Capítulo 5 «Destino»

75.6K 3.5K 176
                                    

Capítulo 5

«Destino»


Logro pasar el resto de la semana sin meterme en problemas, pero para cuando llega el viernes me siento exhausta.

Huir de Blair, quien parece dispuesto a descargar su escopeta contra mí a la más mínima de cambio, e intentar evitar encuentros con Azael es absolutamente agotador.

Por supuesto también es misión imposible.

No me he librado de las sutiles amenazas de Blair, pero he aprendido a contraatacar con facilidad. Quizás no esperaba esto y solo estoy provocando a la bestia, pero me importa un pimiento.

No voy a dejar que vea que me asusta en lo más mínimo, a pesar de que lo hace. Él no lo sabe. Y definitivamente no se lo mostraré.

Por otro lado, tampoco he conseguido evitar a Azael todo lo que me habría gustado.

Ese hombre es terco e insistente, y si bien esas son unas cualidades que no aprecio mucho, en él está empezando a ser absurdamente atractivo.

Es una locura, lo sé. Pero he llegado al punto en el que no puedo evitar sentirme enfadada si no me busca o intenta convencerme para que cene con él. Sin embargo, ¿para qué quiero que lo haga? si en mis planes no entra aceptar... Posiblemente me esté volviendo loca.

O, quizás, el loco es el, ya que creo que este «juego» también podría gustarle. Sobre todo por la forma en la que su hoyuelo siempre sale a la luz cuando pronuncio un «no» por respuesta. Un no que está empezando a ser muy poco convincente, siendo realistas.

El miércoles se acercó a mí después de una reunión que duró más de lo normal y me preguntó: «¿Italiano o chino?». Tardé unos segundos de más en entender a que se refería, aunque mi corazón, mucho más astuto, ya galopaba bajo mi pecho. Le dije que prefería morirme de hambre antes que cenar con él.

Cosa que no es cierta porque, aunque no lo entienda, mi cerebro parece emocionado con la idea.

Suspiro mientras enrollo mi cuerpo en una toalla limpia.

Ava está convencida de que, si me sigo privando de aquello que claramente deseo, solo conseguiré que mi cabeza se obsesione.

Y yo ya he caído en la tentación de buscar su nombre en Google. Estoy luchando contra mis instintos para no indagar en sus redes sociales. Sé que ese es un punto de no retorno.

Después de sobre pensar mucho, quizás demasiado, he decidido echarle la culpa a mi sequía sexual de que mi cuerpo reaccione al suyo como una maldita fogata.

De verdad que no recuerdo haberme sentido tan atraída por alguien antes, y ni siquiera tiene sentido porque Azael no es el tipo de hombre en el que me suelo fijar.

Está es la principal razón por la que me niego a aceptar salir con él.

Quizás estoy exagerando y Azael solo quiere ser mi amigo... Pero sus miradas no se sienten inocentes. ¡Y a mi me calienta y me asusta a partes iguales!

Me seco con rapidez. Se me ha echado el tiempo encima. Mi ducha ha durado más que de costumbre y tengo los dedos tan arrugados que parecen garbanzos. Además, mi piel está enrojecida por la temperatura del agua.

¿La opción de masturbarme para que la atracción y la tensión disminuyan? Pensé que era buena idea pero, claramente, no lo ha sido.

No ha servido de nada. Mi mente sigue volviendo al punto de partida y esto me hace querer arrancarme el cerebro y tirarlo a la primera cuneta que vea.

Fascinación Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin