riéndose y Merianne respiró — ¿Qué te hizo el papá?

— Papá — Merianne le estiró los pies a Arthur y me puse a reír.

— Ya vámonos, llegaremos tarde — le pusimos los calcetines que eran para salir y sus zapatos, le pusimos su abrigo y Arthur la tomó como si estuviera tomando un paquete de algodón, yo me puse mi abrigo mientras los seguí para salir.

La mansión de los padres de Louise es hermosa, demasiado lujo en cada detalle, todos muy bien vestidos, hay rostros conocidos que siempre veo por la empresa, apenas vi a Louise me acerqué a saludarla y felicitarla, está realmente feliz y emocionada, así que solo la saludé para no interrumpir su felicidad demasiado.

— Hola — me giré asustada encontrándome con Elena.

— Hola ¿Cómo estás? — pregunté feliz, me abrazó dándome un beso en la mejilla.

— Muy bien ¿Y mi sobrina?

— Debe estar con tu padre y Arthur.

— ¿No estás bebiendo nada?

— No no puedo, estoy dando pecho — abrió su boca acordándose.

— Cierto, lo olvido, bueno los buscaré, estamos hablando — le asentí y se puso a caminar entre las personas, me quedé mirando el alrededor, vi muchas personas hablando entre ellas, hasta que divisé unas mesas y sillas, así que caminé hasta ahí para sentarme, la silla a mi lado se movió y vi a Arthur sentándose a mi lado, con un vaso de whisky en una mano, un jugo en la otra, esté último me lo entrego a mi.

La Culpa Fue De Tus Ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora