Capitulo 12 «Mujer de palabra»

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Capítulo 12
«Mujer de palabra»

Dejo el papel que tengo delante, sintiéndome agobiada y perdida después de leer el mismo párrafo una y otra vez sin comprender nada. Parece que mi cerebro se ha desconectado por completo. Genial.

Resoplo y busco entre el caos de papeles mi querido móvil. Lo encuentro sepultado bajo una pila de documentos. Enciendo la pantalla y abro mi correo electrónico. Sé que es poco probable que me hayan contestado a estas horas, pero aún así, lo compruebo. También sé que es poco probable que me haga millonaria con un rasca y gana y, aún así, sigo comprando alguno de vez en cuando. Con ese pensamiento en mente me sobresalto cuando... ¡oh, sorpresa! veo un mensaje nuevo destacando entre el desorden virtual. Mi corazón se dispara y lo primero que me llama la atención es el nombre del remitente: Benjamín Morales, el representante de Viktor Yaez. Obviamente, ¿qué esperabas? no me iba a poner así por un mensaje cualquiera de publicidad sobre tampones con aplicador.

La emoción me invade en un segundo y, sin poder contener mi felicidad, salto del asiento de forma torpe, tirando algunos papeles al suelo en el proceso. Sé que tendré que ordenar todo eso más tarde, pero en este momento me da igual. Mi mirada se encuentra con la de Azael, quien me mira con el ceño fruncido, las mangas de su camisa arremangadas y un par de botones desabrochados. Por un instante, me distraigo con su aspecto informal, pero su voz me devuelve rápidamente la realidad.

—¿Qué pasa? —pregunta, impaciente ante mi silencio.

—¡Benjamín ha respondido! —exclamo emocionada, sin poder evitar que una sonrisa de puro júbilo se dibuje en mi rostro.

Esta vez quien se levanta rápidamente del asiento es Azael, y para evitar volver a distraerme con la forma en la que anda hacia mí, leo el mensaje en voz alta.

Buenas noches señorita Noemí. Me alegra que se ponga en contacto conmigo. Mi agenda este mes es un poco difícil, pero estaré viajando a Madrid la próxima semana y he encontrado un hueco el miércoles por la tarde. Estaré encantado de atenderlos entonces. Háganme saber pronto si están de libres para acordar el lugar de la cita —digo, mientras se forma una sonrisa en mis labios que desaparece en cuanto levanto la vista de la pantalla y Azael está tan cerca que me infarta.

Da igual. ¡Concentración!

Tras horas y horas de trabajo, es una maravilla que algo, por pequeño que sea, nos haya salido bien. Y es que, Azael me encargó la tarea de investigar sobre la empresa que nos hace la competencia y la de pensar en cómo recuperar la confianza de Viktor Yaez. Lo primero no ha sido nada fácil. La información que hallamos son como migas de pan. He buscado hasta la décima página de resultados en Google y aún así no he dado con nada relevante. La página web oficial muestra algunos datos básicos e internet no ofrece mucho más. Tampoco se queda corto el tema de Viktor. Después de repasar una y otra vez los informes de nuestras últimas reuniones con él y Benjamín, no consigo averiguar dónde demonios hemos metido la pata con ellos.

Así que, en un gesto de desesperación total, he decidido mandarles un correo electrónico para solicitarles una cita y poder hablar cara a cara. ¿El objetivo? Que nos diga con claridad lo que quiere y lo que espera de nosotros para poder satisfacerlo. Pero... ¡Jamás imaginé que ese Benjamín sería un adicto al trabajo que responde emails a altas horas de la noche!

—Bien, confirma el día y la hora que Benjamín proponga. Pero sugiere tú un sitio para reunirnos —me dice, y mis dedos se deslizan por la pantalla con soltura enviándole una respuesta.

Le doy el nombre de varias cafeterías que están en las afueras de la capital que son muy tranquilas y tienen un café delicioso.

—Listo —digo, contenta con mi pequeño triunfo.

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⏰ Last updated: Sep 22, 2023 ⏰

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